Aunque la sesión para la aprobación definitiva del fondo público de pensiones de este jueves en el Congreso fue mucho más tranquila y menos caótica que la vivida hace solo siete días para la aprobación de enmiendas, la votación del proyecto de ley tuvo su dosis de confusión, acabando de hecho en un rifirrafe entre el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y Unidas Podemos a cuenta del destope de las bases máximas de cotización.
Concretamente, este malentendido que se extendió hasta última hora de la tarde, cuando el ministro Escrivá quiso zanjar la polémica tras la votación del proyecto de ley en el pleno que da luz verde al fondo público de pensiones por un exiguo margen de ocho votos. Y después de que la portavoz de Unidas Podemos en el Pacto de Toledo, Isabel Franco, anunciase en el atril que se había llegado a un acuerdo con la Seguridad Social para que se «destopen las pensiones máximas» -un error que aclaró inmediatamente en redes sociales añadiendo que el acuerdo es para un destope de las bases máximas y de la pensión máxima de jubilación-.
Escrivá aclaró que el destope de las bases de cotización se hablará en el diálogo social e insistió en que son «muy cuidadosos en la metodología de trabajo». Eso después de que el Pleno del Congreso revocara el destope de las bases de cotización que aprobó la semana pasada al equivocarse el PSOE en una votación de enmiendas al proyecto de ley de planes de pensiones de empleo en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de la Cámara Baja. Eso sí, el destope que logró colar Podemos en el proyecto de ley era en su versión más dura: elevar las cotizaciones a quienes cobren más de 49.000 euros al año y no subir la pensión máxima. En síntesis, un golpe de 5.000 millones de euros en cotizaciones para los sueldos por encima de ese límite.
Para zanjar las diferencias entre los dos socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones defendió que ambos forman parte de un mismo Ejecutivo. «Obviamente acordaremos dentro del Gobierno lo que tenemos que hacer y lo llevamos al diálogo social», aseguraba.
La intrahistoria
Sin embargo, fuentes de Moncloa consultadas por ABC deslizan la idea de un intento de Unidas Podemos de justificar su apoyo final al fondo público, donde es el único partido del espectro de izquierda -junto con el PSOE- que ha concedido sus votos para este punto de la reforma de pensiones. De hecho, para la formación morada la jugada de hoy era doblemente compleja: primero apoyar el voto particular que deroga las enmiendas de Unidas Podemos aceptadas por el error del PSOE y luego votar a favor del dictamen final del proyecto, que sirve para enviar el texto al Senado.
En este punto, tal y como confirman estas fuentes, no habría existido ningún acuerdo explícito más allá de la garantías transmitida por Escrivá a la formación morada que antes de negociar este punto en la mesa de diálogo con los agente sociales como parte de la segunda pata de la reforma de pensiones se llegaría a un punto de partida común en el seno del Consejo de Ministros.
Lo que sí fue noticia entre la paja que proliferó por el malentendido es que el ministro de Seguridad Social confirmó que este destope será el primer punto a negociar con los agentes sociales una vez se lleve al Congreso la reforma del sistema de cotizaciones de los trabajadores autónomos. Fuentes oficiales confirman a ABC, además, que se hará en los términos en los que se comprometió este punto de la medida con Bruselas
hace ya más de un año: una senda de 30 años y con un incremento proporcional de la pensión máxima de jubilación para «no socavar» la contributividad del sistema público.
