El mercado inmobiliario español está desatado. Los datos de los últimos meses han mostrado una actividad tan intensa que en muchas ocasiones, para buscar un precedente, hay que acudir inevitablemente a los años de la burbuja. Pero los expertos del sector, tanto de la academia como de la empresa privada, rehúyen esa comparativa. Argumentan que la situación actual es diferente a la de los tiempos que antecedieron a la Gran Recesión y creen que los próximos meses serán determinantes para ver cómo responde el ladrillo al deterioro de la situación económica.