En 2020 mi tía, una persona muy divertida, cariñosa y querida, murió de cáncer. Llevaba un tiempo en una residencia y había hecho un amigo que le hacía compañía todas las mañanas entre las macetas del patio de al lado de su habitación. Se trataba de un mirlo, que hasta se le acercaba para comer de su mano. Al final, cumpliendo con su última voluntad, mis primos la sacaron del hospital, ya muy enferma y sedada, para salir al patio por última vez y despedirse de su querido amigo.
Esta anécdota ilustra un hecho incontestable: que una relación respetuosa del ser humano con la naturaleza nos hace la vida –hasta los últimos momentos de la vida- más llevadera y enriquecedora. Cuidar la biodiversidad es dejar que nos cuide, en el día a día y frente a cualquier adversidad. Es el mensaje central que BirdLife International y SEO/BirdLife llevamos defendiendo desde hace mucho tiempo en las cumbres de cambio climático. En las cumbres recientes (COP26 Madrid, COP27 Glasgow se han logrado pequeños avances, con decisiones que reconozcan el papel clave de los ecosistemas en buen estado de conservación: en la absorción de las emisiones de CO2; en mantener el equilibrio planetario que nos ha permitido evolucionar y prosperar como especie; y en aumentar la resiliencia de la sociedad frente a los impactos del cambio climático. Ahora toca dar el gran salto, a integrar de verdad ambas luchas, que tiene la misma causa de raíz.
Este miércoles 16 se celebró el Día de la Biodiversidad en la COP27, con un programa nutrido de eventos de debate y reivindicación. El hilo conductor del día era muy sencillo y nítido: que las conclusiones de la COP27 manden una señal muy clara a su convenio hermana, de la Diversidad Biológica, sobre la importancia de cerrar un acuerdo ambicioso y robusto sobre el ‘Marco Global para la Biodiversidad post 2020’ que se negociará en la COP15, que se celebra en Montreal bajo la presidencia de China en diciembre. En términos de negociaciones multilaterales, se trata de una cumbre tan importante como la de París en 2015. ¿La biodiversidad tendrá en Montreal su ‘momento París’?
Uno de los eventos más emotivos del Día de la Biodiversidad se celebró en el Pabellón de la Naturaleza, con BirdLife International entre los anfitriones. El evento arrancó con la afirmación contundente del político conservador británico, Zac Goldsmith: “La biodiversidad nunca más se quedará al margen en una COP de cambio climático”. E inició una puesta en escena preciosa, de pasar un testigo, elaborado especialmente para la ocasión, de ponente en ponente, que solo tenían 60 segundos por intervención para transmitir una idea central: vamos contrarreloj y nos quedamos sin tiempo. Ese testigo viajará a Montreal, con todas nuestras esperanzas y buenos deseos.
Esta cumbre ya está entrando en su fase más intensa –y muchas veces tensa-, de cerrar los acuerdos finales, tanto los textos técnicos como la declaración política o decisión marco. Algunos de los textos parecen reconocer la importancia de la naturaleza y, desde SEO/BirdLife, lucharemos para que se conserven estos elementos en sus versiones finales.
Sea como sea el resultado final aquí en Sharm el Sheij, tal y como mi tía nos pasó a su familia el testigo de su amor y respeto por la naturaleza, al cierre de esta cumbre del clima, la comunidad internacional debe pasar el testigo de ese mismo amor y respeto por el planeta a las negociaciones en el ámbito de la biodiversidad. La carrera para redefinir la relación del ser humano con el planeta es una auténtica carrera contra reloj. Dentro de unos días, Montreal tomará el relevo de Sharm el Sheij. Es una oportunidad única. No podemos fallar, no podemos dejar caer el testigo.
(*) David Howell, responsable de Energía y Clima de SEO/BirdLife.
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de Medio Ambiente y Ciencia en EFEnoticias y EFEverde
Esta tribuna puede reproducirse libremente citando a sus autores y a EFEverde
Otras tribunas de Creadores de Opinión Verde (#CDO)
La entrada En la carrera de relevo por el clima y la biodiversidad, no podemos dejar caer el testigo. Por (*) David Howell se publicó primero en EFEverde.
