Griselda Romero.- El sector pesquero y acuícola «está cada vez más comprometido» con la protección del entorno natural, pues su sustento y actividad «necesita» que el medio marino, los ríos y cauces fluviales se encuentren en buen estado de conservación, algo para lo que la innovación y la sensibilización son «claves».
Así lo ha aseverado en una entrevista con Efe Javier Remiro, coordinador del Área de Economía y Empleo Azul, de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición y el Reto Demográfico, que impulsada por «la apertura e interés de colaboración» del sector, desarrolló el programa Pleamar, en su apuesta por la sostenibilidad, a través de la colaboración entre agentes de la comunidad científica, el sector pesquero y acuícola y las organizaciones ambientales.
Pleamar funciona como organismo intermedio de gestión del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca -uno de los fondos estructurales de inversión europeos vinculados a la política de cohesión- que desde 2014, ha efectuado cinco convocatorias de ayudas en las que se han impulsado 211 proyectos.
La Fundación Biodiversidad presentó recientemente en Vigo cinco de los treinta proyectos de 2021 -que se encuentran finalizando- por ser una «muestra representativa» de la diversidad de actuaciones impulsadas por el programa.
Todos ellos están localizados en Galicia, comunidad autónoma de «gran potencial”, líder a nivel mundial en actividad pesquera y acuícola, así como en actividad investigadora, ha afirmado Remiro.
Innovación y sensibilización
Para conseguir una actividad extractiva sostenible y de menor impacto, el proyecto Silencios de la Fundación Cetmar ha trabajado, «de la mano del sector pesquero», sobre el eje de innovación en pesca, con la instalación de un hidrófono fondeado en aguas de Cortegada, que recoge los registros sonoros de fuentes antropogénicas (embarcaciones) y naturales.
Según ha explicado Silvia Torres, coordinadora de la Unidad de Tecnologías Marinas de Cetmar y directora del proyecto, durante la visita a la plataforma del Observatorio Oceanográfico Tranfronterizo RAIA, en la que está instalado el instrumento, este ha servido, «no solo para mejorar el conocimiento» sobre el ruido marino, sino también para desarrollar soluciones que reduzcan la huella acústica y valorar su viabilidad en embarcaciones de pequeña eslora.
Imagen del hidrófono utilizado por CETMAR para la detección de ruido marino. EFE/Griselda Romero
Asimismo, el proyecto Igentac, del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) del CSIC, ha utilizado herramientas innovadoras -instaladas en esta misma platea- como la inteligencia artificial, la genética o la telemetría acústica, pero en su caso, para trabajar en áreas marinas protegidas, en las que implantar programas de monitoreo de las especies, «con técnicas mínimamente invasivas».
Alexandre Alonso, investigador del IIM-CSIC y director del proyecto, ha afirmado que estas herramientas permiten conocer la presencia y determinar los patrones de movimiento, comportamiento y trayectoria de las especies, así como identificarlas a nivel individuo.
Trabajadores de la plataforma del Observatorio Oceanográfico Transfronterizo RAIA sacan del fondo la instrumentación utilizada por el proyecto IGENTAC. EFE/Griselda Romero
En el ámbito de la acuicultura, la Estación de Ciencias Marinas de Toralla, de la Universidad de Vigo, ha desarrollado el proyecto Occimer+, para la implementación de nuevas técnicas y obtención de información para el correcto desarrollo del cultivo, la gestión y conservación del erizo de mar.
Durante la visita a los laboratorios, su director José Manuel Estévez, ha señalado que se han obtenido datos sobre el estado zoosanitario de las poblaciones, sus parámetros óptimos de asentamiento larvario o su comportamiento ante alteraciones provocadas por el cambio climático, y se ha trabajado en aspectos de genética, crio-preservación y parásitos.
Erizos de mar, estudiados por el proyecto OCCIMER+, en los laboratorios de de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla de la Universidad de Vigo. EFE/Griselda Romero
La Autoridad Portuaria de Vigo (APV), en el marco del proyecto Puerta al Mar, ha innovado con la monitorización de estructuras biomiméticas, que imitan formas de la naturaleza, y han sido instaladas en pantalanes de zonas portuarias, con el objetivo de potenciar la colonización de flora y fauna, ha explicado su presidente y miembro del área de sostenibilidad de la APV y la Universidad de Vigo, Jesús Vázquez.
No obstante, su principal eje de actuación ha sido la sensibilización y divulgación, a través de campañas, para promocionar la recuperación de áreas alteradas en entornos marítimo-portuarios y sus beneficios para el desarrollo de actividades pesqueras.
Imagen de la colonización de flora y fauna en las estructuras instaladas en los pantalanes del puerto de Vigo, por el proyecto PUERTA AL MAR. EFE/Griselda Romero
INCLUSIÓN SOCIAL
El proyecto Re-Mar III ha trabajado para la reducción de residuos en el espacio marino protegido del Arco Atlántico Gallego, realizando labores de recogida, tratamiento y prevención, así como actividades de formación y sensibilización, a través de la ciencia ciudadana y con la colaboración de pescadores, para los que han creado el sello de garantía “Buque Azul”.
Se trata de una iniciativa de la Asociación Amicos, que trabaja sobre un eje social de inclusión de personas con discapacidad, que han participado como “Agentes Ambientales” del proyecto, siendo “protagonistas, guías y líderes” de las diferentes actividades, ha señalado Xoán España, director de la asociación y del proyecto. EFEverde
Agentes ambientales del proyecto RE-MAR posan junto a los responsables de la Fundación Biodiversidad. EFE/Griselda Romero
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