Hace diez años se convocó un Eurogrupo extraordinario con un único punto del día; España solicitaba un rescate de 100.000 millones de euros, el 10% del PIB. Las causas del problema empezaron mucho antes. España con la peseta era un país con alta inflación e inestable y sin acceso a los mercados de capitales internacionales. La entrada en el euro en 1999 nos permitió acceder a los mercados financieros a plazos y a tipos de interés similares a los de los alemanes.