• 04/05/2024 04:42

Samuel Martínez, KWM: “La inteligencia artificial va a aportar un gran número de beneficios tanto para los letrados como para los clientes”

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Samuel Martínez es Counsel y jefe del departamento de Nuevas Tecnologías, Propiedad Intelectual e Industrial de King & Wood Mallesons en España

Samuel Martínez

Hans A. Böck / @LP_Hans

Pregunta: Samuel, Usted dirige el departamento de Nuevas Tecnologías, Propiedad Intelectual e Industrial de King & Wood Mallesons en España, que se creó hace 9 meses. ¿Cómo ha evolucionado su departamento en estos meses?

Respuesta: El gran número de iniciativas legislativas a nivel nacional y comunitario nos está permitiendo asesorar en proyectos disruptivos tanto a nivel nacional como a nivel internacional en diversos sectores y áreas. Por otro lado, los clientes y potenciales clientes cada día nos identifican más como un one stop shop que facilita la generación de nuevos modelos de negocio tecnológico a nivel global y, particularmente, entre APAC y Europa.

Por otra parte, estamos fortaleciendo la imagen de King & Wood Mallesons en el mercado nacional como firma con un alto grado de especialización en materia de tecnologías disruptivas gracias a nuestra participación conjunta en proyectos con otras áreas de la firma. La constitución de fondos centrados en la inversión en tecnología e inteligencia artificial y nuestra intervención en operaciones de M&A con un alto componente tecnológico, tanto en la parte de auditoría de activos intangibles como en la valoración de aquellos de especial complejidad, son algunos ejemplos.

P: Los abogados especializados en Nuevas Tecnologías estáis ahora muy en auge. Los fenómenos de Inteligencia Artificial y en especial el ChatGPT están creando nuevas realidades que hay que asumir también en el sector legal. ¿Cómo ve el fenómeno de la inteligencia artificial en este momento?

R: La irrupción de estas nuevas tecnologías va a generar múltiples oportunidades que exigirán la adaptación de todos los sectores, incluyendo el sector legal. Es difícil anticipar hasta qué punto va a cambiar nuestra forma de trabajar, cuáles serán los casos de uso y hasta qué punto afectará, incluso, a nuestra formación.

En todo caso, tanto las firmas legales como cualquier otra empresa no tenemos que tener miedo a los retos que se nos plantean por delante. La clave es ir generando, por ejemplo, políticas y/o procedimientos a nivel interno que nos permitan implementar estas tecnologías, desarrollarlas y adaptarlas a los modelos de negocio, definir roles que permitan su supervisión y monitorización y facilitar una adecuada formación a los empleados.

P: ¿Una regulación como ya piden muchos científicos e incluso empresarios de la IA puede ayudar en algo? ¿Y por donde se debería empezar con la regularización de un fenómeno global?

R: La seguridad jurídica es siempre un punto positivo para la creación y desarrollo de nuevos modelos de negocio. La futura adopción de la nueva normativa europea sobre inteligencia artificial es claramente una noticia positiva. Hay que tener en cuenta que el paquete legislativo no se limita únicamente al Reglamento de Inteligencia Artificial. Se está también trabajando en la actualización de las normas relativas a la responsabilidad de productos, para incluir aquellos que integren la inteligencia artificial, y en una serie de reglas mínimas comunes para definir la responsabilidad extracontractual vinculada al uso de sistemas de inteligencia artificial. Tampoco podemos olvidar que se desarrollarán entornos de prueba controlados (los “sandboxes”) que permitirán testar nuevos modelos, productos y/o servicios antes de su lanzamiento.

En cualquier caso, resulta evidente que existirán muchos desafíos por delante sobre cómo dar cumplimiento a dichas normas, por ejemplo, en relación con las obligaciones de transparencia sobre los sets de datos de entrenamiento utilizados por los modelos fundacionales.

Finalmente, habrá que ver si, al igual que ocurrió con el RGPD; el efecto extraterritorial de la norma facilita que otros países adopten una posición similar y, por tanto, se facilite el despliegue de estos modelos, bajo requisitos legales parecidos, tanto en Europa como en otros mercados relevantes.

P: ChatGPT está revolucionando algunos sectores. ¿Usted como especialista en Fintech podría evaluar el impacto de la IA en los sectores legal y financiero?

R: El uso de herramientas de inteligencia artificial impactará, por ejemplo, en la responsabilidad de los abogados o de las firmas que hacen uso de dichos sistemas. Este punto será fundamental en la redacción y negociación de propuestas con los clientes. No creo que tardemos mucho en ver como grandes empresas o grupos multinacionales incorporan esta cuestión como uno de los elementos a tener en cuenta en sus procesos de procurement.

A nivel financiero, el uso de sistemas de inteligencia artificial facilitará procesos de onboarding y scoring de cliente, ayudará a reducir la morosidad y permitirá el desarrollo de nuevo modelos de negocio. No obstante, el hecho de que el uso de la inteligencia artificial en determinados procesos habituales en el sector financiero pueda ser considerado una actividad de alto riesgo, requerirá un análisis pormenorizado y podría limitar su desarrollo.

P: Los abogados se enfrentan ahora a un doble reto, por un lado, a la redacción de escritos con la ayuda de la IA y por otro lado la sobreinformación que puedan tener los clientes. ¿Cree que la fiabilidad de ChatGPT y otros chats que están emergiendo puede llegar a quitar trabajo a los letrados?

R: Los clientes tienen, desde hace ya tiempo, una gran cantidad de acceso a información jurídica, interpretaciones sobre normas, plantillas de contratos y multitud de información de relevancia para su día a día.

Creo, sinceramente, que la inteligencia artificial va a aportar un gran número de beneficios tanto para los letrados como para los clientes. Por tanto, los abogados tenemos que adaptarnos y valorar dónde está nuestro valor añadido. Para ello, tenemos que seguir haciendo especial énfasis en el conocimiento de un determinado sector, la experiencia adquirida, así como en el componente personal, por ejemplo, para cerrar una negociación o para generar soluciones creativas.

En todo caso, resulta fundamental el papel de las universidades, que están integrando el legaltech en sus programas, lo que ayudará a una mayor formación de los abogados, a identificar los beneficios de dichas tecnologías y a mejorar los soft skills.

P: Los chats de inteligencia artificial también crearán muchos problemas de propiedad intelectual. ¿La búsqueda tan indiscriminada de fuentes para sus textos largos o cortos pondrá en peligro los derechos de autor, y cómo proteger un artículo escrito por ChatGPT y mejorado por un autor “humano”?

 

R: Este es uno de los puntos críticos del Reglamento de Inteligencia Artificial sobre los que habrá que esperar a los trílogos. La redacción actual del Reglamento ya prevé la necesidad de que se identifiquen, por ejemplo, los datos utilizados en los modelos fundacionales que estén protegidos por derechos de propiedad intelectual. No obstante, resulta difícil saber cómo se llevará a cabo el cumplimiento de dicha obligación a nivel práctico.

Por otra parte, está resultando difícil justificar en los correspondientes registros de propiedad intelectual e industrial, cuál es el nivel de intervención humana en una obra generada por la inteligencia artificial o, en el caso de patentes, si un determinado sistema de inteligencia artificial realmente solventa un problema técnico o se trata meramente de un programa de ordenador no protegible bajo dicho régimen.

No resulta completamente descartable que, en los próximos años, nos encontremos con una modificación de la normativa existente en materia de derechos de autor y de propiedad industrial tanto para establecer límites al uso de obras protegidas como para intentar contemplar supuestos en los que se produzca la intervención de la inteligencia artificial para la generación de una obra o una invención.

P: Para resumir, ¿dónde ve Usted las principales ventajas de la IA y cuáles serán en términos legales sus mayorees problemas?

R: La inteligencia artificial va a ayudar a acelerar los procesos de transformación digital y va a mejorar la optimización y ejecución de procesos también de back office en todo tipo de sectores.

Los principales retos estarán en el establecimiento de un régimen legal lo suficientemente flexible para el desarrollo de nuevos modelos de negocio y la adaptación del régimen de propiedad intelectual e industrial para garantizar la adecuada protección tanto de los propios sistemas de inteligencia artificial como de los activos generados.

 

 

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Artículo de Hans A. Boeck publicado en https://www.lawyerpress.com/2023/07/06/samuel-martinez-kwm-la-inteligencia-artificial-va-a-aportar-un-gran-numero-de-beneficios-tanto-para-los-letrados-como-para-los-clientes/