Los accionistas del Banco Popular tienen cada vez más complicado recuperar algo de lo perdido durante el traumático proceso de resolución y venta de la entidad al Banco Santander por un euro en junio de 2017. El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha propinado este miércoles un nuevo varapalo a los inversores al avalar la actuación de las autoridades europeas y rechazar cualquier compensación a los demandantes. La Corte ha desestimado todos los recursos presentados por los accionistas, una decisión que puede ser recurrida en un plazo de dos meses y diez días, como probablemente sucederá.