Manu Moncada.- Aunque realizan el 80 % del trabajo no remunerado en torno al agua, la participación de las mujeres en la toma de decisiones sobre su manejo es mínima a nivel global, por lo que este recurso tiene “una deuda pendiente con las mujeres”, señala en una entrevista con EFE la activista ecofeminista chilena Isis Riquelme.
Isis Riquelme, portavoz de medio ambiente de Tremendas.
Riquelme, que está participando en la COP27 de Sharm el Sheij (Egipto), es portavoz de medio ambiente de Tremendas, una organización chilena que pretende consolidar una sociedad más justa y equitativa que se adecúe a la realidad de las niñas, adolescentes y jóvenes de Latinoamérica y el Caribe.
La activista ya tiene experiencia en las cumbres climáticas de la ONU, ya que participó en la pasada COP26 de Glasgow (R. Unido), donde se dirigió a los líderes mundiales en la ceremonia de inauguración del tramo de alto nivel de la cumbre para recordarles que “es tiempo de actuar”.
Riquelme asegura que “la mujer ha sido quien históricamente ha cuidado de los bienes naturales comunes”, como el agua, y “quien los ha llevado a sus comunidades y familias”, una tarea que “aparta a las niñas de las escuelas y de las posibilidades de mejorar sus ingresos”.
El agua como fuente de igualdad de género
Para convertir el agua en una fuente de igualdad de género “es necesario que las mujeres sean apoyadas para desarrollar productos con su uso” pero, para ello, también “tienen que ser parte de la mesa que toma las decisiones sobre el agua en sus países”.
La activista chilena señala que “no solo se necesitan mujeres administradoras del recurso hídrico”, sino que también debe haber “más agricultoras y regantes de su propia tierra”, ya que “desde tiempos ancestrales son las mujeres quienes la buscan y transportan a sus comunidades”.
En Latinoamérica, esta conciencia ecofeminista “no es algo nuevo”, ya que las culturas nativas americanas “siempre han entendido los ritmos naturales porque son los mismos que desarrollan en sus comunidades: dar vida y proveer de alimentos y agua para garantizar la subsistencia”.
Además, Riquelme advierte una “relación histórica entre ambas”, ya que “tanto la naturaleza como las mujeres han sido invisibilizadas, violentadas y usadas como objeto para su consumo por el hombre” y, sobre todo, “por el hombre blanco desde la colonización”.
Por ello, desde Tremendas entienden que “los problemas del agua son problemas de género, ya que las más afectadas ante su escasez son las niñas y mujeres del mundo”.
Ambas cuestiones “visibilizan el hecho de que las mujeres no tienen las mismas oportunidades que los hombres», ya que »sufren violencia por parte de ellos tanto en la recolección del agua, como en el caso de migración climática”.
De hecho, “el 80 % de los migrantes climáticos son mujeres que huyen de sus lugares de origen para escapar de los desastres naturales o de la escasez hídrica”, señala.
COP27 de Sharm el Seij
Riquelme advierte que la cumbre climática de la ONU de 2022 afronta un panorama “complicado” por “la invasión rusa a Ucrania” y porque su desarrollo estará influenciado por delegaciones de “países árabes que basan su economía en la industria de los combustibles fósiles”.
Además, es importante tener en cuenta la realidad política de Egipto, cuyas leyes “coartan activamente el derecho a la protesta y reprimen el acceso a la acción cívica en su país”, y la de África, repleta de países “poco democráticos” que cuentan con la población femenina “más empobrecida del mundo”.
Por todo ello, Riquelme subraya que hay que “resaltar el valor del papel desempeñado por las mujeres en la protección de la naturaleza”, una tarea que las sitúa “en la primera línea de la lucha contra el cambio climático”. EFE
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Artículo de efeverde publicado en https://efeverde.com/isis-riquelme-agua-tiene-una-deuda-mujeres/
