Los hogares españoles tiran anualmente a la basura 1.364 millones de kilos de alimentos, una media de 31 kilos por persona, según datos de 2020 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El Gobierno quiere parar este despilfarro. Con ese objetivo aprueba este martes en el Consejo de Ministros el proyecto de ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario antes de remitirlo a las Cortes y someterlo a tramitación parlamentaria. Entre las medidas que introduce esta ley, a cuyas líneas generales ha tenido acceso EL PAÍS, está la de obligar a todos los agentes de la cadena alimentaria a elaborar un plan de prevención para evitar el desperdicio. Además, contempla sanciones para bares, restaurantes o supermercados que no cumplan esta norma.