Un frente de incendios otoñales amenaza en estos últimos días de octubre a Asturias, Cantabria y País Vasco, donde las temperaturas cercanas a los 30 grados, el viento y la sequedad ambiental han ocasionado numerosos focos aún por controlar y ya se han activado planes especiales de prevención, incluso con presencia de efectivos de la UME.
El fuego ha arrasado en lo que va de año más de 260.000 hectáreas en España, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, y en el norte de España sigue existiendo un riesgo alto de incendios debido a una situación climatológica “dominada por altas temperaturas, viento y escasez de lluvia”, según analistas consultados por EFE.
El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, ha achacado esta amenaza al «cóctel de factores» producido por el viento que sopla del sur -que, después de atravesar la cordillera, llega muy caliente y seco a la cornisa cantábrica-, la humedad relativa baja -ocasionada por el mismo viento seco- y las altas temperaturas.
Esta falta de humedad convierte al pasto y los árboles en «combustible facilitador de la propagación de las llamas», como ha indicado el capitán y analista de incendios forestales de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Roberto García, quien ha asegurado que esta situación está afectando a zonas del País Vasco y el norte de Castilla y León, por la sequedad «más intensa que otros años».
En otras regiones españolas como Asturias o Cantabria «es más habitual que haya incendios en los meses de otoño o primavera que en los de verano, por las quemas agropecuarias para limpiar el monte o regenerar pastos».
Los mapas de Aemet mantienen este viernes a zonas de Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Castilla y León e incluso Andalucía en riesgo alto de incendios forestales.
A ello hay que sumar la sequía hidrológica que, según el índice de precipitación estandarizada de la Aemet, indica varios puntos de Asturias, País Vasco, La Rioja y Castilla y León como aquéllos en los que menos ha llovido durante los últimos tres meses.
Todos estos ingredientes, «sumados al estrés hídrico del combustible debido a los antecedentes climáticos de sequía hidrológica y unas condiciones meteorológicas adversas» son los que provocan, según García, que «los incendios sean más virulentos, alcancen mayor intensidad y saturen el operativo de extinción”.
Cantabria
El Gobierno regional de Cantabria ha activado el Plan Especial de Incendios Forestales (Infocant) en su nivel 2 debido a esta situación y ha solicitado el apoyo de la UME para luchar contra siete incendios activos, con nuevas denuncias por la acción criminal de los pirómanos.
La situación podría empeorar esta tarde al intensificarse el viento sur, han indicado el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y su consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco, en una rueda de prensa para hacer balance de la situación del fuego en esta comunidad autónoma.
País Vasco
En el País Vasco, donde el departamento de Seguridad del ejecutivo autonómico había declarado la situación 1 del Plan de Incendios Forestales, han quedado extinguidos los tres incendios forestales originados este viernes en Vizcaya, aunque esta provincia continúa en alerta naranja por riesgo de fuegos.
Asturias
En Asturias, el Gobierno autonómico también activó el Plan de Protección Civil por Incendios Forestales del Principado (Infopa) ante la previsión de viento del sur y altas temperaturas, que han llegado a rozar los 27 grados y que este viernes llevó a sumar 23 incendios forestales en 12 concejos.
A mediodía esta cifra se había reducido a una decena de fuegos, de los cuales cuatro están ya controlados, en siete concejos según ha detallado el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).
El portavoz de la Aemet ha advertido de que el riesgo extremo de incendios continuará este sábado en la zona cantábrica oriental y el alto Ebro, especialmente en la zona oriental de Asturias, casi toda Cantabria y el País Vasco, y buena parte de Navarra y de la comunidad de La Rioja.
Otras zonas en alerta se ubican en el este de la península, como Andalucía oriental, sur de Aragón, o el entorno del Pirineo catalán. EFEverde
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