No ha cesado en la acumulación de premios, galardones y nombramientos de honor, siendo el último a nivel internacional que recogerá el próximo mes de diciembre en Inglaterra.
Sin duda, de entre los mejores abogados de España (en Alicante es el penalista número uno) muchos de sus colegas y otros tantos profesionales de la materia judicial lo consideran, sin excepción, dentro del “top ten” del panorama penal nacional.
Acaba de ser recientemente premiado por su reputada labor como penalista por la célebre y más que respetada institución inglesa “Spain Prestige Awards”. Con una trayectoria marcada, desde el año 2015, por una media de diez premios anuales otorgados los más importantes organismos jurídicos el abogado Raúl Pardo Geijo no ha dejado de aumentar día a día su caché profesional no sólo por la contundencia en el desempeño de sus actuaciones judiciales sino sobre todo, y lo que es verdaderamente importante, por los innumerables éxitos profesionales obtenidos en los juzgados y Audiencias penales de toda España y, cómo no, en la Comunidad Valenciana, donde despunta en Alicante y Valencia por la notoriedad de alguna de las causas que ha asumido.
Es difícil que no esté presente en los asuntos jurídicos más complejos del País (entre otros tantos se pueden citar Gurtel, Ninette, Malaya, Tosca, Pokémon, Ghost o Santiago-Rusadir) pero lo realmente difícil es saber en aquellos en los que está inmerso pues, dado su hermetismo, sólo se descubre su presencia en un asunto cuando aparece ante los Juzgados o Audiencias con su afamado cliente . El último caso de éxito, de hace apenas un mes, fue la absolución en Alicante de una de las mayores causas de corrupción que afectan a varios políticos de la ciudad o, hace escasos días, también en la ciudad, de uno de los mayores clanes dedicados a los delitos de tráfico de drogas. El año pasado la Audiencia Provincial de Alicante confirmó el sobreseimiento de todos sus representados, guardias civiles, en la llamada operación “Sakura”.
Ciudadanos de toda España acuden a su Despacho, convirtiéndose sus expedientes, dado el volumen de información confidencial que maneja a nivel político, en una auténtica enciclopedia de la corrupción que asola España. Todavía se recuerda, en la llamada “Operación Púnica” cando sacó absuelta a una senadora del Partido Popular (también defiende al líder del PSOE de la Región de Murcia) que se enfrentaba a numerosos delitos de corrupción. Entonces, las noticias de los medios nacionales corrían como la pólvora y su condena, en virtud de todo lo afirmado por la UCO, era prácticamente segura. Sin embargo, Pardo Geijo se enfrentó, a través de los medios, de forma contundente contra la propia UCO señalando, de forma literal, “no hay delitos, diga lo que diga la UCO”. El Tribunal Supremo finalmente le dio la razón. Pero no quedó ahí la cosa, pues simultáneamente tuvo un enfrentamiento directo con otro de los magistrados en el proceso “Novo Cartago”, al defender a otra senadora que se hallaba imputada por un importante catálogo de delitos y que, finalmente, acabó por sobreseer libremente el Supremo.
Hasta los jueces que actualmente instruyen algunos de sus asuntos –muchos de ellos catalogándolo como el mejor– han afirmado su “exquisita capacidad procesal” así como la “precisión de sus interrogatorios”, siendo algo incontrovertido la solidez de su trayectoria profesional (avalada por multitud de galardones y aseverada tanto por sus numerosas publicaciones científicas como por la efectividad de sus actuaciones, muchas de ellas en Alicante) que han convertido a este penalista en el abogado que todo cliente “culpable” –y por qué no, inocente– quisiera tener.