El Banco Central Europeo espera que los bancos de la zona euro vendan «pronto» sus activos rusos. Así lo ha expresado el máximo supervisor del BCE, Andrea Enria, mientras Moscú se tambalea al borde de la suspensión de pagos.
Con la economía de Rusia encogiéndose y aislada por las sanciones impuestas por Occidente, muchos prestamistas de la zona euro, entre los que se incluyen la Société Générale de Francia o el Raiffeisen Bank International de Austria (RBI) han dejado o buscan salir del país cuanto antes. «Todos los bancos europeos han dicho que venderán, todos están tratando de vender«, ha dicho Enria en un evento en Italia. »Algunos han vendidos o están en negociaciones y aunque no es un proceso fácil, espero que se completará pronto«, ha asegurado
El RBI austriaco, por ejemplo, está evaluando el interés de los compradores potenciales de su banco ruso, el décimo más grande del país, pero ha advertido que el proceso puede tomar su tiempo. Société Générale ha vendido su filial rusa y UniCredit se ha deshecho de algunos de sus activos en el país vía ‘swaps’. Enria ha reiterado que el impacto directo de la situación económica de Rusia para los bancos de la zona euro es por ahora «manejable» y que los bancos, por lo general, hacen frente a la recesión prolongada resultante de la crisis en Ucrania, aunque reconoce que algunos pueden tener dificultades si la situación se agrava por su exposición directa a Rusia. Por eso recomienda la salida.
Los bancos de la zona euro no son, en todo caso, los más expuestos. Se calcula que los bancos suizos poseen hasta 213.000 millones de dólares en activos rusos y que sus principales entidades, UBS y Credit Suisse, disponen cada uno de decenas de millones de francos de clientes rusos que corren el peligro de ser congelados por las sanciones o afectados por las quiebras que propicie la crisis rusa.
Rusia no ha pagado 1,9 millones de dólares en intereses sobre deuda acumulados esta semana y se teme que el impago desencadenará consecuencias por un valor potencial de miles de millones de dólares. El gobierno ruso ha informado que está dispuesto a permitir el uso de criptomonedas para pagos internacionales, con el objetivo de intentar amortiguar el impacto de las sanciones occidentales impuestas a Moscú. «En principio no nos oponemos al uso de criptomonedas en transacciones internacionales», ha dicho Ksenia Yudaeva, primera vicegobernadora del Banco Central de la Federación Rusa, que hasta ahora había pedido la prohibición de las criptomonedas y en diciembre mantuvo conversaciones con actores del mercado y expertos sobre la posibilidad de esta prohibición para limitar los riesgos sobre la estabilidad financiera.
