• 25/04/2024 15:15

La Comunidad de Madrid emplea el deporte para reinsertar a menores y jóvenes infractores

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El periodista británico, John Carlin, explicó muy bien en su libro «El factor humano», el poder del deporte para tender puentes entre personas, aparentemente imposibles de reconstruir. Y Clint Eastwood, en su película «Invictus», basada en el libro de Carlin, llevó ese convencimiento a la gran pantalla en una de las grandes películas de la historia del cine.

Narra la historia del presidente sudafricano, Nelson Mandela, que para unir a una nación profundamente dividida entre negros y blancos, con una historia de Aparheit, de racismo, a sus espaldas, no duda en apoyar a la selección nacional de rugby, formada principalmente por blancos, para conseguir esa reconciliación. Él mismo había pasado 27 años en la carcel por oponerse al gobierno racista. Y no solo eso, sino que, además, se puso la camiseta verde de los «Springbots» y una gorra.

Fue, para que nos hagamos una idea, como si Felipe González se hubiera puesto la camisa de la Falange, en el caso de que hubiera sido la misma de la selección nacional. Mandela entendió que el deporte era el camino para conseguirlo. Una «epifanía», o un momento «eureka» que descubrió en 1992, cuando asistió a los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Al final, los «Springbots» ganaron la copa del mundo de Rugby en 1995.

Se impusieron a la poderosa selección de rugby neozelandesa. En el estadio Ellis, de Johanesburgo, el mismo en el que España ganó, precisamente, su Copa del Mundo de Fútbol de 2011 imponiéndose a Holanda en la final.

Morgan Freeman en el papel del presidente Sudafricano, Nelson Mandela, saludando a Matt Damon, que interpretaba el rol del capitán de los «Springbots», la selección nacional de rugby de Sudáfrica, François Pienaar, en la película «Invictus», de Clint Eastwood, en la que se cuenta cómo Mandela utilizó el rugby para unir a una nación profundamente dividida.

LA MISMA IDEA QUE NELSON MANDELA: EL DEPORTE COMO PUENTE DE COMUNICACIÓN Y HERRAMIENTA DE REHABILITACIÓN

La Comunidad de Madrid utiliza ese mismo recurso que empleó Mandela en Sudáfrica: el deporte como pieza básica para la reintegración en la sociedad de quienes cumplen medidas judiciales en los centros de la Agencia Regional para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI).

El impacto de este recurso de apoyo ha demostrado –una vez más– su gran eficacia. Porque el deporte une.

Así lo aseguró Enrique López, consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid (CAM), durante la visita que ayer realizó al complejo Teresa de Calcuta de la ARRMI, ubicado en la localidad de Brea de Tajo, al sudeste del territorio de la Comunidad.

Allí participó en la presentación del libro «Mi Once de Oro», escrito por el entrenador Antonio Fernández Marchán, responsable del programa «Mucho más que fútbol» que se desarrolla en este recinto desde 2012. Fernández Marchan ha sido ojeador y analista de la Real Federación Española de Fútbol, ​​director técnico del Sevilla FC y Valencia CF, así como director de fútbol de clubes como Xerez CD y Málaga CF.

«La práctica deportiva es siempre la mejor escuela de valores y la mayor expresión de la superación personal», afirmó López, un gran aficionado al fútbol –su equipo este año ha ganado la Copa de Europa y la Liga–. Y un convencido de que el deporte, sea el que sea, es un puente de comunicación entre seres humanos, que une y ayuda. «Es como un segundo lenguaje».

El consejero agradeció a Fernández Marchán la “enorme sensibilidad social” que ha desplegado en “una obra imprescindible, pues da visibilidad a la intervención profesional que se realiza con los menores y jóvenes infractores”.

López recordó que los casos de éxito con la población atendida por la ARRMI superan el 90 %. Por ello, alabó el modelo, «del que estamos orgullosos. Porque es una referencia nacional e internacional. Nos piden información desde otros territorios, incluso en gobiernos de países vecinos, como Portugal”, destacó.

López, en conversación con Confilegal después, recordó también la película «Invictus» y la importancia del deporte, y de los valores que entraña, en nuestras vidas.

«Mandela descubrió esta verdad en España, en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992. Había sido puesto en libertad en 1990 tras pasarse más de veinte años en la cárcel. En 1994 se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. Buscó la reconciliación. Y encontró que el deporte era ese puente que estaba buscando; lo que vio con toda claridad en España. La película de Clint Eastwood, ‘Invictus’, relata muy bien lo que supuso la victoria en la final del Mundial de rugby de 1995: la unión en un pueblo dividido», refirió el consejero.

«Fue la misma sensación que tuvimos nosotros cuando ganamos la nuestra, la de fútbol, en 2010. Una victoria, en la que Fernández Merchán tuvo que ver porque formó parte del equipo técnico de la Federación en aquella victoria histórica».

Y añadió: «El deporte es una poderoso herramienta que ayuda a inculcar valores a los jóvenes. El trabajo de Antonio Fernández Merchán en el programa ‘Mucho más que fútbol’ lo demuestra. No podemos estar más satisfechos de los resultados obtenidos. Es el camino».

Enrique López, en el centro, con Antonio Fernández Marchán, a la izquierda, y Diego López del Hierro, director gerente de la Agencia Regional para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor. Foto: CAM.

En «Mi Once de Oro» (editorial Círculo Rojo), su autor pone a disposición de los lectores una selección de historias entre los más de 300 internos que han participado en «Mucho más que fútbol» durante la última década.

Todo ello, respetando siempre el anonimato de los adolescentes y poniendo en valor la labor de los trabajadores de la ARRMI.

Fernández Marchán trufa cada capítulo con una serie de reflexiones personales. Cada uno de ellos está apadrinado por personajes públicos que han tenido la ocasión de conocer esta iniciativa de primera mano y participar en algunas de las sesiones.

Entre ellos se encuentran Sergio Ramos, Dani Alves, David Demaría, Canco Rodríguez o Andrea Duro.

Antonio Fernández Marchán, Enrique López y Diego López del Hierro durante la presentación, que se hizo en el campo de fútbol del centro. Foto: CAM.

OTRAS PRÁCTICAS DEPORTIVAS RECUPERADAS

Tras el paréntesis por la pandemia de COVID-19, la Comunidad de Madrid está recuperando paulatinamente algunas de las actividades deportivas que forman parte de los programas de reinserción y reeducación de la ARRMI y que se vieron interrumpidas por la crisis sanitaria.

Así, se ha retomado la escuela de baloncesto que se imparte en el Centro Teresa de Calcuta en colaboración con Fundación Real Madrid y se trabaja para hacer lo mismo con otras disciplinas.

Entre estas últimas destacan el fútbol 7 –Torneo Intercentros y Torneo primavera en colaboración con la Fundación Club Atlético de Madrid–; la escuela de tenis del centro Teresa de Calcuta, en colaboración con la Fundación Madrid por el Deporte y la Fundación del Tenis Madrileño; el Cross Valdelatas, una carrera campo a través; los Juegos Olímpicos ARRMI; y los torneos Intercentros de ajedrez.

En la actualidad, 1.625 jóvenes y menores infractores están cumpliendo medidas judiciales –278 en internamiento y el resto en el ámbito no privativo de libertad compuesto por las medidas de medio abierto y las reparaciones extrajudiciales– gracias a la atención de la Comunidad de Madrid.


Artículo de Carlos Berbell publicado en https://confilegal.com/20220626-la-comunidad-de-madrid-emplea-el-deporte-para-reinsertar-a-menores-y-jovenes-infractores/