Javier G. Paradelo.- Ocho paisajistas con proyección nacional e internacional se han sumado a un proyecto colaborativo para crear en el pueblo cántabro de La Busta un gran jardín ornamental compuesto por secciones individuales de 100 metros cuadrados cada una, que recrean ocho distintos espacios verdes.
Los paisajistas que participan en esta iniciativa son el madrileño afincado en Cantabria Luis González-Camino, la inglesa Caroline Wiggin, el gallego José Yusty, el vasco Íñigo Segurola, y los madrileños Fernando Martos, Miguel Urquijo, María Jesús Cagiga y Jesús Moraime, todos ellos profesionales con infinidad de proyectos por todo el país.
La idea surgió hace ahora un año de la mano de los responsables del centro de jardinería La Busta, Germán Castellano y Gonzalo Sunyer, cuya empresa cultiva árboles y arbustos singulares, está especializada en la producción de hortensias y financia la iniciativa en su totalidad.
Jardín paisajístico visitable y didáctico
En una entrevista con Efeverde, Castellano y Sunyer han explicado que el objetivo final que anima esta idea «novedosa e innovadora» es crear un jardín visitable que sirva como elemento didáctico para poner en valor el paisajismo, gracias al uso de especies poco conocidas en el entorno del campo cántabro, pero con grandes posibilidades.
En los meses previos a la primavera los trabajos se han centrado en la preparación del terreno y en la plantación de un área de 25 metros cuadrados de cada uno de los jardines, conforme al diseño de los paisajistas, de manera que la próxima temporada se avanzará en un área similar para así culminar el proyecto dentro de 4 años.
En la actuación, al comienzo del verano, ya están plantadas seis de las ocho áreas correspondientes a los jardines, y se prevé para agosto llevar a cabo la preinauguración del proyecto, con visitas guiadas a cargo de cada paisajista, quienes explicarán el porqué de su proyecto, así como las plantas elegidas.
Este 2022 ya se podrá ver la plantación de los primeros 25 metros cuadrados de cada jardín y quien lo visite a lo largo de los próximos tres años, contemplarán su evolución y el comportamiento de cada especie.
Identificación de las plantas
Habrá que esperar a 2025 para disfrutar en todo su esplendor de estos jardines, a los que se pretende dotar de elementos identificativos de las distintas plantas empleadas para la mejor comprensión por parte de los visitantes.
Castellano ha asegurado a Efeverde que el diseño de los jardines «supuso todo un reto» para los paisajistas que participan, ya que cada parcela ha sido diseñada según sus propios criterios, y cuenta con unas zonas comunes para dar coherencia al conjunto, a base de plantaciones de gramíneas que en otoño se mostrarán en su pleno esplendor.
Además, detalla que cerca del 90 % de las plantas que se utilizan «son raras o muy raras», de ahí la necesidad de colocar elementos informativos sobre las distintas especies, pero que cuando empiecen a crecer y a florecer «el espectáculo está garantizado».
Como hecho anecdótico, resalta que los ocho paisajistas han realizado «tan libres y diferentes propuestas» que sólo han coincido en usar la misma especie de planta en un par de ocasiones, lo que añadirá mayor relevancia al conjunto cuando los jardines estén concluidos.
Este hecho es especialmente destacable, ya que en las zonas comunes hay más de 500 gramíneas y en cada área de jardín de 25 metros cuadrados puede haber entre 200 y 250 plantas, para así asegurar que, en relativamente poco tiempo, pueda verse el resultado.
La propuesta es “a medio y largo plazo», de forma que el visitante podrá disfrutar de las plantas conforme vayan evolucionando a lo largo de cada estación, el sistema también elegido para ir creando los parterres.
La elección de la parcela donde se ubicarán los ochos jardines tampoco no ha sido al azar, pues la idea es que el conjunto se integre con las praderas colindantes y una cueva a escasos metros aporta un carácter especial y único al conjunto. EFEverde
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