La crisis diplomática con Argelia desencadenada por la decisión de Pedro Sánchez de modificar la histórica posición española respecto al Sahara Occidental no solo constituye un importante problema geopolítico sino que puede acarrear consecuencias significativas sobre la economía española. Así lo ha advertido este viernes el Banco de España, que ha enfatizado que una eventual restricción sobre los suministros de gas que llegan desde Argelia tendría un «efecto apreciable» tanto sobre el crecimiento económico como sobre la inflación.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha deslizado este viernes que aunque todavía es pronto para valorar el impacto que esta crisis puede tener sobre la economía, la dependencia española del gas argelino hace que en un escenario en el que el país norteafricano decidiera cerrar el suministro de gas a España el crecimiento económico se resentiría y se añadiría una tensión adicional sobre los mercados energéticos que tirarían hacia arriba de la inflación.
Argelia suministró el 35,8% del gas importado por España en los últimos doce meses y en 2021 ese porcentaje se acercó al 43%. España ha venido reduciendo las importaciones de gas argelino en los últimos meses, pero aún así continúa siendo el principal suministrador de gas.
El Banco de España ha revisado este viernes sus proyecciones sobre la economía española para incorporar los acontecimientos de las últimas semanas. La institución espera que la economía crezca un 4,1% en 2022, cuatro décimas menos de lo que previó hace apenas dos meses; y espera que la inflación media del año ronde el 7%.
