El Juzgado de Primera Instancia de Madrid, del que es titular el magistrado Ricardo Ruiz, ha entregado a la Junta de Gobierno del Colegio de Abogacía de Madrid (ICAM) la cantidad de 5.591.178 millones de euros consignadas por IBM y su filial Viewnext.
Ambas entidades fueron condenadas por este tribunal el pasado 30 de junio de 2022.
Dicha resolución no es firme porque ambas empresas han interpuesto un recurso de apelación contra la resolución. El Colegio de la Abogacía de Madrid, por su parte, ha presentado la debida oposición en tiempo y forma.
El pasado 30 de junio el juez Ricardo Ruiz falló parcialmente a favor de la pretensión del ICAM en el litigio que mantenía con IBM por el frustrado proyecto tecnológico denominado ‘Colegio 3.0’ cuyo desarrollo e implementación le fue contratado en su día con la multinacional. El Colegio fue defendido por el despacho Clifford Chance para recuperar el dinero.
La sentencia condenó a IBM y a su filial VIEWNEXT a pagar a ICAM 4.638.129 millones y 452.691 euros respectivamente por las prestaciones dadas en virtud de los contratos resueltos. Asimismo, se le sumó 22.784 euros en concepto de daños y perjuicios sufridos.
Lo que hizo una suma de 5.113.604 millones de euros.
Actualmente, la cantidad abonada ha sido 5.591.178 millones de euros debido a los intereses.
Asimismo, con estimación parcial de la reconvención formulada por VIEWNEXT e IBM, el tribunal condenó a ICAM al abono de la suma de facturas pendientes por importe de 34.126,62 euros y 49.923,91 euros. Lo que supuso 84.049 euros.
El magistrado declaró que se había producido un incumplimiento contractual esencial que facultaba la resolución del contrato suscrito con IBM y su filial VIEWNEXT para la implantación de un proyecto tecnológico, estableciendo que la reacción de ICAM fue ajustada a derecho.
Proyecto ‘Colegio 3.0’
El proyecto que tenía que desarrollar IBM era un Customer Relationship Management (CRM), una solución tecnológica de gestión de las relaciones con los colegiados y los ciudadanos para mejorar la atención, y otros desarrollos a medida que resolvieran la prestación de servicios de manera más eficiente que las más de cien aplicaciones que tenía en uso el Colegio.
El proyecto tenía, además, como soporte, una nueva página web donde la mayor innovación debía volcarse en el área reservada, es decir, en la parte que compromete a los colegiados y sus numerosos datos y operaciones.
IBM quería seguir con el contrato con el ICAM, pero eran tantas las demoras, que la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid se decidió a resolver el contrato y renunciar a ningún desarrollo tecnológico posterior.
La multinacional estadounidense, por el contrario, «deseaba seguir adelante».