Las matriculaciones de turismos no consiguen recobrar el vuelo tras el batacazo de la pandemia y acumulan una caída del 10,7% en el primer semestre del año. Son 407.757 unidades las vendidas hasta finales de junio, según los datos publicados este viernes por las patronales del sector. La caída se ha moderado levemente respecto al retroceso del 11,5% registrado en mayo, pero los pronósticos para el futuro no son halagüeños. Los responsables de estos malos resultados hay que buscarlos en un amplio cóctel de elementos, en el que destacan la crisis de los microchips, la incertidumbre económica y la espectacular subida de los precios de los combustibles en un contexto de inflación generalizada.
