Sheila Noda Alonso
Madrid (EFEverde). – En un futuro los cielos que aparecerán en las pinturas serán parecidos a los actuales, lo que cambiará la percepción climática. Cuando los historiadores del arte analicen los paisajes de esta época verán muy pocos elementos parecidos a los que había hace 300 o 400 años, es decir, no creo que aparezca mucha nieve, ni escenas de hielo, porque hoy las nevadas no son la nota dominante como en siglos atrás, cuando lo que marcaba realmente el tiempo era la época invernal, no el calor y las olas de calor como tenemos ahora. Un pintor español podrá retratar la nieve y el hielo, pero va a ser algo excepcional a lo que él vive.
Así reflexiona en entrevista con EFEverde.com el meteorólogo y divulgador científico, José Miguel Viñas, a propósito del libro Los cielos retratados (Editorial Crítica), un viaje a través del tiempo y el clima en la pintura, donde analiza la influencia de las condiciones meteorológicas en los lienzos de reconocidos pintores como Turner, Van Gogh, Munch o Velázquez.
Viñas fusiona su interés por la pintura y su vocación de divulgador con un tema apenas explorado en profundidad “la razón de ser de los cielos”, busca acercar a las personas al mundo del arte desde la óptica de un meteorólogo y dar respuestas a las interrogantes: ¿por qué un pintor en un momento refleja un tipo de nube? o ¿por qué aparecen algunos paisajes en determinadas épocas?
“Esos cielos no son simples telones de fondo”, y al indagar en la pintura europea del siglo XV, XV y XVII la percibes “como una especie de testimonio de lo que fue el tiempo y el clima de otra época”; y a pesar de que algunos artistas puedan alejarse de la realidad, en sus obras aluden al cielo que han vivido o al paisaje que han visto.
Un pintor surrealista como Dalí, que en principio lo que plasma en los cuadros son escenas oníricas, cosas que él soñaba y que no son fáciles de analizar, cuando uno analiza los cielos en sus pinturas ve elementos que aparecen con frecuencia donde vivió en el Ampurdán, en el nordeste de Cataluña. Eso nos está indicando que incluso un pintor que no nos quiere retratar la realidad, sino imágenes que le llegan a su cabeza, no puede aislarse de lo que fue su vivencia en un sitio donde se dan a veces unos cielos o unas nubes muy particulares.
Hombre del tiempo
José Miguel Viñas atesora una extensa carrera como comunicador científico, es autor de varios libros sobre el tiempo y el clima y desde 2013 se desempeña como consultor de la Organización Meteorológica Mundial. Aunque el experto, en su juventud, no tenía la aspiración de estudiar la atmósfera o la meteorología.
Le interesaba la astrofísica, una idea que se fue diluyendo durante la carrera de Física en la Universidad Complutense de Madrid y terminó apostando por la especialidad de Física de la Tierra y el Cosmos, que incluía física de la atmósfera o del aire.
Sus estudios universitarios lo llevaron a Antena 3 Televisión como becario para apoyar a los profesionales de la meteorología; una oportunidad que años después, entre 1999 y 2003, lo convertiría en uno de los hombres del tiempo de la cadena. “Mis inicios en el mundo de la comunicación meteorológica son televisivos”, afirma.
Tras su etapa en la pequeña pantalla comienza en el programa de Radio Nacional de España (RNE) “No es un día cualquiera”, con Pepa Fernández, donde estuvo 15 temporadas seguidas (2004-2019). Ese espacio le permitió crecer como divulgador y comunicador, al tener la posibilidad de comentar las informaciones meteorológicas cuando apenas se hablaba de cambio climático.
Actualmente se desempeña como meteorólogo de Meteored y colabora en RNE, COPE, La 2 de TVE, además de ser fundador de la Asociación de Comunicadores de Meteorología.
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Información meteorológica y cambio climático
A lo largo de los años y a partir de estas plataformas ha visto modificarse las condiciones meteorológicas y cómo la incidencia del cambio climático se ha hecho más notoria, no solo a nivel ambiental, sino también informativo.
“El principal cambio que han tenido los espacios de información meteorológica es que ya no se pueden ceñir al tiempo”, los meteorólogos ya no pueden dar solo “una predicción y decir que va a llover fuerte o va a haber tormenta”, sino que hay que explicar los fenómenos meteorológicos y por qué ocurren.
Ante los desafíos de abordar el cambio climático, el experto señala que les corresponde informar y concienciar a la población de que nos estamos jugando la supervivencia.
Hay que transmitir la información y dar a conocer a la población que nos estamos enfrentando a algo nuevo, que no han conocido ni nuestros padres, ni nuestros abuelos, porque estamos viendo una situación muy excepcional, señala.
Considera que los especialistas del tiempo deben llegar al máximo de población posible para contribuir a que las personas no se dejen arrastrar por quienes niegan el cambio climático, no están dispuestos a aceptar la necesidad de hacer ajustes en la sociedad o que no tienen el conocimiento adecuado. «Si no hacemos nada dentro de 20 o 30 años va a haber mucha población con problemas muy graves debido al clima», apunta.
Olas de calor y verano
En los meses de veranos cada vez se alcanzan mayores temperaturas y las olas de calor se vuelven las grandes protagonistas de la etapa estival. Al respecto dice: «Las actuales no son olas de calor como las ocurridas históricamente, estamos ante un fenómeno distinto, en el que con mayor frecuencia se alcanza temperaturas extremas y persiste el calor intenso mucho más tiempo».
Estamos viendo algo que no conocíamos y no es una ola de calor más, son episodios que inciden directamente en nuestra salud y son una amenaza. Si no tomamos medidas de adaptación adecuadas vamos a sufrir cada vez más los efectos de este fenómeno tan extremo», sostiene Viñas.
No obstante, precisa que tenemos la ventaja de una capacidad de prevención superior a la de hace años y eso debe ayudar a minimizar los riesgos asociados a los impactos de salud. «Cada vez vamos a ver más episodios de altas temperaturas, pero deberíamos de estar mejor preparados para afrontar ese tipo de situaciones», apunta.
El científico también señala que ante la realidad climática las ciudades deben asumir su propia estrategia para ayudar a los ciudadanos con medidas urbanísticas que promuevan espacios verdes, mediante vegetación adaptada al territorio y al clima y que generen zonas refrescantes a pesar del calor.
La población, especialmente la más vulnerable, cuando vienen días con temperaturas tan altas, tiene que evitar una exposición excesiva al sol en las horas centrales del día, hidratarse, usar vestimenta adecuada, digamos que es lo que se ha hecho siempre, pero ahora hay que tener mayor precaución, afirma. EFEverde
sna/al
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