Las aceleradoras de nicho son una tendencia creciente en el ecosistema emprendedor español. Son asociaciones centradas en el desarrollo de propuestas relacionadas con un sector específico. Suelen contar con el apoyo de una empresa privada, un centro educativo o un organismo público para promover empresas con proyectos innovadores en una industria concreta. «Están centradas en proporcionar apoyo al empresario cuya propuesta de valor está cercana a las verticales de un negocio en concreto», dice Nacho Ormeño, CEO de Startupxplore, una plataforma de inversión en empresas con alto potencial de crecimiento.
Son ya varias las aceleradoras de nicho que han echado raíces emprendedoras en el ecosistema español de startups. Según datos de Startupxplore, en nuestro país hay unas 628 aceleradoras privadas, un centenar de incubadoras y otras 50 incubadoras/aceleradoras de gestión pública. Dentro de esas cifras están las organizaciones más generalistas y las especializadas. Mientras que las generalistas dan un baño de emprendimiento y tratan de ayudar a las startups a evitar errores, las de nicho están centradas en el área en el que la compañía desarrolla su actividad.
«El grado de especialización que tienen es el factor diferenciador. Y en muchas ocasiones, estas aceleradoras de nicho están patrocinadas por una gran corporación que puede ayudar al emprendedor a abrir líneas de negocio en esa empresa», señala Ormeño. De esta forma, las empresas privadas han encontrado en estos programas de aceleración una rama para promover la innovación dentro de su sector y, en el caso de que se trate de una innovadora startup que cree valor, existe la posibilidad de que acabe formando parte de la corporación que promociona la aceleradora.
Un ejemplo es el programa de aceleración de la firma de abogados Cuatrecasas. Nacido en 2016, Cuatrecasas Acelera ha dado apoyo a más de 38 startups que han propuesto innovadoras ideas en el sector legal. «El objetivo es acercar al despacho tecnologías, nuevos modelos de negocio y soluciones disruptivas que permitan a los abogados de las distintas prácticas adquirir un conocimiento tecnológico-legal al trabajar con estos proyectos punteros», dice Alba Molina, innovation project manager de Cuatrecasas.
Bigle Legal y Closd son dos de las startups que han participado en el programa. Bigle Legal es una empresa centrada en la automatización de documentos que participó en la primera edición del programa y con la que Cuatrecasas sigue trabajando, mientras que Closd es una empresa francesa que ofrece una solución de gestión de transacciones. Closd, recientemente adquirida por Lexis Nexis, también recibió una inversión de Cuatrecasas Ventures, una sociedad con la que el despacho de abogados sigue acompañando a algunas de las startups que pasan por el programa. «Cuatrecasas Acelera persigue unos objetivos estratégicos y culturales, no financieros, por lo que es ‘equity free’, y por lo tanto no entramos en el capital de la startup», comenta Molina.
Este tipo de programas existen en varias empresas e industrias. El grupo Mahou-San Miguel tiene el programa de aceleración Barlab, que promueve la innovación en el sector de la hostelería; Prosegur tiene el programa Come IN, que busca soluciones innovadoras en el ámbito de la seguridad; o el Grupo Santalucía tiene Santalucía Impulsa, que apoya proyectos relacionados con la transformación del mercado asegurador.
El centro educativo Basque Culinary Center tiene por ejemplo desde 2014 Culinary Action! su programa de emprendimiento para emprendedores que buscan tener un impacto en el sector gastronómico y que ya ha apoyado a 75 startups. Mientras tanto, desde el lado público el Instituto Nacional de Seguridad tiene desde 2015 el programa Cybesecuriry Ventures que ha acelerado más de 35 startups, o también está el Centro de Incubación de Empresas de la Agencia Espacial Europea para acelerar proyectos relacionados con la industria aeroespacial.
Aceleradoras de nicho
«Una aceleradora de nicho les ofrece a las empresas de alimentación un conocimiento específico del sector que una aceleradora generalista es más difícil que pueda darles. También les brinda acceso a conexiones dentro del sector que les permiten potenciar su negocio», dice Beatriz Jacoste, directora de KM ZERO Food Innovation Hub, un ‘think tank’ de innovación en alimentación que nació en 2018 en Valencia con el objetivo de apoyar la transformación hacia un sistema alimentario más sostenible.
En opinión de Jacoste, este tipo de programas de nicho ayuda a las empresas de una determinada industria a estar en los foros de discusión en los que hay que estar, además de conseguir asesoramiento específico y estratégico para escalar su producción. «Una aceleradora generalista no cuenta con los conocimientos para poder aportarlo», comenta.
Para Ormeño, de Startupexplore, el gran crecimiento que han tenido estas aceleradoras de nicho en los últimos años demuestra la pluralidad de actores en el ecosistema emprendedor español que tienen como misión hacer que los proyectos evolucionen. En ese aspecto, tanto las generalistas como las de nicho van de la mano con el objetivo compartido de impulsar startups españolas. «Es un signo de madurez que demuestra cómo está creciendo este ecosistema», comenta el experto.
Nutrientes innovadores
KM ZERO Venturing busca diez proyectos que aporten soluciones a los retos del sector alimentario. Estos son la sostenibilidad, la digitalización, la creación de nuevas proteínas y la salud y el bienestar. Hasta el 1 de junio, los emprendedores con propuestas relacionadas con esta industria pueden participar en este programa que les ofrece una oportunidad de escalar su negocio con inversión, además de otros recursos como contactos dentro de la industria y mentoring de expertos de todo el mundo. «El sistema alimentario está viviendo una transición hacia un sistema más sostenible, saludable y accesible y queremos contribuir liderando de forma colaborativa este cambio», dice Beatriz Jacoste, directora de KM ZERO Food Innovation Hub.
