Cuando perdemos a un ser querido, no solo nos tenemos que enfrentar a la difícil situación de sobreponernos a un problema de una magnitud como la mencionada, con el gran impacto emocional que puede llegar a tener. Además, también tenemos que comenzar a estudiar todo lo que debemos hacer para recibir la herencia pertinente y comenzar con todos los trámites que son necesarios para reclamar al seguro la póliza que este tuviera contratada. Un escenario en el que seguro que nadie se quiere ver envuelto.
Los seguros de decesos en España han experimentado un notable crecimiento durante los últimos años y cada vez son más las personas que tienen uno de ellos contratado. Este es el motivo por el que es tan importante realizar todos los trámites necesarios, puesto que deberemos comprobar, en primer lugar, si nuestro familiar cuenta con una póliza. Y, en segundo, las coberturas que incluye la misma.
Qué hacer después del fallecimiento
Tras el fallecimiento, lo primero que debemos encontrar es el DNI o el pasaporte de la persona fallecida. Este documento es necesario para poder realizar todos los trámites que son obligatorios a posteriori. Pese a que muchos de los trámites ya se pueden realizar online y es posible que no tengamos que enseñar el DNI a nadie, la realidad es que en muchos otros todavía es necesario que nos personemos físicamente, por lo que poder acreditar la identidad de la persona que ha fallecido es fundamental.
Además, el DNI también será necesario en el momento del fallecimiento para certificar la identidad de la persona fallecida. En el caso de que no se haya producido en un lugar con presencia médica, como un hospital, será necesario que se persona un equipo médico para certificar la muerte. Durante el permiso por defunción tendremos que realizar diferentes trámites, como la obtención del certificado de defunción. Este certificado tendrá una gran utilidad a posteriori, puesto que nos servirá para dar de baja los suministros del hogar y realizar la correspondiente notificación del fallecimiento en el Registro Civil.
Intenta hacer un esfuerzo para recordar todas las empresas en las que la persona fallecida tenía algún tipo de servicio contratado, puesto que deberemos realizar la baja manual de todos ellos.
Cuáles son las obligaciones fiscales
Las herencias conllevan una serie de obligaciones fiscales que debemos tener controladas para poder realizar todo este trámite. Conviene tener en cuenta que las herencias comprenden todos los bienes, derechos y obligaciones de la persona fallecida. Por lo tanto, los herederos también deben hacer frente a las obligaciones tributarias pendientes de la persona en cuestión. Este es un aspecto a considerar, puesto que en el caso de que el fallecido tenga deudas con Hacienda, desde el mismo momento en el que aceptamos la herencia, se realizará una transferencia de estas deudas que deberemos atender.
Una de las dudas más comunes cuando nos enfrentamos a este tipo de situaciones son los documentos necesarios para acceder a las cuentas de la persona fallecida. Para ello, deberemos presentar en el banco una serie de documentos que permitirán acreditar nuestro derecho como herederos de los fondos del fallecido. Principalmente, son cuatro los documentos que debemos tener en nuestra posición antes de acudir a la entidad bancaria en cuestión: el certificado de defunción, el de últimas voluntades, la copia del testamento, la identificación de los herederos y el justificante de liquidación del Impuesto de Sucesiones del que hablaremos a continuación.
El impuesto de sucesiones: esto es todo lo que debes conocer
El impuesto de sucesiones se produce cuando existe una transmisión de bienes y de derechos a una persona física a otra. Es decir, lo que comúnmente conocemos como herencia. Este impuesto tiene tres características principales que debemos conocer: es progresivo, es personal y es directo. Es decir, recae directamente sobre el patrimonio del heredero, no está gravado en el consumo.
En España, el impuesto de sucesiones se abona a las diferentes comunidades Autónomas, que son las encargadas de llevar a cabo la recaudación, la comprobación y la gestión de dicho impuesto.
Al ser un impuesto que gestiona las propias comunidades autónomas, el porcentaje del mismo puede variar considerablemente en función del lugar de residencia. Conviene conocer que la forma de tributar este impuesto se determina a través de un porcentaje sobre cada tramo de ganancias. Es decir, a mayor cantidad de heredada, más cantidad de dinero deberemos abonar. No obstante, conviene tener en cuenta que también es susceptible de que se le apliquen una serie de deducciones. Estas reducciones son estatales, que se aplican en primer lugar, y autonómicas, que se aplican a posteriori.
Como hemos podido comprobar, son muchos los trámites a los que debemos enfrentarnos cuando fallece un familiar cercano. Tener controlados todos ellos es fundamental para evitar problemas cuando queramos llevar a cabo la correspondiente tramitación de la herencia.