Las llamadas por parte de empresas comerciales para ofrecer productos o nuevas condiciones forman parte del día a día. Para aquellos que las consideran molestas o excesivas, existen mecanismos como el el derecho de oposición al tratamiento y el derecho de supresión para impedir la difusión de información personal a través del internet. Sin embargo, la opción más fácil e intuitiva es la Lista Robinson.
La lista surge como medida autoregulatoria por parte de las empresas del sector de venta por catálogo en 1993, pero con el tiempo fue adaptándose a la normativa para incluir en su servicio canales telefónicos, SMS y email, como ocurre actualmente.
Para registrarse, solo hay que acceder a la web listarobinson.es y rellenar los espacios, para los que se requiere DNI, NIF o NIE; nombre, apellidos, fecha de nacimiento y email. Una vez registrado, solo falta filtrar por canales (teléfono, SMS, correo postal) dónde limitar la comunicación publicitaria.
Desde el organismo afirman que: De acuerdo con el artículo 23.4 de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, todas las empresas que no tengan el consentimiento de los destinatarios deben consultar la Lista Robinson antes de realizar una llamada comercial». No es un método infalible, pero dos meses después del registro comienza a tener efecto los efectos jurídicos. La página web es intuitiva y permite filtrar por canales donde queremos limitar el recibo de llamadas o mensajes comerciales.
Los responsables del servicio confirman que es completamente gratuito para los ciudadanos, ya que se financia a través de las cuotas que deben abonar las empresas obligadas a consultar la Lista Robinson.
