La tensión se masca en el ambiente a medida que avanzan los días. Tras varias jornadas de formación sobre técnicas de supervivencia en entornos hostiles, la práctica final está por llegar. Los instructores del curso ya lo avanzaron en la primera clase: “os vamos a someter a situaciones de mucho estrés”. Pasa el tiempo hasta que ese momento llega: los vehículos que desplazan a los alumnos se detienen abruptamente, unos sujetos que portan armas gritan, humo, desconcierto… El simulacro de secuestro acaba de comenzar. Aún sabiendo que nada puede salir mal, el corazón se acelera y la sensación de agobio perdura hasta el final de la práctica. Es el colofón del Curso HEAT de la Guardia Civil, una formación destinada a personas que trabajan en países peligrosos y entornos hostiles.
El Centro de Adiestramientos Especiales (CAE) de la Guardia Civil, situado en Logroño, recibe al menos una vez al año, desde 2016, a un grupo de profesionales de la seguridad privada para participar en este curso. Allí reciben formación teórica, pero sobre todo práctica, acerca de pautas y técnicas que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte ante incidentes peligrosos. Es el caso de atentados, intentos de asesinato, atracos, secuestros o cualquier otro escenario que ponga al límite a la persona desplazada.
Algunos de los aprendizajes que adquieren quienes asisten al Curso HEAT (Hostile Environment Awareness Training) son primeros auxilios, orientación, identificación de explosivos o conducción evasiva. Pero, sobre todo, pueden sentir en sus propias carnes simulaciones de situaciones comprometidas como un secuestro.
“El objetivo de estas situaciones de estrés es que el alumno tenga una referencia más allá de la teoría. Situaciones como estas requieren una respuesta casi inmediata y, si se llevan esta experiencia del curso, sabrán como actuar casi sin pensar. Esa es la importancia de llevar estos incidentes a la práctica”, explica a Seguritecnia el teniente coronel Alberto Arnáez Alonso, jefe del CAE. En definitiva, se trata de que los alumnos estén preparados si llegara el caso de un suceso que ponga en riesgo su vida.
Para ello, el CAE cuenta con una plantilla de agentes especializados en estos contextos. Los instructores han formado parte antes del Grupo de Acción Rápida, una de las unidades de élite de la Guardia Civil que opera tanto en territorio nacional como en el exterior. Ahora transmiten su experiencia a personal civil a través de este curso.
Ucrania, Somalia, Argelia, Centroamérica… No son pocos los ejemplos de países en conflicto o con elevadas tasas de criminalidad donde las lecciones que imparten estos agentes resultan de inestimable valor.
Los orígenes del Curso HEAT
El Curso HEAT nació en 2014 para formar a personal de la escuela diplomática, si bien poco después se abrió a otros perfiles. Desde entonces, han participado ya cerca de 470 profesionales de diferentes ámbitos.
Según explica el teniente coronel Arnáez, la Unión Europea observó hace años una carencia de conocimientos en gestión de riesgos y supervivencia en entornos hostiles por parte del personal expatriado. “La Unión Europea creo entonces una formación, llamada HETS (Hostile Environment Training Security), que era online y de unas ocho horas. Nosotros ya veníamos haciendo un adiestramiento para personal de la Guardia Civil previo a su despliegue y vimos que podíamos trasladar ese formato más amplio, actualizado y de manera práctica al ámbito civil”, relata el jefe del CAE.
Los participantes reciben formación práctica sobre técnicas que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en escenarios hostiles
A los pocos años de comenzar esta formación, sus responsables abrieron el abanico a otros profesionales a los que también vendría bien, como cooperantes, expatriados, periodistas o personal de seguridad. La asistencia de estos últimos se enmarca en los programas Coopera y Plus Ultra del Servicio de Protección y Seguridad (SEPROSE) de la Guardia Civil, que invita y propone a los profesionales de este ámbito que participan en cada edición.
Cuestión de supervivencia
La jornada comienza temprano, cuando todavía no ha salido el sol en Logroño. Las lecciones teóricas a primera hora dan paso poco después a los talleres y supuestos prácticos que tienen lugar en el Polígono de Experiencias para Fuerzas Especiales que ha habilitado allí la Benemérita. El temario incluye módulos sobre seguridad personal, primeros auxilios, tipos de armas y explosivos, orientación y topografía, conducción evasiva o actuación ante un secuestro. El contenido no deja nada a la improvisación ante situaciones tan peligrosas como las que se simulan aquí.
Los conocimientos sobre seguridad personal abordan desde el análisis de riegos del país de destino hasta la protección durante la estancia. Los instructores trasladan en este caso recomendaciones de seguridad en el domicilio, en el lugar de trabajo, en los desplazamientos o durante el tiempo libre. También proporcionan pautas para actuar en caso de atentado terrorista, que están basadas en el principio básico de “corre-escóndete-pelea”.
Otra de las materias imprescindibles para entornos peligrosos son los primeros auxilios. Los participantes del Curso HEAT aprenden a valorar la situación de la víctima (incluso si son ellos mismos), manejar hemorragias de todo tipo mediante vendajes o la aplicación de torniquetes, maniobras de reanimación ante paradas cardiorespiratorias o desobstruir las vías respiratorias.
El contenido de esta formación incluye asimismo técnicas de orientación y de interpretación de mapas. Una habilidad de incalculable valor para profesionales que desempeñan su labor en localizaciones remotas o han de recorrer largas distancias en lugares desconocidos. La instrucción comprende el uso de sistemas de navegación, lectura de coordenadas y curvas de nivel o el uso correcto de la brújula.
Entre los conocimientos que proporciona el Curso HEAT están la seguridad personal, primeros auxilios, conducción evasiva o gestión del estrés en situaciones límite
Un cuarto contenido es el reconocimiento de los diferentes tipos de armamentos y explosivos que pueden encontrarse los desplazados en lugares peligrosos. El adiestramiento va desde reconocer el sonido de un fusil AK-47 hasta saber actuar en caso de encontrarse con explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés), minas o artefactos de uso militar.
También forma parte del Curso HEAT la seguridad durante los desplazamientos por carretera. Los trabajadores en entornos hostiles pueden encontrarse situaciones como emboscadas, ataques a su convoy, chekpoints policiales o de organizaciones criminales… En estos escenarios es fundamental saber gestionar el momento y conocer técnicas de conducción evasiva o liberación de vehículos. Las actividades que realizan los alumnos en este sentido consisten en maniobras complejas o técnicas para desbloquear vehículos atrapados en terrenos embarrados, arenosos, nevados o similares.
El colofón del curso llega con la práctica final donde se aplican todos los conocimientos adquiridos. Tras recibir unas pautas de conducta y de gestión del estrés en situaciones límite, la instrucción consiste en vivir en las propias carnes un secuestro simulado. Los instructores del CAE recrean un escenario donde los alumnos experimentan sensaciones de desconcierto ante la falta de visibilidad, la presión de los secuestradores, la ansiedad de la incertidumbre… En definitiva, se trata de desarrollar una experiencia cercana a un rapto real. Quienes han participado en ella reconocen que no se pasa bien, pero a la vez admiten que el ensayo es una referencia útil para saber actuar en un incidente real.
Con esta práctica finaliza una intensa semana en la que los participantes del Curso HEAT vuelven con la experiencia que da aproximarse a situaciones como las que se simulan. Porque si la experiencia es un grado, en estos casos es una cuestión de pura supervivencia.
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