Lejos quedan los tiempos en los que la sostenibilidad era cosa de unos pocos predicadores, ya que los efectos del cambio climático cada vez son más visibles y nos tocan a todos de primera mano.
Nos hemos habituado a la visita de tormentas, que aunque lleven nombres tan amables como el de Filomena, nos embisten sin piedad. De la misma manera, ya nos rendimos ante los incontrolables incendios de sexta generación o cualquier imprevisto medioambiental.
Asegurar la fecha del punto de no retorno, es toda una osadía. No quitar el pie del acelerador y avanzar hacia la transición energética sin dejar huella, es la recomendación.
En el camino, varios retos
El primero de ellos, reducir nuestra dependencia energética del exterior, algo que se ha agravado por la coyuntura de la guerra de Ucrania y la falta de suministro del gas; lograrlo, supondrá una mayor solidez para nuestro sistema energético y el abaratamiento de los costes actuales de la electricidad.
En este panorama la defensiva de la Unión Europa es lanzar proyectos como REPowerEU, que tratará de diversificar nuestras fuentes energéticas. A esto se suma los ya existentes planes de descarbonizar la economía antes del 2050, apostando por las energías renovables y la electrificación masiva del transporte.
El reto en las renovables está en el almacenamiento, dada la variabilidad del origen de estas fuentes. Es conocida la pionera solución de la central hidroeléctrica reversible, Gorona del Viento, en la isla del Hierro, que utiliza el agua para almacenar los excedentes de energía.
El almacenamiento también puede darse a través del hidrógeno verde, aunque actualmente precisa de un mayor desarrollo tecnológico para su uso a gran escala.
En este sentido, el binomio entre vehículos eléctricos y energías renovables supone una combinación perfecta.
Con el uso de la novedosa tecnología vehicle-to-grid (V2G), los vehículos no sólo podrán absorber energía de la red, sino también devolverla en forma de excedente mientras están aparcados y no vayan a ser usados, actuando de esta forma como baterías.
Si además usamos para nuestro vehículo un cargador programable, esto permitirá desviar el consumo a las horas valle, logrando aplanar la curva de demanda energética y aportando al sistema una mayor robustez y eficiencia.
Auge de la energía fotovoltaica
Dentro de las renovables destaca el reciente auge de la fotovoltaica, con células cada vez más eficientes consiguiendo el abaratamiento de este tipo de tecnología.
Esto se traduce en el descenso del LCOE (coste nivelado de la energía), que es ya inferior al del resto de energías convencionales y por tanto más rentable.
Por este motivo, cada vez se demanda más la instalación de energía fotovoltaica destinada a autoconsumo, incluso en comunidades energéticas.
El modelo evolucionará previsiblemente hacia un sistema de generación distribuida y descentralizado, los usuarios se convertirán en prosumidores de energía, es decir, no solamente la consumirán, sino que también la producirán.
En esta carrera, las Instituciones españolas han dado recientemente pasos en buena dirección, como el recién visto bueno del Consejo del Agua a la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de instalar paneles fotovoltaicos flotantes sobre el agua de los embalses.
De esta manera, se ampliará la potencia fotovoltaica instalada en España sin ocupar nuevo suelo. Además, el agua actúa como un agente climatizador, reduciendo la temperatura de los paneles y aumentando su eficiencia.
Alcanzar el objetivo del 100% renovable, implica ir de la mano de otras fuentes de energía de transición. Este año, el parlamento europeo ha considerado en su taxonomía, tanto al gas como a la energía nuclear, como actividades económicas medioambientalmente sostenibles.
Ese punto de apoyo en España parece inclinarse hacia el gas, siendo el país de Europa con una mayor capacidad de regasificación, con 6 plantas y el 38% de la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado (GNL) de todo el continente.
Pero también es relevante el peso que la energía nuclear tiene en el mix energético español, ya que el 20% de la energía total generada proviene de esta fuente.
La hoja de ruta pasa por una reducción paulatina y equilibrada entre estas dos fuentes y el aumento de las renovables, convirtiendo a cada hogar en una pequeña planta energética.
(*) Luis Linares es director general de la empresa EAVE.
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de Medio Ambiente y Ciencia en EFEnoticias y EFEverde
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