• 27/04/2024 11:12

Laura Fauqueur: «El ‘legal design’ ha pasado de considerarse un valor añadido a ser una necesidad básica de supervivencia»

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Las disciplinas asociadas al Legaltech se están volviendo un elemento fundamental para el desarrollo de negocio de despachos y asesorías. Y es que a nadie se le escapa, a estas alturas, que la mejora de los servicios legales centrados en el cliente son la clave para innovar, transformar y hacer crecer nuestro negocio.

Una de estas disciplinas es el design thinking, que si bien es un método sistemático de innovación que tiene adeptos en numerosos sectores, es aún un gran desconocido en el sector jurídico.

Sin embargo, tiene múltiples aplicaciones en nuestro campo, como el diseño de información y contratos, el diseño de servicios, de productos, de organizaciones y de sistemas.

Con el fin de acercar los usos del «design thinking» al sector legal, desde Wolters Kluwer Legaltech se organiza la cuarta sesión de su ciclo de conferencias Legaltech, titulada «Usos del Design Thinking en el sector legal».

Será impartido por Laura Fauqueur, experta en «design thinking» y «legal design» para asesorías jurídicas de empresas, despachos de abogados y empresas legaltech.

Si quieres despejar tus dudas sobre cómo te puede ayudar el webinario en la aplicación del legal design a tu estrategia como despacho o asesoría, hemos realizado algunas preguntas a esta experta en la materia que puedes leer a continuación.

¿Cree que dan los abogados el valor que se merece al diseño de metodologías de trabajo eficientes en sus despachos?

Es difícil generalizar.

Te diría que quienes ya hayan tenido experiencias –y fracaso – de transformación digital de sus organizaciones, sí le dan el valor que se merece, pues ya se han dado cuenta de que las dificultades -e incluso los fracasos- se suelen dar, precisamente, para falta de metodologías eficientes y por transformaciones y herramientas no centradas en ellos, los usuarios.

A la inversa, quien aún no se haya “frotado” a la digitalización y la transformación, seguramente no tenga ninguna consciencia de la importancia de las metodologías ni de la gestión del cambio.

«La imagen del abogado conservador, tradicional y reacio al cambio dista mucho de la percepción que tengo de los profesionales que he tenido la oportunidad de conocer a lo largo de estas casi dos décadas que llevo trabajando codo con codo con ellos»

Se tiende a ver el sector legal como algo monolítico, con sistemas de trabajo bastante tradicionales. ¿Mediante qué vías se puede acercar la innovación y la optimización de procesos en los despachos o asesorías jurídicas?

Lo cierto es que yo no veo el sector legal como algo monolítico. Existe dentro de él una extraordinaria diversidad que ojalá se cultive más, y se aproveche mejor.

La imagen del abogado conservador, tradicional y reacio al cambio dista mucho de la percepción que tengo de los profesionales que he tenido la oportunidad de conocer a lo largo de estas casi dos décadas que llevo trabajando codo con codo con ellos.

Mi percepción es que, a la inversa, toda esta diversidad, esta creatividad, y esta capacidad de innovar y de pensar fuera de la caja de los abogados, queda “aplastada” por el funcionamiento de la justicia y por los métodos anticuados de los que no logran escaparse ni instituciones ni organizaciones.

Es precisamente por ello que mi propósito -desde hace ya unos años- es ayudarles a reconectar con estas características que forman parte inherente de ellos mismos, pero que no acostumbran a aplicar a su trabajo diario.

Sin embargo, lo necesitan más que nunca, pues para hacer frente a los cambios de la sociedad, a su digitalización, a las crisis de todo tipo que acontecen desde el inicio de los años 20, la única opción es innovar.

¿Qué obstáculos son los más frecuentes, según su experiencia dentro del sector, que impiden a las organizaciones afrontar esta necesidad de cambio?

Veo 2 obstáculos que están íntimamente vinculados, y que son la comodidad, y el miedo.

Es sabido que la necesidad agudiza el ingenio, y que, a la inversa, la falta de necesidad asienta la comodidad.

Si a uno le va bien sin modificar nada, ¿para qué va a cambiar? ¿Para qué correr el riesgo de que el cambio sea para peor? ¿Para qué dedicar presupuesto y recursos para algo que no se antoja necesario y no parece rentable a primera vista?

Existen muchos ejemplos fuera del sector legal en los que empresas que iban muy bien se quedaron atrás por no cambiar a tiempo, véase el conocido ejemplo de Kodak, y auguro que es algo que también pasará en nuestro sector.

Para sobrevivir, hay que cambiar, innovar a tiempo, aunque aparentemente las cosas nos vayan bien, porque el “demasiado tarde” siempre llega demasiado pronto.

Pero tampoco se puede innovar por nada o por moda. O sea, sí se puede, pero es más difícil que funcione. En mi experiencia, las innovaciones exitosas son las que vienen a solucionar necesidades reales.

Se debe innovar con un propósito. Hay que partir de un problema para inventar soluciones, no inventar problemas que solucionar.

«Existen muchos ejemplos fuera del sector legal en los que empresas que iban muy bien se quedaron atrás por no cambiar a tiempo, véase el conocido ejemplo de Kodak»

Muchas veces, al hablar de transformación digital de los despachos, nos centramos en la implementación de determinadas herramientas tecnológicas como principio y fin del proceso. ¿Qué otros procesos, más allá del tecnológico, debemos tener en cuenta para ser exitosos en dicha transformación?

Efectivamente, la tecnología es para mí la última milla de la transformación, y es un error centrar la transformación solo en ella. Suele responder no a una necesidad real de transformación, sino a un afán de “seguir la ola” sin contenido real. Y, por supuesto, suele fracasar.

Considero que lo primero que se debe de transformar son las personas y las organizaciones, y que es en este marco, y solamente en este marco y en final de recorrido, que se debe plantear la adopción de nuevas herramientas tecnológicas.

Se debe de partir de los problemas de las organizaciones y de las personas. Sean de optimización de procesos, de rentabilidad, de RRHH, de modelo o desarrollo de negocio, de facturación, de lo que sea.

A continuación, se debe trabajar con las personas que viven estos problemas, pensar y construir con ellas soluciones, y entonces sí, si se considera que la adopción de algunas herramientas tecnológicas es necesaria o útil, se da el paso.

Pero no antes.

Así, estas personas serán las más implicadas e interesadas en el uso de estas herramientas, harán un uso de ellas adaptado a sus necesidades, y serán a su vez los mejores embajadores de las herramientas en cuestión dentro (y fuera) de la organización.

Hemos oído hablar bastante del design thinking como metodología de trabajo en diversos sectores. ¿Qué particularidades aporta el legal design thinking al trabajo que ejercen los juristas?

El design thinking se emplea siempre que exista la necesidad de innovar. Tiene tanto que aportar como necesidad de mejora y cambio exista.

Se emplea en el sector jurídico para el diseño de textos legales y contratos, de productos, de servicios, de organizaciones y de sistemas.

¿Dónde cree que pueden encajar mejor estos procesos de legal design thinking? ¿Es una cosa exclusiva de grandes empresas y despachos de abogados, o le pueden sacar partido también organizaciones pequeñas?

No es cosa de grandes empresas o de grandes despachos, desde luego que no.

Se pueden lograr grandes resultados empleando design thinking independientemente del tamaño de la organización.

De hecho, si miramos las demás industrias en las que se lleva tiempo utilizando, veremos que se usa con mucho éxito tanto en «startups» como en multinacionales.

Volviendo a nuestro sector, sí he de admitir que los despachos de abogados llevan mucho retraso en la adopción de esta metodología. Son las asesorías jurídicas de empresas las que llevan la delantera en términos de uso y de aplicación del «legal design thinking».

Una de las claves de esta metodología es el enfoque de diseño centrado en el usuario. ¿Cómo repercute el legal design en el servicio jurídico recibido por el cliente?

Creo que la respuesta está en la propia pregunta: ya que el design thinking se centra en el usuario, el legal design thinking permite al justiciable recibir servicios centrados en él, es decir, entendibles, cercanos, adaptados a su forma de vida, eficientes, claros, recibidos en el soporte que quiera, etc.

«He de admitir que los despachos de abogados llevan mucho retraso en la adopción de esta metodología. Son las asesorías jurídicas de empresas las que llevan la delantera en términos de uso y de aplicación del ‘legal design thinking’»

Usted es profesora en varios masters sobre Legaltech y «legal design» en universidades y escuelas de negocio. ¿Detecta un interés creciente por su alumnado sobre esta materia? ¿Cree que hay un perfil específico de profesionales para formarse en estas metodologías?

Pues si la verdad, el interés es creciente y creo que ha pasado de ser considerado como un valor añadido a ser una necesidad básica de supervivencia.

De hecho, si hace unos años atraía sobre todo a profesionales con ya cierto recorrido profesional, y una inquietud personal por la tecnología y la innovación, ahora vemos todo tipo de perfiles, desde profesionales más seniors hasta estudiantes que compatibilizan el máster de acceso a la abogacía con formación en legaltech e innovación.

Por último, ¿qué conclusiones cree que podremos obtener, como asistentes al webinario, para animarnos a dar el paso de incorporar procesos de legal design thinking en nuestra organización?

¡No os voy a hacer un «spoiler» ahora!

Las conclusiones las sacaréis vosotros mismos, quienes me escucharéis ese día, en base a lo que os vaya a contar y a los ejemplos reales que os vaya a dar.

Ni os quiero decir qué debéis pensar, ni tampoco quiero quitar el suspense para que luego no queráis apuntaros al webinar

Próximo webinario

Hablaremos de todo esto y mucho más en el próximo ciclo de conferencias “Usos del Design Thinking en el sector legal” del próximo 7 de julio a las 17:30 h. Es totalmente gratis, ¡pero no olvides registrarte aquí, las plazas son limitadas!


Artículo de Redacción Confilegal publicado en https://confilegal.com/20220630-laura-fauqueur-el-legal-design-ha-pasado-de-considerarse-un-valor-anadido-a-ser-una-necesidad-basica-de-supervivencia/