La cúpula del Banco Central Europeo (BCE) ha acordado este miércoles acelerar el diseño de un nuevo instrumento para frenar futuras crisis de la deuda soberana en la zona euro. La decisión se ha adoptado en una reunión de urgencia convocada ante la escalada de las primas de riesgo de los países del sur de Europa, en particular Italia, que se produjo después del anuncio de subidas de tipos de interés la semana pasada. En un comunicado, el Consejo de Gobierno de la institución presidida por Christine Lagarde ha decidido ha indicado los dos pasos que ha decidido dar para frenar esa fragmentación. De inmediato, el BCE ha decidido reinvertir los vencimientos de deuda del extinto programa para combatir la pandemia (PEPP, en sus siglas en inglés) con “flexibilidad”. Es decir, que esa cartera, que asciende a 1,7 billones de euros, se podrá destinar sobre todo a los países que más acusen los ataques de los mercados, incluida Grecia.
