La industria de la construcción, tradicionalmente conocida por su impacto ambiental negativo, está en medio de una revolución gracias a la Inteligencia Artificial (IA).
Esta tecnología emergente no solo promete transformar la manera en que diseñamos y construimos edificios, sino que también tiene el potencial de hacer que el sector sea significativamente más sostenible en sus tres dimensiones: medioambiental, económica y social.
La dimensión medioambiental: reducción de la huella de carbono
La construcción es responsable de una parte considerable de las emisiones de CO2 a nivel mundial. Sin embargo, la IA ofrece herramientas poderosas para mitigar este impacto. Desde la optimización del diseño arquitectónico hasta la selección de materiales más sostenibles, la IA puede reducir drásticamente la huella de carbono de los proyectos de construcción.
Por ejemplo, mediante la simulación y modelado predictivo, la IA puede identificar las configuraciones de diseño más eficientes en términos de energía, permitiendo a los arquitectos crear edificios que consuman menos recursos naturales.
Además, la IA puede evaluar y comparar el impacto ambiental de diferentes materiales, promoviendo el uso de aquellos que generen menos emisiones durante su producción y vida útil. Es importante destacar que la sostenibilidad ahora se valora no solo en términos operativos del edificio terminado, sino también en términos de ciclo de vida, ya que muchos materiales traen energía embebida incluso antes de su empleo en la construcción.
Pero la sostenibilidad también debe abarcar la actualización y renovación del parque existente. La rehabilitación energética, junto con la mejora de los estándares de seguridad y confort, es esencial para cumplir con los objetivos de sostenibilidad a nivel global.
La dimensión económica: eficiencia y reducción de costes
La sostenibilidad económica es otro pilar crucial. La IA puede revolucionar la economía del sector de la construcción al mejorar la eficiencia operativa y reducir los costes. Al automatizar tareas repetitivas y propensas a errores, la IA libera a los profesionales para que se concentren en aspectos más creativos y estratégicos del diseño y la construcción.
Un ejemplo claro es el uso de la IA para la planificación y gestión de proyectos. Los algoritmos pueden predecir retrasos y sobrecostes antes de que ocurran, permitiendo una mejor gestión del tiempo y los recursos.
Además, la capacidad de la IA para optimizar el uso de materiales significa que se puede reducir el desperdicio, lo que no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también reduce significativamente los costes de construcción, por cuanto impacta no sólo en el volumen de adquisición sino además en el tratamiento de los residuos.
La integración de estos avances tecnológicos no solo beneficia a las nuevas construcciones, sino que es vital para modernizar el parque inmobiliario existente.
La dimensión social: la creación de comunidades sostenibles
La sostenibilidad social implica la creación de entornos construidos que mejoren la calidad de vida de las personas. La IA puede desempeñar un papel crucial aquí al facilitar el diseño de espacios que sean no solo eficientes y ecológicos, sino también inclusivos y adaptados a las necesidades de la comunidad.
Mediante el análisis de grandes volúmenes de datos demográficos y de comportamiento, la IA puede ayudar a diseñar edificios y comunidades que respondan mejor a las necesidades de sus habitantes. Esto incluye desde la optimización de la luz natural y la ventilación en los edificios hasta la planificación urbana que favorezca la movilidad sostenible y el acceso a servicios esenciales.
La actualización del parque de viviendas existente, especialmente en áreas urbanas, puede ser un catalizador para la revitalización comunitaria y la cohesión social.
Nuevos materiales y técnicas de construcción
Además de la IA, el sector de la construcción está adoptando nuevos materiales y técnicas que prometen hacer la construcción más sostenible. Los métodos modernos de construcción (MMC), por ejemplo, reducen el desperdicio de materiales y permite una construcción más rápida y precisa. Los materiales avanzados, como los concretos autorreparables y los aislantes de alta eficiencia, mejoran la durabilidad y eficiencia energética de los edificios.
La IA también facilita la integración de estos materiales y técnicas en los proyectos de construcción. Mediante el análisis de datos y la simulación, los arquitectos e ingenieros pueden determinar cómo incorporar mejor estos avances para maximizar sus beneficios ambientales y económicos.
Un futuro prometedor
El futuro de la construcción está intrínsecamente ligado a la adopción de tecnologías avanzadas como la IA y en particular en su versión generativa. Esta tecnología no solo está optimizando procesos y reduciendo costes, sino que también está promoviendo una sostenibilidad integral.
El futuro de la construcción sostenible no solo depende de nuevas edificaciones, sino también de la rehabilitación y modernización del parque existente. Al integrar IA en ambos frentes, podemos avanzar hacia un sector más eficiente, menos contaminante y socialmente responsable.
En conclusión, la IA está llamada a ser un facilitador crucial en la transformación del sector de la construcción.
Su capacidad para optimizar procesos, mejorar la sostenibilidad y fomentar la innovación ofrece una oportunidad sin precedentes para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
La clave estará en cómo el sector adopte y adapte estas tecnologías, integrándose de manera efectiva para crear un futuro en el que la construcción sea más eficiente, sostenible y accesible para todos.
(*) Ana Lozano es CEO de NIDUS Lab.
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de EFEverde
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