• 29/04/2025 16:56

Naranjas que generan vida

(origen) Ana Tuñas Matilla Abr 9, 2025 , , ,
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Ana Tuñas Matilla

La agricultura, principalmente, y la ganadería, en menor medida, son las actividades humanas que más naturaleza destruyen, superando con creces a ciudades e infraestructuras, según el empresario agricultor Luis Bolaños, que desde hace veinte años aplica en sus tierras medidas que permiten generar biodiversidad mientras se producen alimentos y que, además, son muy rentables.

Se trata de la agricultura «bio-inclusiva», la única que, partiendo de la agricultura convencional, busca generar biodiversidad al mismo tiempo que se producen alimentos y que va mucho más allá de lo que pretenden las agriculturas «bio, eco, orgánicas…», cuyo fin es reducir la presencia de tóxicos pero no generar vida, argumenta Bolaños, cuyas naranjas triunfan en Alemania.

Hablamos con él sobre cómo y por qué debemos apostar por este tipo de agricultura en una entrevista en la que ha defendido con vehemencia que o apostamos por ella o como especie animal que somos, desapareceremos, al igual que está desapareciendo el resto de biodiversidad.

Balsa de riego, antes y después de su renaturalización. Imágenes cedidas

Causa el 90 % de la pérdida de especies

Según datos de WWF, las poblaciones de fauna silvestre han disminuido hasta un 73 % en los últimos 50 años, lo que en un 90 % se debe a la agricultura y, en menor medida, a la ganadería, ha apuntado Bolaños, que considera que el impacto de las ciudades es mucho menor porque, todas juntas, apenas ocupan el 5 % del territorio.

Esto se debe a que la agricultura tradicional o convencional, que lo ocupa casi todo, ha sido, hasta ahora, excluyente de la naturaleza. «Donde metemos agricultura, expulsamos a la naturaleza porque lo arrancamos todo», ha señalado.

«Un día, uno de mis biólogos me dijo: Luis, ¿eres consciente de que la especie humana es otra especie más de la biodiversidad y que si seguimos con esta destrucción nos ponemos en riesgo a nosotros mismos?»

Esta reflexión, unida al amor por la naturaleza que desde pequeño le inculcó su padre, le llevó, en 2007, a preguntarse qué podían hacer para que la naturaleza viviera en sus plantaciones de cítricos (posee más de 500 hectáreas de naranjos y mandarinos).

Con el objetivo de generar diversidad biológica, empezaron a adoptar medidas «intuitivas», no basadas en ciencia, como, por ejemplo, sembrar cereales en los caminos de las fincas que se convirtieron en «verdaderos corredores biológicos» gracias a que no aplicaron herbicidas ni segaron.

Además, convirtieron las zonas menos provechosas de los terrenos en áreas de reserva natural. «Ahí se arrancó la plantación y nunca más se volvió a entrar».

«A los tres años, las poblaciones de bichos, de animales, se nos dispararon. No dábamos crédito», ha aseverado Bolaños, que ha explicado que fue entonces cuando la cadena de distribución alemana Edeka y Netto se interesó en su proyecto.

Al ver lo que habían conseguido, se quedaron con la producción en exclusiva, y enviaron a un grupo internacional de científicos y ecologistas para mejorarlo con medidas basadas en ciencia.

Naranjas de Naturgreen, empresa de Luis Bolaños y primera compañía hortofrutícola en recibir el sello de WWF por sus prácticas agrícolas compatibles con la biodiversidad.

La hierba, el big bang de la biodiversidad

Lo primero que hicieron fue apostar por la «hierba funcional» (no se arranca, no se siega ni se trata con herbicidas), que se dejó crecer salvo justo debajo de los árboles; y por los pesticidas de baja carga tóxica.

«En el momento en que tienes hierba se genera una fauna de insectos. Hay pulgones que se comen la hierba y cocinélidos, como las mariquitas, que se comen al pulgón. Cuando viene el pulgón a los cítricos, como tenemos una población de cocinélidos muy alta, migran de la hierba al árbol y así mantenemos a raya esos pulgones sin tratamiento».

Haber logrado el equilibrio entre depredadores y plagas, les ha permitido tener fincas sin tratamientos.

Además, al trabajar con baja carga tóxica, «generamos un montón de bichos, de insectos, que son la base fundamental de alimentación de un montón de especies: perdices, lagartijas, mochuelos, cernícalos, musarañas, erizos, etc, de los que, a su vez, se alimentan otras especies.

«Ahí empezamos a generar cadena trófica, como tienes hierba tienes conejos y como tienes conejos empiezas a tener depredadores para los conejos, y así sucesivamente (…) Siempre digo que la hierba es el big bang de la biodiversidad», apunta.

Hasta un águila pescadora

Otras medidas que han aplicado son sustituir cercados por árboles en las lindes o renaturalizar la balsa de riego con acciones como la plantación a su alrededor de vegetación de ribera, hasta el punto de que ahora la habitan una colonia de nutrias o un águila pescadora, considerada extinta en la Península debido a la desaparición de humedales.

«Un día, de repente la vimos allí. Por la anilla que lleva en la pata sabemos que es inglesa. Desde hace 5 años, habita en la finca El Cerro dos meses al año durante su migración desde Inglaterra a África. Para allí porque es el sitio más natural que ha encontrado», ha apuntado Bolaños.

También tienen perdices, codornices, chotacabras… Sólo entre 2023 y 2024 anillaron de forma oficial más de 40 ejemplares de diferentes especies rapaces.

El contar con especies vegetales silvestres permite también multiplicar la presencia de polinizadores y, con ello, aumentar la producción de cada árbol. Calculan que ha subido entre un 5 y un 10 %.

Naranjos rodeados de hierba funcional en la finca de El Cerro. Imagen cedida

Muy rentable

Entones, producir así, ¿es rentable? Su repuesta: es muy rentable, porque la producción no se resiente, porque los costes de cultivo son los mismos y porque la gente está dispuesta a pagar un poco más por productos que generan vida.

Así, en los últimos 10 años, las naranjas de Bolaños «han sido las más vendidas» en Edeka y Netto pese a ser un 20 % más caras que la naranja convencional, ha afirmado el empresario, cuyo próximo reto será aplicar este tipo de agricultura a los olivares, que en Andalucía ocupan ingentes cantidades de territorio.

Esto se debe a que «la gente está deseando por algo más de precio, no por 10 veces más, consumir productos de verdad, productos que respeten la naturaleza, la biodiversidad».

Si de algo depende la humanidad es de la agricultura, pero se necesita una que no destruya vida (…) «O hacemos que agricultura y biodiversidad sean compatibles o se extingue la humanidad porque los humanos vamos en el mismo lote», ha insistido.

Ejemplar de águila lagunera anillado en una de sus parcelas. Imagen cedida

Ligar la PAC a la generación de biodiversidad 

Para Bolaños, agricultura bio-inclusiva puede extenderse a toda la agricultura porque parte de la convencional, pero para lograrlo hace falta la implicación de los políticos, de las administraciones.

«La clase política tiene que tomar las riendas y explicarle a la sociedad la verdad. Y la verdad no es que un puente o una pista de aterrizaje son los causantes de la desaparición de las especies» porque. ha aseverado, la causa está en la presión que ejercen agricultura y ganadería sobre el medio ambiente.

«No se trata de morirnos de hambre para que los bichos vivan. Se trata de que la agricultura tiene que seguir aumentando su producción pero adoptando medidas para que sea compatible y no excluyente con la naturaleza».

Estas medias son «súper fáciles de aplicar y muy rentables (…) Lo que produce se vende por encima del mercado, ha insistido Bolaños, que considera que la administración debe impulsar el cambio de mentalidad entre los agricultores.

Para ello, una buena herramienta sería que parte de las decenas de miles de millones que mueve la Política Común Agrícola (PAC) vayan unidas a la biodiversidad que tú generes en tus campos. EFEverde

atm/al

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Artículo de Ana Tuñas Matilla publicado en https://efeverde.com/naranjas-que-generan-vida/