Budapest (EuroEFE).- La ministra húngara de Justicia, Judit Varga, calificó este martes de «inmoral» la decisión de la Comisión Europea (CE) retener el reembolso de fondos de cohesión destinados a Polonia hasta que este país demuestre que los usará en programas acordes con los valores de la UE.
En declaraciones a la prensa húngara al entrar a una reunión del Consejo de Asuntos Generales en Luxemburgo, Varga consideró que la decisión de Bruselas es un «chantaje a países comunitarios en base a ideologías políticas».
«Se retienen fondos (comunitarios) de una manera absolutamente inmoral», afirmó.
Al defender a Polonia, la ministra del Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán consideró que al tratarse de fondos de cohesión y de los destinados a la recuperación de la pandemia, la cuestión es «un asunto puramente económico y no se debería generar una discusión política».
La CE indicó este lunes que no puede entregar a Polonia los 75.000 millones de euros de los fondos de cohesión que en principio le corresponde, hasta que el país garantice que sus programas para utilizar este dinero respetarán la Carta Europea de Derechos Fundamentales, una condición que por el momento no se cumple.
La Comisión pide, entre otros, mecanismos para informar al comité de monitoreo de posibles incumplimientos en proyectos que fueron apoyados por fondos europeos.
INDEPENDENCIA JUDICIAL
Por otra parte, Bruselas también bloqueó los fondos de recuperación postcovid de Polonia (35.400 millones de euros), cuyo desembolso está condicionado a que se apliquen ciertas reformas para garantizar la independencia judicial en el país.
También para Hungría está congelado el desembolso de unos 7.500 millones de euros de fondos comunitarios debido a la falta de respeto del Estado de derecho por parte del Gobierno de Orbán.
Varga recordó que su país ha aprobado entretanto una serie de reformas legislativas para lograr el desbloqueo de dichos fondos.
Hungría y Polonia se apoyan mutuamente frente a los intentos de Bruselas de conseguir que ambos países mejoren los estándares de democracia, a pesar de que sus relaciones bilaterales se han deteriorado a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
Mientras Varsovia es un ferviente defensor de Kiev, Budapest se niega a entregar armas al país atacado y Orbán es considerado el mejor aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, en la Unión Europea (UE).
Editado por M.Moya
