Alberto Larrondo es director de Relaciones Corporativas y Mercado Legal en Lefebvre. Este boomer navarro con corazón millennial se declara fan enfervorizado de Osasuna, nada frecuentemente, juega a menudo al pádel y asegura que lleva 40 años practicando el golf, aunque confiesa que apenas se le nota. Feroz lector de novelas, últimamente devora literatura fantástica, especialmente de Robert Jordan. Analizamos con este privilegiado conocedor de más de tres décadas de industria legaltech una selección de titulares publicados en Derecho Práctico sobre temas vinculados al Ecosistema Lefebvre. ¡Aurrera, Alberto!
(Alberto Larrondo, director de Relaciones Corporativas y Mercado Legal en Lefebvre)
Alberto, como ya conoces, Luis Redondo es el responsable de la Unidad de Gestión del Conocimiento en el ICAM. Pronto publicaremos la conversación que mantuvimos con él, pero quiero adelantarte esta idea que compartió con nosotros: “El servicio que ofrecemos a los colegiados es el mejor banco de prueba para las editoriales jurídicas”. ¿Cuál es vuestra relación con los documentalistas y bibliotecarios de los Colegios de Abogados, unos profesionales no siempre bien valorados ni reconocidos, pero realmente muy útiles a la profesión?
Estoy de acuerdo. Seguramente, el documentalista de la Biblioteca de un Colegio de Abogados sea el profesional que más contacto tiene con los colegiados. Hay colegios que a través de ellos ofrecen un buen servicio, pero no todos. El ICAM ha desarrollado con nosotros un software para dar un servicio a la abogacía madrileña que funciona fantásticamente bien, porque además lo monitorizamos en coordinación con ellos y por ello, sabemos que ofrecen unas prestaciones excelentes.
Aunque gracias a Luis hemos conocido este software, háblanos de esta herramienta de gestión del conocimiento que habéis desarrollado para el Colegio de la Abogacía de Madrid. ¿Cuál es vuestra valoración transcurridos nueve meses desde su implantación?
La herramienta la desarrollamos fundamentalmente con Mario Barabino y con Luis Redondo. ¿Objetivo? Digitalizar todo el servicio de documentación del ICAM, a través del cual el colegiado formula unas consultas y el colegio las contesta. Y no sólo digitaliza esa función, sino que también la agiliza. Repito, todo hecho bajo la dirección de Mario y Luis. Hay dos puntos clave. El primero, es que el abogado puede ver las consultas que ha realizado y su estado. Y segundo, el ICAM está creando un repositorio de conocimiento, que antes no tenía o lo tenía desordenado, que agiliza mucho las respuestas.
También es muy importante, y una piedra angular del proyecto, que todo el conocimiento de la Biblioteca esté etiquetado. Ese es un punto diferencial.
Claro, de este modo toda consulta se clasifica de manera ordenada, un factor básico para poder después reutilizarla. Esto ayuda a que la respuesta a consultas reiterativas sea muy rápida.
Alberto, analicemos otro titular, en este caso dicho por alguien que quizás conozcas: María de la O Martínez, Head of Innovation en Lefebvre Sarrut. “Tándem es una buena oportunidad para que las firmas reflexionen sobre cómo quieren organizar la información interna”. Dinos qué posición ocupa Tándem entre vuestros hitos. ¿Puede ser vuestra joya de la corona?
Totalmente. Creo que es la mejor idea que ha tenido esta casa y el desarrollo mejor llevado a cabo. Tándem es un producto que se ha desarrollado teniendo una serie de conversaciones con grandes despachos. Mientras hacíamos lo que hacemos siempre, es decir, escuchar las necesidades de nuestros clientes, alguien nos dijo que, si queríamos ayudarles de verdad, conectáramos nuestra información con la suya al realizar las búsquedas. Y así lo hicimos, de manera totalmente integrada y sincronizada. Tándem lleva en el mercado un año y medio y la respuesta comercial está siendo espectacular.
¿Cómo están valorando vuestros clientes la posibilidad de consultar información jurídica interna y externa en la misma plataforma y con el mismo buscador? Especialmente, ¿cuál es el feedback de despachos medianos y pequeños?
Es muy útil para todo tipo de despachos. Piensa que nosotros integramos en la plataforma el documento del cliente, extraemos las citas de ese documento y avisamos si la cita está vigente o no. Sólo por esta funcionalidad, los grandes despachos están muy interesados en Tándem. Y el feedback que nos llega de despachos medianos y pequeños es que esta herramienta es útil como mini departamento de gestión del conocimiento.
Vamos al tercer titular que te pedimos que comentes, Alberto. Este es del gran Carlos García Egocheaga, CEO de LexSoft Systems: “En tecnología lo primero es saber dónde te aprieta el zapato”. ¿Qué herramientas y métodos tenéis en Lefebvre para saber dónde le aprieta el zapato al cliente?
Además de hacer lo que todo el mundo hace, es decir, encuestas, focus group, etc., tenemos un departamento de Mercados en el cual continuamente estamos en contacto con los clientes, testando ideas y productos con ellos. La filosofía de Lefebvre es que te diga un cliente qué necesita, saber si somos capaces de darle solución y probarlo con él antes de lanzarlo al mercado.
Llama mucho la atención vuestra política de integraciones y alianzas. Lo cierto es que los partners que habéis elegido son muy top: desde Signaturit con Firma Lefebvre hasta las integraciones que habéis creado con LexSoft con el lanzamiento de Smart Tags y Legal Review.
Estamos muy orgullosos de estas alianzas. Y también con otras que no has mencionado como la que tenemos con el Registro de Impagados Judiciales y Nymiz, que anonimiza y seudonimiza documentación. Y otras más reciente con Atomian, tecnológica experta en el desarrollo de IA con una vertical muy activa en el sector legal y con Adiss, que nos ayuda a integrar con otros softwares de perfil financiero, ERP, etc. Todos ellos ven que somos buenos socios, y te puedo decir que hay muchas startups que nos llaman.
En NewLaw Summit que organiza PWC España, conocimos la tecnología y metodologías que emplean, crean, integran en esta big four. Ya que nos has hablado de tu equipo de Mercados, ¿qué hay detrás de estos conceptos tan llamativos del departamento de Análisis de Mercado e Inteligencia Competitiva?
Lo que procuramos es estar en contacto permanente con nuestros clientes. Creo que las mejores ideas te las da el cliente grande, y estas ideas se acaban filtrando hacia el cliente pequeño. Tenemos un equipo que se dedica a inspirarse en eventos como el que mencionas. Y te diré que invertimos muchos recursos en ese contacto con el cliente.
Comenta, por favor, el siguiente titular que compartió con nosotros Carlos Alberto Sáiz, socio de Écix y presidente de ENATIC. “En las asesorías jurídicas, lo más importante a la hora de contratar legaltech es que vean que va a ser usable por parte de su equipo”. Carlos se refiere a las asesorías jurídicas, pero ¿crees que ese factor de usabilidad es extrapolable a los despachos y a instituciones?
Absolutamente, totalmente de acuerdo con Carlos, y desde luego, es extrapolable a despachos. Lo que quiere el abogado medio es que los proveedores de tecnología legal se lo pongamos fácil, que les podamos ahorrar tiempo y que les aportemos fiabilidad y seguridad técnica en su trabajo. El camino para conseguir este objetivo les importa mucho menos que el resultado.
Las herramientas de gestión del despacho, es una opinión muy personal, han adolecido durante mucho tiempo de un nivel de usabilidad y experiencia de usuario manifiestamente mejorable. Creo que esto está empezando a cambiar en los últimos años. ¿Qué recursos tenéis en Lefebvre para cuidar estos dos aspectos tan importantes?
Estoy de acuerdo en lo que dices, y en Lefebvre uno de los aspectos prioritarios es que la usabilidad manda. Por ello, tenemos un departamento de cinco personas dedicado a usabilidad, que interactúan constantemente con las áreas de tecnología, producto y atención al cliente y engarzan todas las ideas que reciben. Es un trabajo en el que, aunque participan diferentes departamentos, no chirría porque en su día, y auspiciado por José Ángel Sandín, nuestro CEO, transformamos la manera de trabajar en Lefebvre. Fue hace unos cinco años, formamos a nuestros equipos en metodologías agile y en procesos. Es ya cultura de la casa, algo normal en nuestro día a día.
¿Cuál dirías que es la funcionalidad top y diferenciadora de Lex-On, vuestro software de gestión del despacho?
No voy a identificar ninguna funcionalidad en concreto, porque quiero destacar en Lex-On, precisamente, su extraordinaria usabilidad: creo que es el software para despachos más fácil de usar, es muy amigable.
Aunque no quieras identificar funcionalidades, voy a ver si puedo hacerlo yo. ¿Valoran los clientes la integración en Lex-On de vuestras bases de datos jurídicas?
Desde luego, pero ha llegado un momento en que en Lefebvre ya no hacemos productos, sino que estamos desarrollando un Ecosistema en el que todo está integrado. Queremos ser capaces de interconectar en una misma plataforma todas las herramientas que necesita un abogado o un asesor para que el ahorro de tiempo y la fiabilidad en el trabajo se multipliquen exponencialmente.
El mercado de software de compliance está creciendo mucho, y no sólo por la última novedad legislativa, la Ley 2/2023, reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción. Lefebvre además tiene un gran nicho de clientes en las empresas. ¿Percibís una necesidad real? ¿Las empresas y la administración se lo toman en serio?
Absolutamente. Se lo toman en serio porque la normativa va en serio. Tenemos hasta 11 productos en el área de compliance, desde el cumplimiento en penal y protección de datos hasta el relativo al whistleblowing.
Alberto, seguro que conoces a Laura Urquizu. Es CEO de Red Points y presidenta del Global Legaltech Hub, del que formáis parte. Laura nos regaló en su día este titular: “Hay hambre de aproximación del mundo digital al mundo legal«. De algún modo, esta idea me evoca el título de vuestra campaña ActitudTech, cuyo objetivo es incorporar los grandes avances tecnológicos a vuestros servicios. ¿Cuál está siendo vuestra experiencia?
Te escuchaba y me he acordado de que, en mis inicios como profesional de las editoriales jurídicas, lo primero que me enseñaron fue la rotativa. Hoy, 30 años, después, todos somos empresas tecnológicas. En Lefebvre queremos tener una continuidad tecnológica, y para que eso ocurra tienes que formar y cuidar a las personas, que son el corazón de la empresa.
Laura Urquizu, además, aseguraba que “el mundo legal ha sido uno de los últimos en incorporarse a la digitalización”. ¿Puede tener alguna ventaja ser uno de los últimos sectores en incorporarse a la digitalización?
No estoy del todo de acuerdo, creo que la abogacía y la asesoría son sectores que son tecnológicos desde hace mucho tiempo. Por mi experiencia puedo decir que en el año 2000 los abogados españoles estaban más digitalizados que los ingleses. En todo caso, las editoriales jurídicas hemos dado en los últimos 6 o 7 años un salto cualitativo muy fuerte en tecnología: nos hemos metido en inteligencia artificial, hemos desarrollado buscadores mucho más potentes, en automatización documental…
A nivel europeo, vosotros habéis creado una iniciativa muy valiosa, Lightspeed, la primera aceleradora europea de startups centradas en cuestiones legales y jurídicas del mundo, en la que participó una herramienta tan prometedora como Chiara…
Estamos ayudando a Chiara especialmente en el proceso de comercialización y en el go to market a nivel europeo. Pero hay otra serie de startups que también han participado en este programa que han evolucionado y ahora estamos en fase de producto y de integrarlas en nuestras soluciones. Por ejemplo, Carbon es un CLM, gestiona el ciclo de vida de los contratos. Otro proyecto es Epic, que surgió del primer Lightspeed, que calcula los costes de emisiones de gases de efecto invernadero que tiene el desarrollo de cualquier producto que hagas.
Muy interesante lo que me cuentas, porque la tecnología CLM está muy en boga, y, por otro lado, los proyectos que siguen criterios ESG, como Epic, están atrayendo el interés de los inversores socialmente responsables.
Los criterios ESG los hemos incorporado a nivel grupo en todas las unidades de negocio como algo dentro de nuestro propósito, que es activar el conocimiento para una sociedad más justa, eficiente y sostenible.
Lefebvre participó en el XIII Congreso de la Abogacía, que se celebra cada cuatro años. Da la impresión de que este evento se celebró en un momento clave para la profesión, especialmente por los últimos avances de la IA y el crecimiento de la industria legaltech, y también da la impresión de que se perdió una oportunidad para abordar estos temas con la necesaria intensidad.
Te diré una cosa. Hace 6 años, en las Jornadas de Juntas de Gobierno que se celebraron en Granada, Juan Pujol fue la primera persona del sector que habló de inteligencia artificial delante de la abogacía en una conferencia espectacular. Entonces, ya habíamos empezado a invertir recursos en estas tecnologías emergentes, ya estábamos dando forma a Sibila.
Por cierto, y ya que mencionas a Juan, vuestro jefazo está muy activo en redes, especialmente en LinkedIn. ¿Creéis que su perfil es más techie o más humanista?
Sin duda, más humanista. La gran revolución tecnológica de Lefebvre con la incorporación como CEO de José Ángel Sandín, con un perfil tecnológico más acusado. Aunque es perfectamente compatible, es más, es deseable, ser techie y ser humanista.
Hay que hablar del impacto de ChatGPT en las profesiones jurídicas, y concretamente, en la búsqueda y creación de contenidos. Uno de los primeros contenidos de valor que leímos fue el de vuestro compañero Ángel Sancho. Destacamos una de sus conclusiones: mezclará datos reales y datos inventados. Identificar las fuentes de la información es fundamental, ¿no crees?
Una cosa es que ChatGPT y otras plataformas bucean en la inmensa cantidad de información que existe en internet y en abierto, y otra cosa es que lo hagas en temas técnicos y profesionales. En las profesiones jurídicas no toda la información vale porque no toda es fiable.
Pero en Lefebvre ya estáis integrando IA generativa con vuestra propia IA desde hace un tiempo, ¿no es así? Eso sí, impactando sobre unos datos fiables como son los que atesoráis en vuestro Ecosistema.
Efectivamente, hemos integrado la inteligencia artificial generativa en nuestras soluciones de búsqueda de información jurídica en España. Para superar retos como el de la imprecisión que se da cuando se consultan fuentes de información incompletas u obsoletas, hemos refinado las capacidades de búsqueda de nuestros algoritmos para centrarnos exclusivamente en contenidos jurídicos actualizados procedentes de fuentes verificadas. De este modo, garantizamos que los usuarios reciben información fiable y precisa.
Alberto, vamos terminando con una titular de Iñaki Vicuña, ex director del CENDOJ (Centro de Documentación Judicial), que aseguró que “el open data en la jurisprudencia del CENDOJ es factible, pero siempre respetando principios como la protección de datos”. ¿Cuál es vuestra visión acerca de la posibilidad de que el CENDOJ proporcione jurisprudencia a través de un open data real, no sólo a particulares, sino también a empresas?
El CENDOJ tiene dos bases de datos: una en abierto, y otra privada. Esta última tiene más valor añadido que la que se puede consultar en abierto. Las editoriales jurídicas tenemos un convenio con el Consejo General del Poder Judicial para trabajar con las resoluciones en cerrado, la cual, insisto, tiene un valor añadido más alto. Aquí hay un máxima: es obligatoria que la información sea accesible a los ciudadanos. Lo que no se prescribe es cómo debe estarlo. En Europa conviven diversos modelos respecto a acceso abierto y cerrado, y lo sabemos porque Lefebvre está presente en ochos países europeos.
¿Cómo ves a Lefebvre dentro de cinco años?
Veo a una empresa tecnológica muy avanzada. Creo que somos muy buenos desarrollando cosas nuevas, y creo que el futuro de las antiguas editoriales jurídicas va por ahí. Nos irá bien desarrollando ideas que le generen valor al cliente.
