Madrid, 14 abr (EFEverde).- Doñana, Picos de Europa, Villafáfila o los Aigüamolls del Empordá son citas casi obligadas en estas fechas para los amantes de las aves que quieran aprovechar la oportunidad de ver especies migratorias o en trajín reproductor.
España es epicentro del corredor migratorio de cientos de especies de aves durante todo el año, pero durante la primavera estos viajes coinciden con el período de reproducción de muchas de ellas. Así, los próximos meses son una ventana particular para observar ejemplares que rara vez paran por tierras españolas y presenciar la anidación, la exhibición y los colores atractivos propios de esta época en las aves, informan desde SEO/Birlife.
La veterana ONG ambientalista recomienda, en su código ético de observación, respetar el bienestar de las aves y su hábitat. Por ejemplo, no dejar basura, respetar los caminos señalizados y hablar en voz baja para no molestar a la fauna local. Se trata de evitar alterar el comportamiento de las aves, especialmente en época de cría porque podría provocar el abandono del nido y la consiguiente pérdida de la puesta.
Asimismo, la organización propone un mapa de propuestas pajareras tanto en la península, como también en las islas Baleares y Canarias, en el que destacan los humedales.
Humedales costeros
Gracias a las marismas generadas por las lluvias de marzo, el Parque Nacional de Doñana (Huelva) ha recuperado la vitalidad de un paisaje casi olvidado y se esperan buenas expectativas de ver la reproducción de la avifauna acuática.
Otros puntos para observar la abundancia de aves, son el Delta del Ebro (Tarragona) o Aigüamols del Empordá (Girona), especialmente para la observación de especies de coloridos plumajes nupciales en lugar de los más apagados pardos y grises invernales, detallan desde SEO/Birdlife.
Esta temporada migratoria es también el momento para observar algunos ejemplares que siguen rutas más orientales y que son, por lo tanto, mucho más raros en otros lugares. En el humedal costero de Girona, por ejemplo, son populares el bisbita gorgirrojo, la agachiza real o el cernícalo patirrojo por su breve paso en tierras españolas.
Humedales interiores
Los humedales de La Mancha y Extremadura, comparten las características de los homólogos costeros. Tal es el caso del Parque Nacional de Monfragüe en Cáceres, puntualmente con aves rapaces y de monte mediterráneo en pleno trajín reproductor.
El calor pronto será un factor limitante para el pajareo extremeño, pero mayo aún permite salir al campo para observar muchas curiosas especies como cigüeñas negras, buitres negros y leonados, águilas imperiales, reales, calzadas y perdiceras, milanos negros y culebreras y otras grandes aves.
Entre los apasionados pajareros, las avutardas y alondras ricotís son cruciales. Se pueden encontrar en llanos y parameras castellanas, pero lo que hace a Villafáfila (Zamora) diferente es que aún se pueden encontrar machos de avutardas realizando su llamativa exhibición.
Igualmente, la alondra ricotí, un auténtico fantasma del páramo muy fácil de escuchar pero más difícil de ver, canta en algunos espacios naturales de Soria o Segovia, que se suman a sus últimos reductos ibéricos.
A finales de abril se abren las puertas para observar aún más aves en la Sierra de Gredos o los Picos de Europa, como el terrapiscos, el Ave del año, entre otras.EFEverde
vlp/al
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