El exmagistrado Salvador Alba ha ampliado la querella que interpuso el pasado mes de junio contra el periodista Carlos Sosa, y contra su pareja, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género por Podemos, Victoria Rosell, por los supuestos delitos de acoso –o «stalking»–, de odio, de revelación de secretos y de pertenencia a organización y grupo criminal.
Y lo ha hecho ante el Juzgado de Instrucción 27 de Madrid, donde se instruye el procedimiento, ampliándola, por acoso del artículo 172 ter del Código Penal contra Canarias Ahora, el medio digital que dirige Sosa, y que, según Alba, se ha convertido en un instrumento de ahogo y de presión que busca hacer la vida imposible a su familia y a él.
Por ello, ha solicitado al magistrado que instruye la querella que dicte una orden de alejamiento contra el medio de comunicación que dirige Sosa y contra el propio periodista.
En este sentido, el pasado sábado interpuso una denuncia ante la comisaría de policía de Telde, Gran Canaria, contra el fotógrafo Alejandro Ramos, empleado de Canarias Ahora, quien tomó unas fotos a su esposa, Teresa Lorenzo Establier, y de él el pasado sábado por la tarde, mientras estaban en la playa.
En su denuncia dice: «Que desea dejar constancia que tanto su persona como su mujer e hija de 14 años están sufriendo un acoso constante por parte de periodistas que desempeñan funciones para este periódico, los cuales les siguen casi a diario, haciendo esperas en la puerta de su domcilio, llegando su esposa a ser acusada falsamente de pertenecer o dirigir un partido político, lo cual le ha generado graves problemas en su puesto de trabajo, viéndose obligada a pedir traslado para que estas acusaciones no perjudiquen las funcioens que desempeña en su puesto».
Y añade. «Que ante esta situación, todos los miembros del núcleo familiar se encuentran desesperados».
ACOSO CONSTANTE
«Es evidente que los querellados persiguen o siguen a los querellantes de modo que consiguen hacer fotografías en episodios propios de su intimidad, y con ello han conseguido que, por ejemplo, la hija menor del matrimonio querellante se niegue a salir a la calle por miedo o pánico a ser fotografiada, perseguida o agredida. La familia ha tenido que reducir sus salidas del domicilio al mínimo imprescindible ante el temor más que fundado de ser perseguido o seguidos por alguien«, se puede leer en esa ampliación de querella.
«La familia tiene verdadero pánico a salir a la calle por miedo a supuestas agresiones alentadas por los querellados en sus redes sociales y con estos artículos de prensa», subraya. «Porque es evidente la persecución, hostigamiento y presión a la que someten los querellados a toda la familia«.
«Es obvio, que los querellados persiguen a don Salvador Alba buscando la mínima noticia o imagen, con interés o sin él, para volver a publicar sus datos, su nombre y fomentar el odio en un sector de la población. Ello provoca un intenso miedo y pánico en todos los miembros de la familia de mi patrocinado , que incluso está siendo tratado por los trastornos provocados por la actuación de los querellados», destaca el abogado del exmagistrado en la ampliación de la querella presentada.
Alba prohibió al fotógrafo que le tomó la foto a su esposa y a él que la publicara en su medio y en redes sociales, de lo que este hizo caso omiso.
