Hace más de tres meses Risco y Galana se convirtieron en los primeros quebrantahuesos que volvieron a surcar el cielo de la abulense Sierra de Gredos tras haber desaparecido hace más de medio siglo de esa zona central de la Península Ibérica por las malas prácticas humanas en los años 60 y 70.
Transcurrido ese tiempo de adaptación, estos dos primeros ejemplares necrófagos liberados en la zona de «Risco Redondo», de Zapardiel de la Ribera (Ávila), en la vertiente norte de Gredos, están teniendo una evolución «favorable».
El seguimiento «constante y diario» de Risco y Galana, cuyos nombres fueron elegidos por los escolares de esta zona de la provincia de Ávila, demuestra que su adaptación es buena, moviéndose en un territorio cada vez mayor, que abarca en torno a 900 kilómetros cuadrados, manteniendo como punto de referencia su lugar de partida.
«Life Corredores por el Quebrantahuesos»
Estos y otros datos han sido facilitados a Efe por la Delegación Territorial de la Junta en Ávila, a través de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, en el marco del proyecto «Life Corredores por el Quebrantahuesos».
Con apenas cuatro meses de vida, estos dos ejemplares cedidos por el Gobierno de Aragón en el marco de dicho proyecto, experimentaron a mediados del pasado mes de junio, por primera vez, lo que era la libertad de manera que, tras un periodo de adaptación de cuatro meses, fueron liberados de las jaulas de 3 metros de ancho por 1,90 de altura en cada caso.
Este proyecto pretende introducir en este territorio durante los próximos cinco años a 15 ejemplares para constituir un núcleo fundador de la especie en el centro de España.
Risco y Galana
Risco y Galana, los nombres de dos cumbres de la zona, fueron liberados cuando tenían 115 y 121 días, aunque habían legado a la Sierra de Gredos con 86 y 92 cada uno, tras haber nacido el pasado febrero en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH), procedentes de huevos rescatados de nidos de alto riesgo, situados en el Pirineo aragonés.
Después de completar de manera satisfactoria el proceso de cría y aclimatación con un protocolo inédito en Europa, ya estaban preparados para afrontar su nueva vida en libertad.
Tres meses después, parecen haber superado el periodo de aclimatación y su evolución en este tiempo de seguimiento continuo es «muy positiva», según afirma la Junta de Castilla y León.
Ambos ejemplares presentan «un buen desarrollo del plumaje y habilidades comportamentales acordes a su edad, ampliando sus áreas de campeo con movimientos exploratorios en esta etapa pre-dispersiva, que ya les han llevado a explorar los territorios circundantes».
De esta manera, Risco y Galana se están moviendo en un «territorio de campeo» de unos 900 kilómetros cuadrados, «explorando las Sierras aledañas al entorno de Gredos, teniendo siempre como referencia el lugar de suelta como punto de regreso».
Emisores Satelitales
El seguimiento del equipo de técnicos se apoya en el material óptico y la información recogida de los emisores satelitales y radiotelemétricos, lo que les ha hecho constatar la «correcta evolución de las capacidades biomecánicas, así como el grado de socialización correspondiente a un ejemplar de primer año».
Igualmente, se está monitorizando especialmente la evolución del plumaje de ambos, ya que «existe una correlación entre la calidad del plumaje y el estado fisiológico del ejemplar», algo que está «relacionado con su capacidad de vuelo y por ende con su capacidad dispersiva».
En este sentido, «no se han detectado estrías de crecimiento ni laceraciones en las plumas que pudieran indicar estados carenciales nutricionales», mientras que «la opacidad de las plumas en vuelo y la simetría desde el raquis en las plumas rectrices indican la facultad del individuo para mantener su capacidad de flotación y desplazamiento en estado óptimo».
Teniendo en cuenta estos datos, Risco y Galana presentan un plumaje «en transición entre el de pollo y el clásico plumaje de individuo de primer año», ya que «aún conservan algún rastro de plumón en cuello, nuca y área ventral», sobre todo el macho, ya que en el de la hembra está «ya prácticamente ausente».
«Gracias a la buena evolución de los ejemplares y su buen estado de salud se prevé que continúen con esta tendencia favorable durante el invierno y que continúen explorando los territorios más adecuados para la especie», concluyen los responsables de este proyecto.
LIFE Pro Quebrantahuesos
Todo ello dentro de un programa integral de recuperación de esta ave carroñera, bajo el amparo del proyecto LIFE Pro Quebrantahuesos (LIFE20/NAT/ES/0001363), que cuenta con la cofinanciación de la Comisión Europea, los gobiernos autonómicos de Aragón, Asturias, Castilla y León y Cantabria, así como del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de OAPN y Endesa.
Con un presupuesto de 2,68 millones de euros, este proyecto trata de recuperar esta especie que, según ya alertó el añorado naturalista burgalés, Félix Rodríguez de la Fuente, sigue estando en peligro de extinción, aunque él hizo ese llamamiento en un momento en el que en España apenas existía conciencia ecológica.
Risco y Galana continúan ese periodo de adaptación en la Sierra de Gredos, dentro de un primer año crítico, sumándose así a los 140 parejas reproductoras que existen en España de esta especie en peligro de extinción. EFEverde
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