Cada vez son más las empresas que implementan la inteligencia artificial en sus procesos productivos. Una forma de mecanizar procesos y realizar análisis de grandes cantidades de datos fundamentales para entender el paradigma económico actual y el surgimiento de las grandes compañías fundamentadas en el ‘Big Data’. La socia y directora de Brain VC, un fondo de capital riesgo especializado en implementar esta tecnología en empresas, comenta la situación actual de la inteligencia artificial.
¿Es pronto para conocer los límites de la influencia que puede tener la inteligencia artificial en nuestro día a día?
Es importante desmitificar ciertos aspectos. La inteligencia Artificial ya forma parte de nuestro día y los datos que se están generando a partir de esta tecnología en las industrias son abrumadores. Mejora de hasta un 20% el rendimiento de la producción, reduce los costes de mantenimiento en un 30% y el 63% de las empresas que han introducido la inteligencia artificial en sus procesos ha reducido en hasta un 44% sus costes operativos.
No hay que esperar a un fututo, es un presente. A día de hoy, en las industrias ya es una realidad: el año pasado hubo 100.000 millones de dólares invertidos en inteligencia artifical, porque se puede apreciar cómo afecta tanto en la mejora de márgenes como en la reducción de costes.
¿Qué aplicaciones tiene la inteligencia artificial en ámbitos más allá de la industria?
Con la pandemia, incrementó la implicación de la inteligencia artificial en distintos sectores como el sanitario o el de la educación. En lo referente a la salud, la tecnología permite mejorar el trato de los datos personales, con algoritmos y ‘machine learning’ que permiten obtener información más precisa y aplicarlo de cada individuo
Sobre la educación, el Covid promovió el desarrollo de las EdTech (tecnologías de la educación), lo que permitió que se mantuviese hasta cierto punto la interacción entre alumnos y profesores durante el confinamiento.
¿Afecta la falta de materias primas, en especial la de microchips, en el desarrollo de esta tecnología?
Nada es insensible a nivel macroeconómico, pero en nuestro caso los resultados son muy positivos. Cuando hay periodos de construcción o recesión, las empresas concentran esfuerzos en los aspectos que se pueden mejorar. La tecnología SEO (optimización para motores de búsqueda), que depende de la inteligencia artificial, es un ejemplo de ello. Cada vez es más demandado y por ello hay más volúmenes de inversión
Cabe hacer una distinción entre hardware y software, ya que la falta de componentes no afecta tanto en el desarrollo de programas. Además, cada vez hay más compañías relacionadas con inteligencia artificial debido al abaratamiento de costes con motivo de los avances tecnológicos, y eso está motivando su expansión
¿Cómo afecta la inteligencia artificial en nuestra calidad de vida?
Nos está facilitando procesos como el tratamiento específico para determinados cánceres, como el de pulmón, a través de datos genómicos. Es una realidad palpable, aunque no siempre obvia. También a nivel industrial, destacaría la mejora en la calidad de los componentes que permiten optimizar la productividad de las cadenas de montaje.
¿Tenéis planes de expandir la base de inversores más allá de España?
La mayoría de nuestro portfolio se desarrolla y seguirá siendo en España. Es un punto de inversión muy importante, porque tenemos buenas valoraciones con respecto a nuestros países vecinos por parte de empresarios, inversores e ingenieros de altísima calidad. Una capacidad digital y tecnológica brutal. Tenemos un músculo y un saber hacer. Esto unido al entorno socioeconómico europeo, nos sitúa como un foco maravilloso para la inversión. Parece que lo único que nos falta es creérnoslos (ríe)
También tenemos planes de expandirnos a otros países, pero eso no implica que sigamos teniendo nuestro núcleo de inversores entre España y Latinoamérica.
