Un jurado popular, formado por siete mujeres y dos hombres, presidido por la magistrada, juzga desde el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Valencia a Jorge Ignacio Palma, acusado de la muerte de la valenciana Marta Calvo, la brasileña Arliene Ramos y la colombiana Lady Marcela Vargas, y de intentarlo con otras ocho mujeres más entre el verano de 2018 y noviembre de 2019, todas ellas prostitutas.
Presuntamente, el acusado introducía a sus víctimas cocaína de alta pureza vía genital.
A estas ocho mujeres las entrevistaron Vicente Garrido Genovés, doctor en psicología, criminólogo y catedrático de la Universidad de Valencia, y Juan de Dios Vargas Ramos, graduado en Derecho y licenciado en Criminología, Máster en Práctica Jurídica y detective privado, y realizaron la pericial criminológica del caso. Ambos son los autores del «Informe pericial criminológico», un documento que explica quién es, desde el punto de vista psicológico y criminológico el acusado.
Forma parte del sumario, pero no ha sido admitido como prueba. Sin embargo, es el texto de referencia para la acusación y para los peritos psiquiatras que han intervenido. Confilegal ha tenido acceso a ello. En este artículo explicamos su contenido.
El psicólogo y criminólogo Vicente Garrido, autor del libro ‘Asesinos múltiples y otros depredadores sociales’.
Este «Informe pericial criminológico» descarta que el acusado padezca una enfermedad mental y detectan que tiene rasgos de una personalidad antisocial.
«Nos hallamos ante un asesino serial, caracterizado por la investigación criminológica como ‘depredador letal‘», concluyeron Garrido y Vargas en su informe. Ambos llevan más de 20 años trabajando mano a mano.
«Estamos ante un asesino serial, un depredador letal feminicida», ha declarado Juan de Dios Vargas a Confilegal, y señala que si el procedimiento acaba en condena «estamos ante uno de los asesinos en serie más letales de la historia criminal española».
Las víctimas mortales: Arliene Ramos, Lady Marcela y Marta Calvo. Foto: LEVANTE-EMV
Este experto en criminología, investigación privada y Derecho, con 36 años de trayectoria profesional a sus espaldas, analiza el caso en este diario. Vargas ha llevado investigaciones de mucho nivel en la Comunidad Valenciana, entre ellas el caso Julio Iglesias, Dalport, el caso de la isla de Benidorm, y el supuesto secuestro del exvicepresidente del Valencia Club de Fútbol, Vicente Soriano.
El acusado, de 41 años, conocido como Nacho, es de origen colombiano y tiene antecedentes como narcotraficante de alto nivel. Recientemente, el Tribunal Supremo ha confirmado una condena de tres años y medio por narcotráfico. Está en prisión provisional por la causa de Marta Calvo desde diciembre de 2019, cuando fue detenido.
El cuerpo de esta joven aún no ha sido aún localizado. Desapareció hace más de dos años en Manuel (Valencia), con 25 años, tras mantener relaciones sexuales con el acusado, quien ha afirmado que la descuartizó, pero asegura que tras una muerte fortuita. Mantiene que no la mató.
FIESTA BLANCA Y ‘BOLITA’ VÍA GENITAL
Presuntamente, Palma organizó con todas ellas la denominada «fiesta blanca», una práctica que consiste en el consumo de cocaína mientras se practica sexo y, en este caso, supuestamente introdujo el estupefaciente en los órganos genitales de estas mujeres. De esta forma, la absorción del tóxico es inmediata y sus efectos muy peligrosos.
«Ocho de ellas quedaron convulsionando, con taquicardias y con efectos secundarios muy graves por la ingesta masiva de estupefacientes, aunque lograron salvar la vida, pero tres fallecieron», explica Vargas, refiriéndose al informe, y subraya que el acusado, «les decía que ya venía puesto y así se excusaba de no consumir».
Destaca de el acusado que era deportista, con estudios superiores, de familia adinerada y que hacía triatlón, y manifiesta que «se le puede considerar especialmente cobarde porque no utiliza la violencia física contra las mujeres, sino el engaño, justificándolo en una relación sexual que no es tal, sino una mera justificación para conseguir intoxicar a sus víctimas con cantidades ingentes de cocaína de alta pureza».
El presunto asesino de Marta Calvo y de dos jóvenes más, Jorge Ignacio Palma, en la Audiencia de Valencia. Foto: Rober Solsona/EP
«Varias de las víctimas se despertaron de la convulsión y observaron cómo el acusado estaba con los calzoncillos puestos, de pie mirándolas, por lo que se deduce que su objetivo fundamental no era tener relaciones, sino llevar al límite la resistencia de las mujeres frente a la cocaína», asegura este experto a Confilegal.
Las víctimas han declarado que desconocían que les introducía cocaína en sus genitales. «Les habría metido una bolita por la vagina o el ano en el instante de penetrarlas o incluso sin llegar a consumar», manifiesta este experto, de acuerdo con los testimonios recabados, e indica que «alguna de ellas cuando se percató de que le había introducido algo, contó que se fue a duchar y sacó de la vagina una bola del tamaño de una aceituna».
En la pericial criminológica Vargas y Garrido exponen que el profesor de la Universidad de Michigan Frank Ochberg, junto a especialistas en psicopatía como Robert Hare y otros, definieron a estos delincuentes -asesinos en serie- como: “Hombres (casi siempre) que han matado al menos una vez y que probablemente seguirán matando si tienen libertad para hacerlo; planifican sus actos, son sádicos y con frecuencia inteligentes (…)».
‘PROBABLEMENTE ESTAS VÍCTIMAS NO SEAN LAS ÚNICAS Y HAYA MATADO A MÁS MUJERES’
Vargas afirma que «probablemente estas víctimas no sean las únicas, sino que este hombre haya matado a más mujeres».
«Estas son las que se han atrevido a denunciarlo y han aparecido porque vieron su imagen en televisión, pero habrá otras que no han tenido ocasión de verlo porque las ha matado y también otras que con casi toda seguridad no han denunciado el hecho por tratarse de personas que se dedican a la prostitución, que están en situación irregular y que carecen de medios económicos, como por ejemplo, la antepenúltima víctima, de quien se le atribuye también su asesinato, pero no se pudieron obtener pruebas porque el cadáver fue incinerado por falta de recursos de la familia para repatriarlo a Colombia», expone.
ESTE EXPERTO CREE QUE NO VA A APARECER EL CADÁVER DE MARTA CALVO
¿Aparecerá el cadáver de Marta Calvo, que es lo que la madre solicita? «No, no va a aparecer», considera Vargas. Y no va a aparecer, según este criminólogo, «porque significaría agravar la pena, y si no tenemos el cadáver no puede decirse que la ha violado o estrangulado».
Preguntado por dónde cree que está, señala que «probablemente esté cinco metros bajo tierra o en alta mar». «Incluso nos atrevemos a decir que la afirmación de que la ha descuartizado probablemente sea mentira», manifiesta.
La madre de Marta Calvo, Marisol Burón, a su llegada al juicio, acompañada del psicólogo y portavoz, Mariano Navarro. Foto: Rober Solsona/EP
Se basan en que el acusado «miente a la Guardia Civil desde el principio, porque dice que ha descuartizado el cuerpo y que las partes las ha tirado en varios puntos», y la Benemérita hizo un chequeo de los vertederos donde tiene que ir a parar esa basura y no encuentran ni un resto orgánico de Marta Calvo. «De haberla descuartizado y haber dejado el cuerpo en los lugares que él indicó, habrían aparecido restos humanos con casi toda seguridad», razona Vargas.
Y señala a Confilegal que «hay mucha gente que mata, pero no tiene valor para descuartizar». «El descuartizamiento de una persona significa un paso más en la psique humana. Es una de las cosas más repugnantes que hay, junto al canibalismo, y para eso hay que tener una maldad superior a lo habitual, unas tripas que no todo el mundo tiene», subraya este criminólogo.
Asimismo, sentencia que «todo asesino que ha descuartizado, previamente ha matado a su víctima o ha colaborado en el asesinato de la misma».
CONCLUSIONES DEL INFORME PERICIAL CRIMINOLÓGICO
Los objetivos iniciales de la investigación de estos expertos era determinar si puede derivarse una motivación homicida en los casos donde existen sospechas de tal móvil de acuerdo a los sucesos que son objeto de este procedimiento, clarificar la naturaleza de esa motivación homicida y relacionarla con la investigación criminológica asociada con la metodología del perfil criminológico con los crímenes investigados, y derivar una hipótesis razonada acerca de las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Marta Calvo.
En su opinión, «hay suficientes pruebas que indican la presencia del móvil homicida en los diferentes sucesos relacionados con las testigos» que han entrevistado. «En primer lugar, la selección de mujeres vulnerables por la práctica de la prostitución: su condición de víctimas que causan menos alarma social (“menos muertas”), mujeres cuyos actos son más difíciles de rastrear y que cuentan con menos apoyo social en caso de fallecimiento o desaparición», exponen.
En segundo lugar, añaden, «la manipulación ejercida para que las mujeres le cedan el control total de la situación mediante su exigencia de que acepten la ‘fiesta blanca’ al tiempo que él no consume, así como el uso que hace en determinadas situaciones de sustancias para dejar inermes a las mujeres».
En tercer lugar, destacan «el uso inesperado y a traición de la cocaína introduciendo una gran dosis de ésta en zonas de rápida absorción, con una gran pureza, y cuya letalidad difícilmente podría serle ajena, considerando que es una persona familiarizada con su manipulación»; en cuarto lugar, el hecho de que incluso cuando la mujer está en situación de inconsciencia por la intoxicación, se esfuerza en untar su cuerpo para maximizar el efecto de esa droga, lo que no tiene sentido ni fin sexual a menos que el propósito sea causar la muerte de la mujer».
Y por último, ponen el foco en la insistencia en volver a quedar con la mujer que ha sobrevivido al encuentro donde se ha insertado la droga con objeto de lograr su propósito, «lo que sugiere poderosamente que el propósito de esta nueva cita es el de causarle la muerte».
«Con Marta Calvo quedó dos veces», apunta Vargas a este diario.
LO QUE DEFINE AL ASESINO EN SERIE SEXUAL O DEPREDADOR LETAL
Según indican estos expertos en este informe, lo que define al asesino en serie sexual o depredador letal es la compulsión por matar. Y a su juicio, los eventos investigados «adquieren la finalidad de homicidios sexuales, donde el fin último es obtener una satisfacción sádica de naturaleza sexual: contemplar la agonía de la víctima causada por la intoxicación de la droga».
«Ahora bien, esa agonía no tiene por qué ser manifiesta de forma espectacular, porque lo fundamental en el homicidio sexual sádico es la obtención total del dominio y control sobre la otra persona. Es el hecho de saber que él ha causado la muerte que se está desarrollando ante sus propios ojos la fantasía esencial del homicida sexual sádico», detallan.
Y afirman que el carácter sexual de estos homicidios se ajusta a la doctrina criminológica. «Uno de los criterios que se utiliza, entre otros, es determinar si se produce la inserción de objetos en las cavidades de los cuerpos, lo que claramente se da en nuestro caso, junto al hecho de que el contexto es claramente sexual», argumentan los expertos.
Aseveran que «la muerte de Marta Calvo encaja perfectamente con el modus operandi y victimología mostrado en los otros casos». «Cuando contrata los servicios de Marta ha sido ‘despedido’ por Nuria: la misma noche que discute con NG y ésta le echa con ‘cajas destempladas’» -echarlo de casa con disgusto- y «es la misma noche que finalmente se cita con Marta Calvo. Esto pudo acentuar su deseo homicida. Por otra parte, ya se ha dicho que es altamente improbable que el autor de un descuartizamiento previamente no haya sido el autor de su muerte», razonan.
De igual modo -prosiguen su relato-, «en las otras mujeres fallecidas, nos encontramos exactamente con el mismo patrón y victimología», y aseveran que «la conclusión más lógica de todo lo anterior es considerar que antes de deshacerse del cadáver, el acusado había asesinado a Marta Calvo«.
Por otra parte, estos expertos apuntan en el informe forense que «si él no descuartizó el cadáver de Marta y simplemente lo enterró, el hecho de que mintiera al respecto es un claro indicador de su propósito criminal».
En el anexo de la pericial puede observarse la secuencia temporal de los diferentes encuentros y sucesos considerados en este informe. «Aquí se puede apreciar que el acusado contaba con que la dedicación profesional de las mujeres a las que atacaba ocultara sus acciones, confiado en que aquéllas no acudirían a la Policía», explican.
LA FISCALÍA PIDE 130 AÑOS DE CÁRCEL, Y LAS VÍCTIMAS Y LOS PADRES DE CALVO, PRISIÓN PERMANENTE REVISABLE
El día en que Marta Calvo desapareció, como su madre sabía dónde había estado por última vez a través de un mensaje que la víctima le mandó con su teléfono móvil, su madre se presentó en el domicilio y le abrió la puerta el acusado. Tras ello, éste desapareció y la Policía inició una investigación. Con la publicación en medios de comunicación de la foto del acusado, aparecieron más víctimas.
La fiscal Socorro Zaragozá ha destacado en el juicio que el acusado «encontró las piezas de caza perfectas». «Todas ellas son prostitutas, todos sabemos cómo viven y es muy complicado que denuncien», ha argumentado, y ha hecho hincapié que «en este país la violación a una prostituta era lo más difícil de probar, pero ahora ha cambiado el concepto de víctima y se les da voz y derecho».
La fiscal pide 130 años de prisión para él por 11 delitos de abuso sexual -tres de ellos como medio necesario para un delito de homicidio y siete para un delito de lesiones-, y un delito contra la salud pública. Apunta que concurre la circunstancia agravante de género para los delitos de abuso sexual y los tres homicidios. Además de la pena de prisión, reclama indemnizaciones para las víctimas o familiares.
Por su parte, las víctimas personadas y los padres de Marta Calvo reclaman prisión permanente revisable. El abogado de ocho de las víctimas es el penalista Juan Carlos Navarro.
La fiscal ha resaltado que han conseguido sentar al acusado en el banquillo «gracias a una madre coraje a la que le desapareció su hija y peleó y luchó», en referencia a Marisol Burón Flores, la madre de Marta Calvo.
«Para hacer justicia a las víctimas necesitamos un veredicto de culpabilidad», sentencia la fiscal Zaragozá.
