El Gobierno ya asume que la inflación traerá consigo la factura por la revalorización de las pensiones más alta de la historia. Con el IPC rozando el 9% el pasado mes de mayo la subida le costará a las arcas públicas más de 10.000 millones de euros. Sin embargo, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones espera encajar el golpe a las presupuesto del organismo encargado de pagar las pensiones en España con el mayor volumen de cotizaciones sociales que está ingresando el sistema con la fuerte mejora del mercado laboral.
Hasta el pasado mes de abril, el volumen de ingresos que recibe el sistema a través de las transferencias de las cotizaciones de los trabajadores ocupados crecía a un ritmo del 8,9% respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, es decir, 3.537,2 millones de euros más. Y es este dato sobre el que se sustenta la garantía que el ministro José Luis Escrivá da a los pensionistas sobre la revalorización de las prestaciones de cara a 2023, que «obviamente» se hará conforme al IPC.
De hecho, el ministro Escrivá aprovechó esta cuestión durante el desayuno informativo celebrado por Nueva Economía Fórum en Madrid este lunes para asegurar que el debate que se ha generado sobre el impacto financiero que tiene la reforma de pensiones que vincula por ley el incremento de las pensiones al IPC «es artificial» y «no está en el resto de Europa».
Así, el Gobierno no deja ni espita abierta a posibles modulaciones de la revalorización, tal y como pedía recientemente el Banco de España en su informe anual. Precisamente Escrivá aludió durante su intervención a los últimos datos arrojados por el supervisor acerca del avance del IPC, que espera persista durante la segunda mitad de año. Si bien Escrivá no se fijó en esta parte de la proyección realizada por la entidad dirigida por el gobernador Pablo Henández de Cos: «Las proyecciones del Banco de España de inflación son las más fiables. Pero es difícil hacerlas en corto plazo. Para 2023 y 2024 proyecta una estabilidad de precios en torno al 2%».
Así, Escrivá confía en un mejora de los parámetros para evitar que el golpe presupuestario que tendrá la subida de pensiones socave la capacidad financiera de la Seguridad Social. Por un lado, espera que sea una cuestión temporal el aumento de precios, y además espera que la mejora del empleo persista como principal aliado para el equilibrio del las cuentas públicas.
«Hemos cerrado en 2021 con un déficit del 0,9% y este año será del 0,5%. Los ingresos crecen mucha más rápido que el gasto, a un ritmo del 8%. La Airef acaba de hacer proyección, que es la autoridad que puede hacerlo, y en el 2024 proyecta un 0,3% de déficit en la Seguridad Social«, señalaba Escrivá añadiendo que la discusión sobre si es viable y recomendable mantener el poder de compra de este colectivo »es sesgada y poco rigurosa«.
Incluso se refirió Escrivá a medidas que se están abordando en el resto de Europa sobre las rentas de los más mayores, y recordó cómo en Alemania se ha firmado una revalorización del 5% para las pagas y cómo en Francia se va a adelantar algunos meses la subida anticipada de las pensiones de jubilación con un 4% de aumento para hacer frente a la presente escalada de precios de consumo.
En este sentido, Escrivá confirmó que se abordará el pacto alcanzado con Bildu para la subida de un 15% de las pensiones no contributivas para los próximos meses, hasta final de año, que conllevará incrementos de las cuantías de entre 60 euros y 100 euros mensuales. Fuentes de Seguridad Social confirman a ABC que lo «lógico» es que esta partida se incluya en el real decreto de ampliación de medidas para paliar los efectos de la guerra, que debería ver la luz antes de final de mes.
Fricciones con el Banco de España
Tras la controversia surgida a raíz de unas declaraciones del ministro sobre la «falta de sofisticación» de un informe del Banco de España, Escrivá justificó que su intención es «añadir elementos para el debate y la reflexión». «Cuando uno mira a los países de nuestro entorno, cómo ha evolucionado el pensamiento económico, en algunos ámbitos la opinión dominante, la opinión publicada, es un poco viejuna, anquilosada, es la receta de siempre. Falta frescura, mucha frescura, en la reflexión económica de España en muchos temas«, subrayó el ministro. Escrivá lamentó así que las opiniones contrapuestas generen »una fricción« y ha recalcado que su intención solo es generar debate.
En este punto, el ministro aseguró que «nadie en el mundo defiende bajar los impuestos para combatir la inflación«. Y aseguró que el objetivo y la preocupación de los países desarrollados está en proteger a los más vulnerables. »Lo haremos durante el tiempo que dure. Las prioridades de política económica están cambiando. La preocupación es como proteger a las rentas«, aseguraba Escrivá.
Reforma de autónomos
El otro punto más urgente del gabinete capitaneado por el ministro José Luis Escrivá, el de la reforma de autónomos, deberá esperar para ver la luz. Además, fuentes cercanas a la negociación ven posibilidades de acuerdo en las próximas semanas una vez pase el ajetreo electoral de Andalucía.
Cabe recordar que la nueva cotización de autónomos por ingresos reales es uno de los hitos comprometidos con Bruselas para poder recibir los más de 70.000 millones de euros de fondos de reconstrucción que llegarán en forma de subvención a España. Y de los que al menos 6.000 millones que se esperan para la segunda mitad del año están condicionados, entre otros, a este punto de la reforma de autónomos.
