Bruselas (EuroEFE).- Crear un Fondo de Competitividad en la UE y vincular el desembolso de fondos regionales a la adopción de reformas son algunas de las propuestas económicas de los candidatos a integrar la futura Comisión Europea, que también han rebajado las expectativas sobre una tasa europea a las tecnológicas.
Un par de semanas antes de someterse a sus respectivas audiencias de confirmación en el Parlamento Europeo, los comisarios designados adelantaron varias de sus prioridades al responder por escrito a las preguntas que les hicieron varias comisiones de la Eurocámara, en unos cuestionarios que se hicieron públicos este miércoles.
La futura política económica de Bruselas quedó esbozada en las declaraciones del candidato a vicepresidente de Prosperidad y Estrategia Industrial, el francés Stéphane Sejourné; el aspirante a vicepresidente de Cohesión y Reformas, el italiano Raffaele Fitto; y la designada como vicepresidenta de Soberanía Tecnológica, la finlandesa Henna Maria Virkkunen; así como en las de la española Teresa Ribera, candidata a vicepresidenta de Transición Ecológica y Competencia.
Competitividad y descarbonización
El francés Séjourné tendrá entre sus cometidos diseñar junto a Ribera el llamado Pacto para una Industria Limpia, una propuesta que planea presentar en sus primeros cien días de mandato y que, prometió, «continuará la senda de descarbonizar e industrializar la economía europea al mismo tiempo, con más resiliencia y autonomía estratégica».
«Aceleraremos la descarbonización de la industria simplificando los procesos administrativos, desarrollando mercados líderes en productos sostenibles, movilizando financiación privada para la transición, aprovechando las asociaciones, reforzando nuestro mercado único y asegurando igualdad de condiciones«, escribió Séjourné.
Un pilar fundamental de esta estrategia será una «Ley Aceleradora de la Descarbonización Industrial» que apoye el mercado de tecnologías limpias y agilice procesos burocráticos, sobre todo para las industrias de alto consumo energético, y que se sumará a iniciativas ya en marcha como la Ley de Materias Primas Críticas o la Ley de Economía Circular.
Entre las grandes prioridades del francés estará también crear un Fondo de Competitividad que ayude a movilizar los 800.000 millones de euros en inversiones anuales adicionales que la UE necesita para competir con China y Estados Unidos sin renunciar a sus objetivos estratégicos en clima o defensa, según recuerda el reciente informe Draghi.
«Tenemos que centrar mejor el gasto de la UE en nuestras prioridades«, escribió el nominado, quien avanzó que este fondo se enmarcaría en el presupuesto de la UE y financiaría «bienes públicos europeos» con la meta de asegurar que se fabrican en Europa, entre los que serán clave «tecnologías estratégicas» como inteligencia artificial, tecnologías limpias, biotecnología o espacio.
El exministro francés de Exteriores defendió que este fondo deberá ser «flexible» para impulsar la inversión privada y reducir el riesgo de la misma.
Además, abogó por avanzar en la integración de los mercados de capitales europeos, reforzar el papel del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que a su juicio podría «asumir más riesgo en las operaciones que financia»; y continuar con el programa Invest EU, que usa el presupuesto europeo como palanca para generar inversión privada.
Asimismo, aseguró que la UE deberá «desplegar todas sus herramientas comerciales y de competencia», tales como el uso «sistemático» de medidas de defensa comercial«, e incluso reforzarlas para garantizar la igualdad de condiciones y «proteger a la industria europea de la competencia externa injusta«.
«La competitividad como un medio y la prosperidad como el objetivo, esa es mi misión», escribió Séjourné, quien defendió que «la UE debe actuar junta para tener éxito, no como 27 Estados separados» e insistió en la necesidad de coordinar las políticas económicas, industriales, de inversión o innovación nacionales.
Cohesión y reforma del presupuesto
Por su parte, el candidato a vicepresidente de Cohesión y Reformas expresó su claro respaldo a la iniciativa de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, para reducir el número de programas del presupuesto europeo de los 530 actuales a sólo 27 planes nacionales, uno por país, y también para ligar los pagos a la adopción de reformas e inversiones pactadas previamente.
El italiano Raffaele Fitto enfatizó que los últimos informes sobre la Política de Cohesión «subrayan la importancia de reforzar el vínculo entre inversiones y reformas para maximizar su impacto», y opinó que esta conexión «será crucial» para la convergencia de las regiones.
«Vincular el Semestre Europeo y los desembolsos de fondos de la UE ha mostrado sus ventajas bajo el fondo de recuperación«, opinó Fitto, para después apuntar que este mecanismo «ha permitido que la UE dé apoyo directo a los Estados miembros para adoptar reformas e inversiones duraderas que abordan los retos nacionales y contribuyen directamente a fortalecer el crecimiento europeo y el Estado de derecho».
Fitto, quien cree que la Política de Cohesión debería centrarse en reducir las «disparidades» regionales y apoyar en especial a las regiones menos desarrolladas, dijo que el próximo presupuesto de la UE a largo plazo para el periodo 2028-2034 será «una oportunidad para diseñar» una Política de Cohesión reforzada que «debe estar alineada con prioridades comunitarias más amplias«.
Aunque Fitto será el encargado de reformar la Política de Cohesión, la tarea de trabajar en el nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) le ha sido encomendada al polaco Piotr Serafin, candidato a comisario de Presupuesto en el nuevo Ejecutivo comunitario.
En su cuestionario, Serafin se comprometió a impulsar un presupuesto más simple y centrado en perseguir los objetivos del bloque, lo que a su juicio requiere «menos programas«, aunque más concretos, y «un plan para cada país que vincule reformas clave con inversiones centradas en ámbitos en los que es más necesaria la acción de la UE».
Von der Leyen planea presentar su propuesta para el próximo MFF durante el primer año de mandato del nuevo Ejecutivo comunitario, pero las regiones han cargado ya contra lo que consideran un movimiento «centralizador» que reduce su peso en el diseño y la ejecución de los fondos europeos.
La futura tasa a las tecnológicas, en duda
Por último, la candidata a asumir la vicepresidencia de la Comisión Europea sobre Soberanía Tecnológica, la finlandesa Henna Maria Virkkunen, se comprometió a trabajar en la Ley de Redes Digitales que Bruselas tiene previsto aprobar a lo largo del año que viene para impulsar el despliegue de la banda ancha y la alta velocidad.
La candidata apuntó que existe «un animado debate» sobre cómo debe financiarse este despliegue», que «no debe reducirse simplemente a una discusión sobre las tasas de la red» que las operadoras quieren imponer a las tecnológicas como Netflix o Amazon.
El debate, dijo Virkkunen, «debe ser sobre cómo diferentes actores contribuyen a un ecosistema de comunicación innovador y vibrante, basado en igualdad de condiciones», que a la vez «salvaguarde los intereses de los ciudadanos europeos».
En este sentido, aseguró que tendrá en cuenta las respuestas que los distintos actores del sector dieron a la consulta pública que su antecesor en el cargo, el francés Thierry Breton, lanzó el año pasado sobre la financiación de las futuras inversiones.
Unas respuestas que llevaron a Breton a diluir la posibilidad de introducir una tasa europea a las tecnológicas, idea que tampoco genera consenso entre los países de la UE.
Está previsto que la próxima Comisión Europea empiece su mandato el 1 de diciembre, siempre y cuando los 26 candidatos a comisarios superen las audiencias de la Eurocámara, que tanto en el caso de Ribera como en el de Fitto, Séjourné y Virkkunen están programadas para el 12 de noviembre.
De lo contrario, el nuevo Ejecutivo comunitario podría ver retrasado su inicio.
Editado por Lucía Leal