Madrid, 9 sep (EFE).- El Ayuntamiento de Valencia, a través de la empresa mixta Emivasa, que gestiona el Ciclo Integral del Agua de la ciudad, ha desarrollado un método que abre la posibilidad a los agricultores de obtener un complemento por cultivar el campo de forma sostenible y compensar emisiones de efecto invernadero.
Este proyecto, que plantea llevar agua potable a la ciudad de Valencia, «persigue determinar el dióxido de carbono que es capaz de absorber la huerta local y convertirla así en un sumidero de carbono», lo que podría proporcionar «derechos de emisión de CO2» y beneficiar «a la agricultura local» han explicado en un comunicado sus impulsores.
Lo ha anunciado la concejala del Ciclo Integral del Agua y presidenta de la Emshi, Elisa Valía en un acto en el que también han participado el CEO de Global Omniun, Dionisio García; el presidente del Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia, José Alfonso Soria; el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural y director de la Agencia Valenciana de Fomento y Garantía Agraria, Roger Llanes; y Javier Mejía, director de Marketing y Desarrollo de Negocio de Aenor.
Soria ha detallado que la huerta de la Vega de Valencia comprende 7.800 hectáreas y fue declarada Regadío histórico de l’Horta de València como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Este proyecto, ha agregado, puede ser una forma «para que no se abandonen los campos, para que se siga cultivando la tierra y para garantizar así el ansiado relevo generacional en el sector de la agricultura”.
Por su parte, Valía ha subrayado “la importancia» de centrar la visión en «el impacto positivo» para el entorno devolviendo «una parte de lo que nos ha dado durante muchos siglos».
Una vez lograda la certificación de Aenor y la viabilidad del proyecto en relación a la labor de Emivasa en la Comunidad de Regantes, podrían compensar su huella de carbono en su actividad en el sector de la agricultura sostenible, ha añadido Valía.
«Estamos haciendo muchos esfuerzos con el Ayuntamiento y el pequeño empujón que nos queda para ser neutros, queremos que el beneficio revierta en nuestro entorno”, ha añadido García Comín de Emivasa.
«Nuestra mirada es larga, para que el retorno del esfuerzo de hoy perdure a lo largo de los años» pero «la emergencia climática nos obliga a actuar» y Europa «necesita crear sus propios sumideros de carbono y que ese movimiento pivote en potenciar la economía local es doblemente beneficioso», ha concluido Valía. EFE
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