La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de limitar la autoridad del Gobierno federal para regular las emisiones contaminantes ha concitado el rechazo de los ecologistas y partidos de izquierda en España, mientras que el PP aboga por compatibilizar la lucha contra el cambio climático y la economía.
La sentencia del Tribunal Supremo fija restringir la autoridad de la gubernamental de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) para regular las emisiones de gases contaminantes de las centrales eléctricas y, aunque el fallo no critica los límites a las emisiones de dióxido de carbono, niega la potestad de regular estos límites según la ley de Aire Limpio.
En España, el portavoz de medio ambiente del PP en el Congreso, César Sánchez, ha asegurado que economía y medio ambiente deben ir de la mano porque están «íntimamente ligados» y ha hecho hincapié en que «no habrá lucha contra el cambio climático sin economía, ni economía sin lucha contra el cambio climático».
Son «respetuosos» con la Justicia de otros países, ha señalado Sánchez, para incidir en que su partido se encuentra alineado con los compromisos internacionales (París y Glasgow) en materia de emisiones de gases de efecto invernadero.
Para el presidente de la Comisión de Transición Ecológica del Congreso y coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, se trata de una decisión «absolutamente devastadora» para combatir el cambio climático y, a su juicio, responde a la estrategia de la extrema derecha de hacer imposible la lucha contra la emergencia climática.
Se trata de un intento que «solo responde, y hay que decirlo claramente, a los intereses económicos de las industrias petroleras», promotoras de este caso de acabar con la lucha contra el cambio climático, algo que, según López de Uralde, el mundo no se puede permitir, «porque es una lucha demasiado urgente para estos retrasos».
Malestar en las organizaciones ecologistas
Desde Greenpeace, José Luis García ha condenado la decisión de los «miembros radicales» del Tribunal Supremo de bloquear la lucha contra el cambio climático y ha considerado que restringen severamente la capacidad del Gobierno federal para proteger a las personas y los ecosistemas que sustentan la vida.
García ha explicado que en 2018 la contaminación del aire por la quema de combustibles fósiles como el carbón y el gas fue responsable de aproximadamente una de cada cinco muertes en todo el mundo, por lo que ha calificado de «inconcebible» que magistrados de la Corte Suprema hayan fallado a favor de sacrificar más vidas para enriquecer a magnates del carbón y del petróleo.
«Por sus últimas sentencias, está claro que este tribunal se ha revelado en deuda con los señores corporativos», ha continuado José Luis García, para quien no hay duda de que los jueces americanos tienen la intención de desmantelar las normas e instituciones de la democracia que protegen la salud y la seguridad de familias, comunidades y generaciones futuras.
«Esta decisión representa un rotundo fracaso para la lucha climática, no solo en Estados Unidos sino a nivel mundial», ha declarado a EFE Irene Rubiera, miembro del equipo jurídico de Ecologista en Acción, que ha recordado que detrás de este fallo se encuentran «los grandes amigos de la industria fósil», que respaldan a la mayoría republicana en el Congreso de EE.UU.
El presidente Joe Biden «va a tener las manos atadas para llevar a cabo una política climática ambiciosa», ha dicho Rubiera, mientras el coordinador de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, ha lamentado que el Tribunal Supremo norteamericano «no entienda que la lucha contra el cambio climático requiere de un esfuerzo a todos los niveles, desde los estados hasta los gobiernos».
Para Andaluz, la decisión del Supremo impedirá que EE.UU. pueda hacer frente a sus compromisos internacionales en materia de medioambiente como el Acuerdo de París pues, según ha dicho, ahora «la Casa Blanca no tiene ningún mecanismo que le permita regular las emisiones de gases efecto invernadero y depende de la voluntad política de los distintos estados».
En la misma línea, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha calificado de «revés» para la lucha climática el fallo emitido por el Tribunal, si se tiene en cuenta que en su lista de los países y zonas geográficas más contaminantes del mundo por la cantidad de emisiones absolutas, el orden sería China, Estados Unidos, la Europa de los 27 y Reino Unido, India, Rusia y Japón.
En 2020 las emisiones de CO2 en Estados Unidos alcanzaron las 4.535,301 megatoneladas, aunque descendieron un 9,94 % respecto a 2019. EFEverde
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