La abogada Begoña Trigo Aparicio, de 50 años, socia directora del despacho que lleva su nombre –con sede en Madrid y Aranjuez–, encabezará la sexta candidatura que se ha armado para competir en las elecciones a la Junta de Gobierno del Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), que tendrán lugar el próximo 20 de diciembre en el Hotel Novotel de la madrileña calle O’Donnell.
Trigo Aparicio, colegiada desde el 18 de octubre de 2005, competirá con una candidatura en la que figuran Alberto Alberca Pérez, Marina León Moro, Lourdes Pulido Alcón y Mónica Sola Moratilla, entre otros.
Todos ellos están en el turno de oficio, con más de 15 años de ejercicio.
Esta es la cuarta vez que Trigo Aparicio toma parte en las elecciones a la Junta de Gobierno.
En esta, sin embargo, espera mejor suerte. Porque llega con un programa (todavía en elaboración) que tiene vocación de cambiar las cosas de arriba a abajo, para que el ICAM sirva a los que realmente les pertenece.
«El Colegio no nos representa. Los que lo han dirigido hasta ahora se han dedicado a codearse con ministros y consejeros, con el poder. Estamos hartos de que nos utilicen. Porque nosotros, los abogados de a pie, soportamos situaciones intolerables. Retrasos continuos. Te citan a las 9 a un juicio y entras a la 1 de la tarde. No te dejan ver las actuaciones. No te dan copias. Tienes que llevar tus propios folios», explica la cabeza de esta candidatura a Confilegal.
EL 89 % DE LOS DESPACHOS EN MADRID SON MEDIANOS Y PEQUEÑOS
De acuerdo con Trigo Aparicio, la realidad es que el 89 % de los bufetes en Madrid son medianos y pequeños. Y que 5.300 abogados ejercen diariamente el turno de oficio.
«Sin embargo, los despachos más grandes movilizan a su gente y con 3.000 votos ganan las elecciones. Esto no puede ser. Somos un colegio formado por 75.000 abogados, 45.000 de ellos ejercientes. Tenemos que movilizar a nuestra gente para cambiar las cosas», afirma.
La candidata explica que no pertenece ni a ALTODO, ni a ALA ni a ningún sindicato o partido: «No han sido eficaces para mí».
Sobre los jueces, opina que existe un «clasismo institucionalizado. Porque para ellos no somos operadores jurídicos. Y no nos respetan. La ley dice que tienen que dictar sentencia en 10 días y tardan 10 meses y no pasa nada. Aplican la ley del embudo. Lo ancho para ellos y lo estrecho para nosotros, los abogados», subraya.
Lo que existe, en opinión de Trigo Aparicio, es un «sistema feudal disfrazado del que forman parte tanto el Colegio como la clase política y los funcionarios».
A la pregunta básica de por qué se presenta, la candidata dice tenerlo muy claro: «porque necesitamos un Colegio de la Abogacía que represente a los abogados de verdad».
Cuando terminó la carrera, Begoña Trigo Aparicio hizo la oposición a judicatura, pero tuvo que abandonarla, con 26 años, cuando murió su padre. Dos años después, falleció su madre.
En la abogacía encontró su vocación, explica, que ejerce desde su despacho en las jurisdicciones penal, civil y laboral.
Trigo Aparicio posee dos estrellas de oro a la excelencia profesional, otorgada en 2017 y 2018, y más de 50 cursos de especialización en el ICAM.
Esta es la sexta candidatura que tomará parte en las elecciones junto con las lideradas por Beatriz Saura, Juan Gonzalo Ospina, Eugenio Ribón, Angela Chinarro –por el ALA– y Raúl Ochoa, que está esperando al día 27 para hacer pública la suya.
