Pablo Rojo.- La obra y el pensamiento del biólogo estadounidense Barry Commoner se recopilan en la antología ‘Ecología y acción social’ (Editorial Catarata) para elaborar «un ejercicio de memoria histórica» del ecologismo «frente a la cháchara verde» que domina actualmente.
Así lo han explicado a Efe los autores del texto, el doctor en ciencias políticas, filósofo y ecologista Jorge Riechmann y la estudiante del doble grado de Filosofía e Historia y Ciencias de la Música en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Iranzu Tellechea de la cual el primero es profesor y tutor en este centro universitario.
Barry Commoner, autor ecosocialista
La antología forma parte de la colección ‘Clásicos del pensamiento crítico’ e incluye una introducción redactada por Riechmann en la que justifica «la razón de recuperar a alguien como Commoner para así entender cómo hemos llegado hasta aquí».
Además, cuenta con una cronología de los principales hechos del siglo XX acontecidos durante la vida de este «autor ecosocialista» fallecido en 2012, cuyos análisis «muestran la necesidad aún vigente de un cambio sistémico si realmente queremos hacer las paces con el planeta» .
El texto forma parte del trabajo de fin de grado de Tellechea quien ha destacado además «la responsabilidad de la comunidad científica y de los medios de comunicación» a la hora de elaborar y transmitir la información sobre los efectos y las causas de la crisis climática y medioambiental actual.
«Puntos fuertes» y «punto ciego»
Así, el libro «especifica los puntos fuertes donde Commoner sigue siendo valioso», apunta Riechmann, incluyendo entre ellos las «cuatro leyes informales de la ecología» descritas por este también profesor universitario y activista político norteamericano, que consisten en unos principios que resumen «de forma sintética y compacta un montón de conocimiento especializado».
La primera ley afirma que todo está relacionado con todo lo demás porque la biosfera es una red compleja en la que cada parte se halla vinculada con las otras, mientras que la segunda destaca que todas las cosas «han de ir a parar a alguna parte» en un sistema en el que se superpone el ciclo de la materia «más o menos cerrado» y el de la energía, que «se degrada y no es recuperable» por el principio de la entropía.
La tercera ley recuerda que la Naturaleza «es la más sabia» y es preciso adaptarse a su configuración actual porque «refleja unos 5.000 millones de años de evolución por ensayo y error» y la cuarta deja claro que «no existe la comida de balde» y «para vivir, hay que pagar el precio».
La antología también recoge lo que Riechmann describe como un «punto ciego» de Commoner, pues analizó el problema de los combustibles fósiles y la transición a un modelo de energía solar, «aparentemente infinito en términos de vida humana, sin tener en cuenta la limitación relativa a los materiales con los que obtener esa energía».
Ecología y acción social: siglo XXI
El profesor de la UAM lamenta el «fracaso del movimiento ecologista a la hora de transmitir estos principios a la sociedad» durante los años 70 del siglo XX, cuando el modelo económico actual terminaría imponiéndose con «el tipo de capitalismo que luego hemos llamado neoliberal y que nos lleva al abismo en que nos encontramos».
En su opinión, a partir de los años 80 «se desactivó esa parte más cuestionadora y antisistema del ecologismo» hasta desembocar en la situación actual donde «tenemos un ‘greenwashing’ generalizado» y la gente «está cansada de oír hablar de cambio climático mientras nuestras sociedades siguen a toda velocidad por un curso antiecológico».
Sin embargo, Tellechea es más optimista ante «el resurgimiento del ecologismo que ha llegado de la mano de movimientos como Fridays for Future o Extinction Rebellion» porque «a medida que el problema se hace más presente, el movimiento también crece y, aunque sea poco, lo veo con esperanza», concluye. EFEverde
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