En los últimos años, tanto los nuevos récords en temperaturas como los fenómenos meteorológicos de grandes magnitudes, han sido noticia alrededor del mundo. Noticias que ya van más allá del mero titular y que afectan a los ciudadanos de forma directa, moldeando su estilo de vida, no solo a nivel personal, sino también como consumidores. Es por eso que hoy, más que nunca, se pone en relevancia la importancia de la responsabilidad social corporativa y la demanda de productos y servicios que respeten y protejan el medio ambiente.
Como empresa B Corp, Appinio se ha propuesto luchar contra la desinformación y el cambio climático, por lo que es nuestra responsabilidad dar voz a los consumidores sobre qué les inquieta en este ámbito. Y lo que hemos venido registrando es un aumento del grado de preocupación por parte de los ciudadanos y unas expectativas cada vez más altas de la implicación de las empresas para la protección del medio ambiente. Por suerte, en la actualidad son cada vez más las entidades que han tomado conciencia y han querido aportar su grano de arena al incorporar prácticas sostenibles y éticas con el medio ambiente en sus actividades de negocio.
Antes comentábamos que las graves consecuencias del cambio climático están afectando a los ciudadanos como consumidores, y es que, en este sentido, los datos arrojan una clara afirmación: la manera en la que nos relacionamos con las marcas se altera debido a la intención ciudadana de querer ser más sostenibles. Ya no abordamos solamente nuestras conductas rutinarias para reducir la huella de carbono, como reciclar de forma adecuada o intentar ahorrar agua, sino que son otras muchas decisiones tomadas conscientemente que afectan de manera directa la manera en que nos comportamos como consumidores. De esta forma, el ciudadano y consumidor consciente elegirá productos que no se envasen en plásticos de un solo uso, o que sean eficientes en su consumo de energía. De igual manera, la protección del medio ambiente a nivel consumo trasciende el día a día y se eleva casi a estilo de vida por muchos que eligen marcas alineadas con sus valores y ética personales.
Esta tendencia alimenta la idea de que no solo los ciudadanos son responsables de la huella de carbono, sino que las entidades privadas (y públicas) han de responsabilizarse por su parte y responder adecuadamente. De esta forma, los análisis de consumo muestran cómo los españoles eligen cada vez con más frecuencia productos de empresas transparentes, que les otorguen confianza y que aseguren un compromiso tanto con sus trabajadores como con el medio ambiente. Se trata de una realidad tangible y cuantificable, con un 65% de consumidores que opinan que los valores de una marca influyen mucho en su decisión de compra. Una cifra que viene acompañada de otro dato interesante, y es la creciente disposición de personas a pagar más por una marca que se acerque más a sus valores con sus estrategias de protección medioambiental y prácticas éticas.
A pesar de las circunstancias, los ciudadanos mantienen una actitud positiva. De hecho, nuestros análisis revelan que la mayoría cree que, si todos nos comprometemos, aún es posible frenar el cambio climático. Las marcas, por su parte, no solo deben adoptar políticas de responsabilidad social y medioambiental, sino también integrarlas en su estrategia empresarial y mantener la mentalidad optimista que caracteriza a los consumidores para acercarnos a ellos, ponerlos en el centro de nuestras acciones y contribuir juntos a un mundo mejor.
(*) Fernando Forte es Director de Marketing de Appinio
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de EFEvhttps://efeverde.com/prohibicion-uso-fueloil-aguas-artico/erde
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