Victoria Ortega, Alfredo Sánchez-Rubio y Antonio Morán
Antonio Morán Durán, decano del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza durante los últimos doce años, ha recibido la Gran Cruz al Mérito en el Servicio a la Abogacía, otorgada por el Consejo General de la Abogacía Española.
Para Antonio Morán ha sido un “motivo de satisfacción y orgullo” el recibir la máxima distinción que otorga la abogacía española. Un día que ha calificado de gran emoción y de recuerdo para todos quienes le han ayudado, en especial a Carlos Carnicer. Cuando era presidente del Consejo General de la Abogacía dio la oportunidad a Antonio Morán de iniciarse en la abogacía institucional al nombrarle presidente de la comisión de Relaciones con la Administración de Justicia del CGAE.
Antonio Morán ha indicado que “es también un motivo de agradecimiento no solo al actual presidente Salvador González, sino muy especialmente a los anteriores presidentes que son quienes me dieron la oportunidad de aportar y hacer algo por la abogacía”, ha añadido Morán quien lo ha hecho extensible a los 34 diputados que le han acompañado en sus doce años como decano en la Junta de Gobierno del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza y a los más de tres mil abogados que depositaron en él su confianza para estar al frente del Colegio. Muestras de gratitud que el decano ha querido hacer extensible a los compañeros tanto del ReICAZ como del Consejo General, pero “muy en especial a mi familia, mi mujer y mi hija, porque al final tienes que dedicar tiempo y esfuerzo a muchas batallas y ellas son quienes sufren los numerosos viajes y el tiempo dedicado a estas materias”.
La expresidenta del Consejo General de la Abogacía, Victoria Ortega, ha sido la encargada de leer la loa en la que no sólo ha repasado su trayectoria profesional, sino que ha recordado anécdotas de estos últimos años, además de tener un recuerdo especial para su antecesor, Carlos Carnicer. Por su parte, el decano del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza, Alfredo Sánchez-Rubio ha destacado el trabajo que Antonio Morán hizo por despertar vocaciones institucionales y crear un proyecto colectivo generando el sentimiento de pertenencia al Colegio. “Fue capaz, a través de su carisma y trabajo, de transmitirnos a todos los que compartimos Junta la vocación por dedicarle tiempo al Colegio, nos despertó esa preocupación institucional que trasciende del decanato”, ha añadido Sánchez-Rubio.
Antonio Morán ejerce como abogado desde 1985 en Zaragoza, está especializado en Responsabilidad Civil y Seguros y en 2012 se convirtió en decano del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza. Cargo que ha ostentado durante doce años, tres mandatos consecutivos, hasta 2025. También ha tenido responsabilidades en el Consejo General de la Abogacía como consejero y presidente de la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita.
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