Resulta fascinante pensar que, en pleno siglo XXI, hay lugares en los que el ser humano aún se mueve al ritmo que dicta la naturaleza, perfectamente sintonizado con ella. Algunos tan remotos como Sentinel del Norte, una pequeña isla en la que vive la comunidad originaria más aislada del mundo; y otros tan conocidos como la Amazonía, hogar ancestral de algunos de los más de 476 millones de Pueblos Indígenas que habitan hoy el planeta.
Estos grupos representan el 6% de la población mundial, y, con su modo de vida, protegen buena parte de la biodiversidad que queda en la Tierra. El 91% de los territorios gestionados por ellos se encuentran en buenas o aceptables condiciones ecológicas. Por algo se les considera los mejores guardianes de los bosques, y es que donde sus derechos son respetados, los ecosistemas prosperan.
Pese a ello, los desafíos que enfrentan son enormes. Actividades como la deforestación o la minería a gran escala amenazan sus tierras, poniendo en peligro su bienestar, y la marginación y la pobreza los han convertido en grandes damnificados del cambio climático. Como, por ejemplo, el drama de los Pueblos Indígenas del Ártico, amenazados por el deshielo del permafrost, o el de las 208 personas indígenas asesinadas en Brasil en 2023 como efecto de la violencia por la lucha de tierras que aún persiste en el país, según el informe Violencia contra los Pueblos Indígenas realizado anualmente por el Consejo Misionero Indigenista del que informó este mismo medio hace unos días.
Si deseamos revertir la degradación de los ecosistemas, las políticas de conservación deben integrar y contar con la participación de quienes mayor contacto tienen con ellos. Y es crucial, al elaborarlas, garantizar la tenencia consuetudinaria —es decir, la continuidad de los usos y costumbres— y el control de la tierra; adoptar un enfoque basado en los derechos y en el respeto al consentimiento libre, previo e informado (CLPI); asegurar que las estrategias se alinean con sus necesidades reales; así como implantar un entorno regulado y seguro para quienes abogan por la protección del medio ambiente.
Los Pueblos Indígenas no están dispuestos a ser observadores pasivos. Hoy compiten por asientos en las mesas de negociaciones, alzan su voz en las cumbres internacionales —tal como vimos en la pasada 28ª Conferencia de las Partes (COP28) de Naciones Unidas sobre el cambio climático— y protagonizan movimientos en los que las mujeres y los jóvenes cada vez tienen un papel más relevante.
La Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco (FPA2), a través de Forests and Communities Initiative (FCI), reconoce su papel a través de conferencias como la que tuvo lugar en Mónaco en noviembre de 2023, donde reunimos a más de 100 representantes indígenas y expertos para discutir las mejores prácticas de conservación inclusiva. En ese encuentro internacional, lanzamos una Llamada a la Acción que busca fortalecer su protección y promover su implicación en la gestión de los recursos naturales.
“Si no cambiamos nuestra forma de hacer las cosas, la factura a pagar será mucho más alta”, alerta uno de los activistas firmantes, el brasileño Benki Piyãko, líder de los Ashaninka, “pero si protegemos a los bosques, animales y ríos, seremos más ricos”. Forests & Communities Initiative llama en su declaración a unir fuerzas para velar por los guardianes por derecho propio de estos ecosistema, con 19 recomendaciones que recordamos en este Día Internacional de los Pueblos Indígenas en conmemoración de la primera reunión de trabajo de las Naciones Unidas sobre la población indígena celebrada en Ginebra en 1982.
Han pasado más de cuatro décadas desde entonces y los avances son palpables, pero queda mucho camino por recorrer y debemos seguir impulsando el cambio. El momento de actuar es ahora, ya que el planeta nos necesita urgentemente a todos, tanto como nosotros lo necesitamos a él.
Imagen de la presidenta de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco en España, Carol Portabella, cedida por la fundación. EFE
(*) Carol Portabella, presidenta de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco en España, para Creadores de Opinión Verde en EFEVerde
Foto de cabecera: EFE/Tatiana Nevo/ARCHIVO
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