• 18/04/2024 23:30

Proyectos emprendedores en legaltech: ¿Cuál es la experiencia de los participantes?

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Coincidiendo con el lanzamiento de la 4ª edición del Lab Emprendimiento Jurídico, la magnífica iniciativa de Fundación Mutualidad de la Abogacía en la que puedes registrarte hasta el próximo 8 de marzo, en Derecho Práctico queremos conocer de primera mano la experiencia de los participantes en incubadoras, lanzaderas y aceleradoras legaltech, tanto en nuestro país como en Latam.  Y qué mejor manera de empezar que compartir las impresiones de los finalistas de la 3ª edición de este Lab Emprendimiento Jurídico para que sepas qué ha supuesto para ellos formar parte de una iniciativa cada vez más consolidada y que está atrayendo no sólo a perfiles de abogacía senior y joven y estudiantes de Derecho, sino también a sólidos profesionales de la innovación y la tecnología legal. No creemos que exista mejor síntoma que éste para valorar la salud de hierro del Lab Emprendimiento Jurídico. Tres finalistas, decíamos, con perfiles muy diversos:

Álvaro López-Amo Sainz, 31 años como colegiado, y con experiencia en el mundo tecnológico. Hizo estudios de programador, siempre ha estado muy ligado al ámbito tecnológico. Últimamente se ha dedicado al compliance y protección de datos, lo que le ha llevado a poner el foco la ética algorítmica.

María Fuentes Hijón estudió ADE y después curso Derecho. Empezó a trabajar en un despacho en el que pudo desarrollar el deseo de hacer el mundo del derecho más accesible a las personas. En 2020 se presentó a la primera edición del Lab y eso supuso un cambio para mejorar y emprender. El pasado 23 de febrero leíms en Linkedin que presentaba la nueva web de su firma legal, Lex Talk, cuyo claim es “Tu derecho a entender el Derecho”.

Chenxiao Hu Wu es abogada colegiada en Málaga. Dio un salto internacional trabajando en Hong Kong en temas de derecho mercantil, servicios corporativos, propiedad intelectual. Más tarde, en Edimburgo tomó contacto con el legaltech, y fue allí donde surgió su deseo de emprender. Quiere formarse en el mundo de los negocios, como consultoría y emprendimiento, y por ello he estado participando en diferentes Labs.

Resumidnos qué impresión general os mereció la 3ª edición del Lab Emprendimiento Jurídico.

María: Respecto a la primera edición, que fue en la que participé, se ha mejorado en muchos aspectos. Los bootcamps han estado mucho mejor, había algunos contenidos con similitudes pero a la hora de desarrollar el proyecto han sido más prácticos. En los equipos se notaban las ganas de trabajar, quedó muy claro quién quería continuar con un proyecto y quién no. En resumen, desde mi punto de vista ha mejorado.

Chenxiao: Estuve en la 1ª edición, y en este tercer Lab me gusta especialmente que hayan participado una mayor cantidad de profesionales impartiendo masterclases, además de que ha habido el bootcamp. Estas sesiones te nutren de valiosa información.

Álvaro: A mí me ha sorprendido la alta calidad, y no es la primera vez que estoy en un proceso de laboratorio y de incubadoras de este tipo. Además, la parte de formación y ponentes ha sido excelente. El formato me pareció muy equilibrado y con un alto valor añadido, en el sentido de que te dejaba muy claro determinados procesos de esa fase de desarrollo y aceleración del negocio. En ese sentido, cuando se hicieron las encuestas de calidad es algo que destaqué especialmente, y eso que yo ya he participado en tres o cuatro experiencias de puesta en marcha de negocios en el ámbito digital, y para mí ha sido la mejor.

Por un lado, te actualiza profesionalmente, y perfiles como el de nuestra profesión tienen que estar actualizándose porque está cambiando todo muchísimo: tienes que especializarte dentro de las propias especializaciones. Este tipo de laboratorios te ponen al día a nivel de conocimiento, te actualizan las destrezas que necesitas para desarrollarte a nivel profesional, pues el sector legal ya no es el mismo que el de hace 30 años y eso los profesionales tenemos que asumirlo. Se tiene que ir expandiendo este tipo de modelos de entrenamiento y de acceso al conocimiento mucho más moderno de lo que es el mercado legal actual.

¿Cuál fue la propuesta de valor de vuestros proyectos?

María: Lex Talk es una aplicación informática que pretende que los ciudadanos, cuando reciban un documento de una administración pública, lo escaneen o hagan una foto a través de la aplicación, que les facilita un resumen de ese documento en un lenguaje coloquial. Después tienen la opción de decidir si quieren resolver ese requerimiento o documento, desde la propia aplicación. En el caso de que necesiten ayuda profesional más especializada, pueden contactar con el despacho para resolver eso de forma sencilla.

Lo hemos creado a través del procesamiento natural del lenguaje para que detecte las palabras de lenguaje jurídico y las traduzca a un lenguaje coloquial, y tenemos que implementar una IA que haga no solo la traducción, sino la comprensión, por lo que hay que alimentarla de información para que pueda dar unos resúmenes comprensibles.

Álvaro: Humanithics es un conjunto de herramientas online destinadas a que los desarrolladores o ingenieros que están programando sistemas de IA, o empresas que ya lo explotan, puedan hacer una auditoria desde el nivel más básico. Es decir, identificar y categorizar si ese proyecto de IA tiene que cumplir una serie de requisitos, incluso categorizar qué tipo de IA es, y en función de esa categorización saber qué normas ha de tener que cumplir, qué consecuencias legales tendrá si no lo cumple. Y en una segunda fase hacer un chequeo de esa IA: identifica si puede tener algún sesgo en la base de su diseño o en la gobernanza de datos que está manejando.

Un tercer tipo de herramienta sería de carácter administrativo. Es decir, el futuro Reglamento en IA y de gobernanza de datos o la futura Ley europea de servicios digitales, van a obligar a todos los desarrolladores o empresas que usen procesos de explotación comercial a identificar e informar a las autoridades de control de cómo funciona ese algoritmo y qué servicios de apoyo tienen a su vez. Así, en esa tercera fase, les ayudaríamos en el proceso administrativo de documentación e información en base a una obligación de transparencia que va a tener que cumplir con respecto a las autoridades de control y a los ciudadanos.

Mi herramienta tiene mucho de compliance pero es que el propio diseño legislativo que ya está en vigor obliga a esa información. La Ley de Igualdad para las Administraciones Públicas obliga a estas a dar esa información y descripción del uso de algoritmos en los servicios públicos, y la modificación del Estatuto de Trabajadores también obliga a los responsables de recursos humanos a informar a los trabajadores de si se están utilizando sistemas de IA en el acceso al empleo, la promoción. El reglamento que entre en vigor durante estos años se diseñó teniendo como ejemplo el Reglamento de Protección de Datos y, por lo tanto, el modelo de compliance está muy presente, con un marco legal muy similar al que hay ahora en ese Reglamento, además de ser muy dinámico, que irá cambiando a lo largo del tiempo.

El tema de fijación dinámica de precios no estaba inicialmente en la lista. Todo el derecho tecnológico es ahora muy dinámico, está en crecimiento y va a tener una evolución muy grande. Es un modelo de cumplimiento legislativo con unas sanciones muy fuertes, hablamos del 6% de la facturación de las empresas o hasta 30 millones de euros, lo que provocará un nivel de alarma en el mercado que provocará demanda de nuestro tipo de servicios.

Es un proyecto de Legaltech, porque más allá del software. Los clientes van a necesitar servicios de mayor valor añadido y de acompañamiento, por ejemplo, para responder a la posibilidad de que le hayan rechazado una solicitud de registro en IA o formación interna, o incluso hacer pruebas de sus propios sistemas de IA a nivel de laboratorio. Más allá del software que estamos desarrollando hay servicios de consultoría legal más tradicionales.

Chenxiao: Nuestro proyecto es BeLegit, y consiste en una plataforma en la que creadores de contenidos pueden inscribir sus patrones de moda; es decir, donde los diseñadores pueden registrar su propiedad intelectual. En un principio, queríamos que fuera una plataforma en la que cualquiera pudiera inscribir su creación, pero enfocándonos en las metas del Lab decidimos inscribir dos aspectos: por un lado, enfocarnos en el sector de moda sostenible, de manera que dichos creadores pudieran registrar su creación de propiedad intelectual en la plataforma; y por otro lado, el blockchain, porque de esta forma queda registrado de forma inmutable que el diseñador había sido el primero en crear ese diseño. Un ejemplo fue una mujer que diseñó un bikini con materiales sostenibles, y descubrió que Zara le copió ese tipo de bikini. Entonces, ¿cómo se puede proteger una pequeña empresa de este tipo de vulneraciones ante una gran empresa?

La idea era bajar estas barreras de acceso, pues por ejemplo el Registro de la Propiedad Intelectual conlleva un coste económico, y además hay que ir renovándolo. A través de esta plataforma tendrías la capacidad de demostrar fehacientemente que este diseño te pertenecía a ti antes que a la empresa que ha copiado el diseño.

Chenxiao, una curiosidad. ¿Por qué elegisteis la especialidad de propiedad intelectual, por qué el sector de la moda, por qué el uso de blockchain? ¿Quién es vuestro crack techie que conozca la tecnología blockchain?

Chenxiao: Una de las principales razones es porque tenemos una especialista de propiedad intelectual, Silvia, que nos podía nutrir con casos y supuestos en los que una herramienta pudiera ser útil. Queríamos beneficiar a los usuarios, lo que justifica también un poco el sector de la moda sostenible, porque es un mercado pequeño donde podíamos encontrar un problema único. Decidimos el de la moda porque además siempre hay continuos diseños, y sostenible porque queríamos que nuestra idea aportar a los objetivos de desarrollo sostenible de 2030. Así nos enfocamos en un mercado pequeñito y pensamos que también podemos testear nuestra idea y mejorarla con más agilidad.

En cuanto al blockchain, es capaz de demostrar de forma fehaciente e inmutable la fecha en la que inscribiste tu diseño, y te crea un sello único, por lo que nadie puede poner en duda que fuiste el primero en la creación. Con esto puedes tener una prueba irrefutable para demostrar que hay una vulneración de su derecho de propiedad intelectual.

La startup de Legaltech en la que estuve trabajando en Edimburgo, Monax, era una empresa especializada en blockchain y smartcontract. Pero además en el equipo hemos tenido la suerte de contar con Bryan, que nos aportaba muchos conocimientos prácticos, ya que trabaja en ingeniería y tiene un background legal, y esto ha permitido que nos aportara mucha visión práctica de casos de uso del blockchain en la vida real.

¿Qué papel tienen los futuros inversores en esta fase de incubación o lanzadera?

Álvaro: Para mí es esencial reforzar el contacto con inversores. Tuvimos dos ponentes muy buenos, que dieron dos visiones de la financiación equity muy interesantes. En nuestro caso, tenemos un fondo de inversión detrás nuestro, aunque todavía no está constituida la mercantil, que se reforzó por el hecho de que ya tenemos tres proyectos enfocados para empezar, pero que nos vendrá muy bien para adquirir experiencia en el equipo. Ya tenemos diseñadas las dos primeras rondas para los próximos 9 meses, que supondrán la entrada de los primeros 250.000€, que es lo que necesitamos para completar el desarrollo tecnológico. A partir de ahí, la primera empresa de capital riesgo nos dejará para que nos pueda coger otra. Es fundamental en nuestro caso que el enfoque haya sido a nivel europeo desde el minuto cero, ese enfoque es algo que los españoles deberíamos adoptar desde el principio, especialmente para el tema tecnológico: no podemos quedarnos solo en el mercado local.

Es importante destacar que ahora estamos en el momento que vendrán muchas ayudas europeas del Plan de Recuperación y Resiliencia, y creo que hay una oportunidad para todos los emprendedores de nuestro sector. Por ejemplo, hay iniciativas como la de INCIBE, que acaba de sacar una línea de compra pública innovadora para líneas de financiación, y una de las líneas es de cumplimiento normativo en la seguridad, a la que vamos a presentar una propuesta. Hay que prestar atención en estos momentos más allá de Niza, porque ya no es solo subvención, sino de pasar a concurso y que el Estado te compre el invento para ellos, que es mucho más ventajoso.

María: Nosotros estamos hablando con algún gran despacho a nivel internacional porque ellos están haciendo a nivel teórico lo que nosotros queremos llevar a la práctica. Estar en eventos como el South Summit te conectar con esas personas e interesarlas para que quieran invertir. Estuvimos hablando con algunos inversores de Latinoamérica interesados en invertir en nuestro proyecto. Pero todavía estamos prototipando, y estamos muy contentos con el apoyo de la Fundación Mutualidad de la Abogacía que te abre puertas. Coincido con Álvaro que el enfoque hay que llevarlo más allá de lo nacional.

¿Crees que enfocar el proyecto a través de la sostenibilidad es bueno para conseguir inversores?

Chenxiao: Creo que es un buen enfoque, porque afortunadamente la concienciación de darle una vida más larga a nuestros productos es cada vez mayor, especialmente en las generaciones jóvenes este tipo de conceptos es ya intrínseco y hay más concienciación. En nuestro estudio de mercado vimos que había un auge en esta concienciación que indicaba que en el mercado era cada vez mayor.

Además, durante esta investigación, tuve la oportunidad de hablar con el fundador de Sepia, un joven que ha creado una marca en la que el tejido que usan es impermeable, y él compartió su preocupación de no querer acudir al Registro porque es público. Cualquier empresa con más capacidad que él podría coger su patente, cambiar algunos materiales o pasos y robársela. Al final, el Registro de la Propiedad Intelectual en algunas situaciones parece que desprotege, por lo que poder proteger a estos creadores, que tengan su certificado de haber creado un diseño o patente cuando lo necesiten, les protege de forma más eficaz de estos posibles plagios.