Una investigación del CSIC, el CREAF y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona (UB) ha cuantificado por primera vez las neuronas de 111 especies de pájaros para investigar la relación entre tamaño del cerebro e inteligencia.
La investigación, que publica la revista ‘Nature Ecology and Evolution’, ha revelado que los córvidos y los psitácidos (loros) son más innovadores en su comportamiento que las palomas y los faisanes, entre otras conclusiones.
Los científicos se plantearon comprobar la denominada ‘teoría de la encefalización’, que argumenta que la inteligencia está relacionada con el tamaño del cerebro.
Esta teoría defiende que el tejido de un cerebro más grande permite dedicar más neuronas a tareas cognitivas, pero no había evidencias científicas que lo apoyaran por la dificultad de contabilizar la densidad neuronal en especies animales.
Ahora, este trabajo coliderado por Daniel Sol, científico del CSIC y del CREAF, ha demostrado, por primera vez, que un mayor número de neuronas está relacionado con una de las principales formas de inteligencia: la capacidad de innovar.
El estudio ha sido posible por el reciente desarrollo por parte de la neurobióloga Suzana Herculano-Houzel y sus colaboradores de un nuevo método para contar neuronas, el fraccionador isotrópico, que permite contar neuronas de muchas especies en poco tiempo y de forma precisa.
Los científicos midieron la densidad neuronal de 81 ejemplares de 46 especies gracias a la participación de Pavel Němec, neurobiólogo de la Charles University de Praga (República Checa) que ha coliderado el estudio y que es uno de los pocos expertos mundiales en cuantificar neuronas con la técnica del fraccionador isotrópico.
Los científicos cuantificaron las neuronas presentes en el palio, donde se desarrollan las funciones sensoriales, asociativas y premotoras, y también las neuronas en el cerebelo (implicado en movimientos voluntarios) y en el tronco encefálico (no directamente implicado en funciones cognitivas).
Los investigadores han destacado que sumados a las 65 especies medidas en estudios previos, el número total de especies analizadas llega hasta 111, lo que representa la mayor muestra de número de neuronas utilizada hasta ahora en un mismo estudio.
Capacidad de innovación
Tras contar las neuronas, compararon este número con información de la capacidad de innovación basada en 4.400 observaciones que describen comportamientos innovadores de pájaros en sus hábitats naturales recopiladas en dos décadas de trabajo por Louis Lefebvre, psicólogo de la McGill University de Montreal (Canadá).
Ejemplos de estas observaciones incluyen grajillas rompiendo el caparazón de nueces arrojándolas sobre el pavimento, gorriones bloqueando los sensores de las puertas de supermercados para robar comida o herrerillos abriendo los botes de leche que el repartidor deja a las puertas de las casas.
Los resultados demuestran que el número de neuronas en el palio, y no las del cerebelo ni del tronco encefálico, son un predictor de la capacidad cognitiva de una especie: un mayor número de neuronas en el palio implica una mayor capacidad de innovación.
De entre todas las especies y linajes estudiados, los científicos destacan que son los córvidos y los loros las aves que tienen un cerebro mayor en relación al cuerpo y también más neuronas en el palio, además de que son también las que tienen un tiempo de maduración más largo.
«Estos resultados sugieren que en córvidos y loros la acumulación de neuronas en el palio es el resultado de alargar el tiempo que necesita el pollo para desarrollarse, una vez salido del huevo», ha detallado Sol.
En cambio, «en los faisanes y las palomas, la etapa de desarrollo posnatal es más corta, lo que no les permite acumular tantas neuronas en el palio, y por eso tienen un cerebro pequeño y son poco innovadoras en su comportamiento», ha concluido el científico. EFEverde
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