El debate entre los agentes sociales sobre la Jornada laboral de 4 dias en España que busca transformar radicalmente el modelo laboral parece que ha llegado a su final después de que la patronal de los empresarios rechazara la medida. El pasado martes, representantes de la asociación de los empresarios manifestaron que no van a suscribir el acuerdo para reducir la jornada laboral ordinaria a 38,5 horas este año, y a 37,5 horas el que viene.
Con esta negativa, la propuesta del Ministerio de Trabajo de conceder ayudas a pymes (bonificación de la cotización de las nuevas contrataciones e inyecciones directas de hasta 6.000 euros) se desvanecerán durante el trámite parlamentario. Si bien es cierto que los responsables del Ministerio contemplan que puedan ser recuperadas en un futuro, la realidad es que en estos momentos no tendrán cabida en las negociaciones parlamentarias.
La postura final de la patronal con respecto a la reducción de la jornada laboral a 4 días ha puesto de manifiesto las diferencias, tal vez insalvables, de los empresarios con el Ministerio de Trabajo.
Desde el inicio de la medida anunciada por Trabajo, los empresarios han sido reacios a implementarla. Todas las negociaciones se han convertido en una carrera de obstáculos en las que solo los sindicatos han apoyado al Gobierno en una iniciativa que quiere que la jornada laboral sea de 32 años en un plazo de ocho años.
La importancia del control horario
Independientemente de la aprobación o no de la reducción de la jornada laboral a 4 días, la realidad es que el Gobierno ha anunciado cambios importantes en la normativa sobre registro horario de los trabajadores. La principal es que, en lugar de sancionar a la empresa en su conjunto, las multas se aplicarán de forma individualizada por cada empleado con un horario irregular.
Estas medidas, que se enmarcan en el contexto de la próxima reducción de la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales a partir de 2025, tienen el objetivo de garantizar el cumplimiento de esta nueva ley. Para conseguirlo, el Ejecutivo exigirá un registro horario electrónico, no manipulable y supervisado por la Inspección de Trabajo.
Además, el Ministerio de Trabajo también ha anunciado que las sanciones serán más severas, ya que las multas que se impongan en concepto de horas extra más registrada será por cada trabajador. Según aseguran fuentes de Trabajo, la mayor fiscalización del control horario quiere acabar con las horas extra no remuneradas, un problema que en España supone un agujero de más de 3.200 millones de euros anuales.
Problemas con el registro horario actual
A pesar de que desde mayo de 2019, las empresas en España están obligadas a registrar diariamente la jornada laboral de sus trabajadores, la realidad es que las organizaciones no han llevado a cabo un buen control de las mismas. Algo que se pone de manifiesto con que la Inspección de Trabajo ha recaudado 15 millones de euros controlando horas extra desde 2015
Son varios los problemas que tienen las empresas para llevar a cabo este registro de una forma eficiente. Entre ellos, los expertos destacan los siguientes puntos:
- Muchas empresas, especialmente pymes, utilizan formatos fácilmente manipulables como hojas de papel o Excel.
- Existe un alto nivel de incumplimiento, con millones de horas extras sin pagar.
- La Inspección de Trabajo no tiene suficientes recursos humanos y materiales para fiscalizar adecuadamente.
- Las sanciones actuales son insuficientes para disuadir a las empresas.
Para facilitar el registro y control horario, expertos ponen en foco en la digitalización de los sistemas de control horario, algo que consideran que será clave para que las empresas se adapten a estos nuevos requisitos legales de forma eficiente.
Estas herramientas ofrecen funcionalidades esenciales como el registro de entradas y salidas, la gestión de permisos y vacaciones, y la generación de informes detallados sobre el tiempo trabajado. Su capacidad de adaptación a diferentes modelos de jornada los hace especialmente valiosos en este período de transición.
Programas de Recursos Humanos, como el de Sesame HR, permiten el registro de estos horarios y contabilizar de una forma muy sencilla las horas extra que realizan los empleados. Además, sus funcionalidades van más allá del registro horario, ya que también es capaz de hacer un análisis de datos de asistencia, la detección automática de incumplimientos y la generación de alertas sobre posibles irregularidades.
Ventajas de implementar soluciones tecnológicas
Las ventajas de implementar estas soluciones tecnológicas para el control horario son múltiples. Por un lado, las empresas ganan en control y precisión en el registro de la jornada laboral, mientras reducen significativamente el tiempo dedicado a tareas administrativas. La centralización de la información facilita la toma de decisiones y mejora la planificación de recursos.
En este sentido, la automatización de procesos no solo ahorra tiempo y recursos, sino que también minimiza errores humanos. Los cálculos automáticos de horas extras y complementarias, junto con las notificaciones de incidencias, permiten una gestión más proactiva y eficiente del personal.
¿Estás listo para dar el salto a la gestión digital del tiempo de trabajo? La tecnología ya está aquí para ayudarte a cumplir con la normativa de control horario mientras mejoras la productividad de tu empresa y el bienestar de tus empleados. No esperes a que sea tarde: empieza hoy mismo a explorar las soluciones tecnológicas que mejor se adapten a tus necesidades.
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