En 2023, los bosques primarios tropicales perdieron 3,7 millones de hectáreas. Es decir, desapareció el equivalente a 10 campos de fútbol de su superficie cada minuto. Toda esta destrucción forestal produjo 2.4 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono en 2023, lo que representa casi la mitad de las emisiones anuales de carbono de Estados Unidos. Para mitigar esto, la Unión Europea adoptó el año pasado el Reglamento sobre Deforestación (EUDR), que exige a las empresas europeas que garanticen que sus cadenas de suministro no causan deforestación. Las autoridades europeas comenzarán a aplicar el reglamento desde el 30 de diciembre de 2024. El incumplimiento podría acarrear graves sanciones, incluidas multas de hasta el 4% del volumen de negocio de las empresas infractoras y la confiscación de los productos afectados. Dada su repercusión, esta nueva normativa ha suscitado diversas reacciones, y vamos a analizar algunas de las ideas preconcebidas sobre su aplicación.
Las empresas aún tienen mucho tiempo para cumplir la normativa
La EUDR abarca un ámbito que muchas compañías no perciben con claridad hoy en día. Lograr esta transparencia es aún más difícil cuando se trata de materias primas producidas por pequeños agricultores y cuando intervienen varios agentes en el país de origen. Además, es necesario el intercambio de datos transaccionales dado que se exige la recogida de las coordenadas geográficas y las fechas de cosecha correspondientes. Las empresas necesitarán cumplimentar la diligencia debida y sistemas de trazabilidad para facilitar la comunicación de la información geográfica, y hacerlo antes de final de este año. La regulación entró en vigor el 29 de junio de 2023 y la cuenta atrás está en marcha para las empresas que deben cumplirlo, ya que la fecha límite es el 31 de diciembre de 2024. Sin embargo, es importante subrayar que los productos que entren en el mercado europeo antes de la fecha límite, pero que se utilizarán después del 1 de enero de 2025, no necesitan cumplir el reglamento.
Las empresas pueden usar las certificaciones existentes para demostrar el cumplimiento de la EUDR
Muchas compañías ya cuentan con certificaciones de desarrollo sostenible y suponen que se tendrán en cuenta en el marco de la EUDR. Este no será el caso. Las empresas no podrán utilizar sistemas de certificación públicos o privados para cumplir con sus obligaciones de diligencia debida. Sin embargo, quienes posean este tipo de certificaciones pueden tener algunas ventajas. Las cadenas de suministro sostenibles certificadas suelen estar mejor organizadas y tener mayores niveles de transparencia y trazabilidad, lo que da a las empresas con estos sistemas una ventaja sobre los requisitos de diligencia debida y recopilación de datos de la EUDR.
Las empresas con proveedores europeos no se verán afectadas
El origen de sus productos o de sus componentes procedentes de proveedores europeos también estarán bajo escrutinio. La EUDR se centra en garantizar que las mercancías comercializadas en el mercado de la Unión Europea no contribuyen a la deforestación, independientemente de su origen. Aun si el proveedor inmediato se encuentra en Europa, sus cadenas de suministro podrían incluir materiales procedentes de regiones con riesgo de deforestación. Por lo tanto, las empresas están obligadas a actuar con la diligencia debida para verificar que sus productos cumplen los requisitos de la EUDR.
Los minoristas no se ven afectados por la EUDR, ya que no se encargan de la importación de productos
Los minoristas son también parte de la cadena de suministro y por este motivo tienen obligaciones legales en virtud de la EUDR. La regulación ordena que todas las entidades involucradas en comercializar productos en el mercado de la Unión Europea deben asegurar que su cadena de suministro está libre de deforestación. No hacerlo puede exponer a la empresa a riesgos legales, sanciones y daños a su reputación. Para ser más precisos, la normativa también impone requisitos a las empresas como la de distribución y comercio minorista. Esto podría implicar la solicitud de pruebas de cumplimiento, la realización de auditorías o el establecimiento de prácticas transparentes en la cadena de suministro. Si los proveedores no cumplen, podría tener graves consecuencias para las empresas, incluidas multas e interrupción del suministro de productos.
Las empresas pequeñas serán tratadas con indulgencia
La EUDR aplica a empresas de cualquier tamaño que importen o exporten a la UE bienes que puedan estar vinculados a la deforestación, independientemente de su tamaño. Las pequeñas empresas no pueden permitirse ignorar esta normativa, ya que su incumplimiento puede acarrear importantes sanciones y la pérdida de acceso al mercado.
Ahora es el momento para prepararse para la EUDR
Para resumir, al abordar en profundidad la cadena de suministro, la normativa sobre deforestación abarca un ámbito que dista mucho de ser transparente para muchas empresas, ya que los requisitos de diligencia debida afectan a varios procesos internos. Aunque todavía hay muchas incertidumbres, como la definición de las interfaces de los sistemas de información y las guías operativas de la UE, las empresas afectadas deben empezar a prepararse para su cumplimiento lo antes posible, debido al amplio alcance de la EUDR. Para garantizar la efectividad de estos preparativos y facilitar su tarea, las empresas también deben realizar un análisis de impacto y procesos e implantar una plataforma de gestión de datos y análisis de riesgos.
(*) Marta Piedrafita, Country Manager de osapiens para Iberia
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