Preocupa el Metaverso y las conductas irregulares que se generan, muchas de ellas que se convierten en delito, aunque el problema está en la prueba que puede acreditar dicho ilícito.
Desde la boutique penal Trallero Abogados se puso en marcha ayer el llamado «Think Lab Penal», un foro de debate, con el animo de abordar las cuestiones de referencia en el derecho penal.
El primer encuentro analizo las relaciones del Metaverso con esa jurisdicción.
“De alguna forma hemos intentado recuperar los debates que organizaba mi mentor y luego socio, Miguel Bajo, en su despacho. Era un profundo investigador del derecho penal y sus mesas redondas se centraban en adelantarse a las tendencias venideras. Con ese espíritu hemos puesto en marcha este foro que ha echado a andar”, comenta Alfonso Trallero.
A esta reunión estuvieron presentes, junto al propio Trallero, socio director de la firma y Eva Tomas, socia del despacho, expertos como Alejandro Rivas-Vásquez (socio responsable de Digital Forensic & Incident Response de KPMG), Cristina Muñoz-Aycuens (directora de Forensic de Grant Thornton), Joaquín Delgado Martín (magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional), Ángel Niño (concejal de Innovación del Ayuntamiento de Madrid) y Laura Martínez (socia del bufete penal Oliva-Ayala Abogados).
Para este abogado que mañana dia 1 de octubre cumple 32 años de profesión en esta jurisdicción, “las consultas sobre el Metaverso crecen ante una realidad que ya está aquí y esta evolucionando de forma vertiginosa. Como pasa con todo lo relacionado con la alta tecnología y que genera inquietud en cuanto a su falta de regulación en la mayor parte de los aspectos jurídicos que pueden producirse en dicha realidad virtual”.
A su juicio ya es indudable que “se están cometiendo acciones que generan perjuicios para las personas que están detrás de los avatares de este mundo virtual, tanto patrimoniales como de otra índole personales”.
Sin embargo “respecto a estos hechos, en el debate ha quedado de manifiesto las dudas sobre qué Código Penal a aplicar en una realidad que no es física y donde puede haber una conexión de ordenadores en diferentes jurisdicciones. Estas normativas están faltos de la previsión para resolver parte de los problemas que surgen. Nuestro Código Penal no está preparado para afrontar los retos derivados del Metaverso, hay que decirlo claro».
El debate sobre el Metaverso “está abierto en un mundo que se está construyendo. Recuerda a la terra ignota que así llamaban los renacentistas a realidades poco conocidas. Estamos en una terra ignota como esta disciplina que requiere de una regulación normativa para mejorar y resolver los conflictos que se produzcan”.
En cuanto al debate en sí, este jurista destaca que “es posible que haya que crear instrumentos normativos novedosos que nos olviden cambiar el paradigma respecto a algunas cuestiones como son la Inteligencia Artificial (IA) que pueda llevar a cabos comportamientos atentatorios de derechos básicos de los seres humanos en lo virtual o en el mundo real”.
En la medida en que «la Inteligencia Artificial, como tal, parece que no puede responder a la causalidad humana, tampoco tiene ni voluntad ni conciencia humana para ser castigada como tal, el Código Penal tradicional podría no ser suficiente para responder estos retos”.
Por eso cree que “debería plantearse un Código Penal del Metaverso de la Inteligencia Artificial. Parece claro que esta nueva realidad pone en evidencia las limitaciones de nuestra normativa penal básica, asi como de nuestras leyes procesales”.
Sobre este cambio normativo “se generaría un cambio de mentalidad en los operadores jurídicos y en el propio legislador. Solo a nivel europeo», comentó el magistrado Joaquin Delgado en una de sus intervenciones, en cuanto a legislación europea tenemos algunos instrumentos e inquietudes que se están generando. De hecho ya hay investigaciones sobre el Metaverso en la UE”.
Plano general del foro de debate organizado por Trallero.
El cibercrimen se dispara
El debate sobre el Metaverso se sitúa en primer plano cuando se conocen los datos de criminalidad informática que han crecido considerablemente “cada vez hay más delitos tecnológicos en relación con los tradicionales. En el Ministerio del Interior se habla de un crecimiento exponencial de los hechos denunciados con el mundo digital, sin embargo, su esclarecimiento como comentó la jurista Eva Tomás en el debate «es solo del 10 %, cuestión preocupante”.
Sobre esta tipología de delitos señala que “hay algunos vinculados a cuestiones tradicionales que algunos tienen respuesta en el Código Penal como la estafa, apropiación indebida o administracion desleal se cometen en el Metaverso y parece que podrían resolverse desde nuestra normativa penal”.
Sin embargo cree que “hay ingentes problemas sobre propiedad industrial e intelectual, donde no está claro al no haber una regulación de las normas de Niza sobre lo digital como objeto de registro. Ahí esta pendiente el conflicto judicial de Hermes con el creador de los Metabirkins que está pendiente de una resolución de un tribunal de EEUU«.
También aclara que “otros delitos que tendrán su desarrollo y tendrán que resolverse tiene que ver con delitos contra la intimidad, contra la libertad, los relacionados con menores, algunos de estos si que pueden tener encaje en el Código Penal, otros no”.
Señala también que “esta la duda de tantos otros ilícitos que aunque se produzcan en el Metaverso se consideran punibles en relación con nuestros sentimientos tradicionales, es el caso de las lesiones, cuando se produce una agresión al avatar se produce una interconexión con los sistemas de realidad inmersiva con el cuerpo físico de la persona que está detrás, es un debate que habrá que abordar porque realmente ya esta aquí”.
En este contexto de innovación parece que la tecnología está cada vez más cerca del abogado y de su quehacer diario. Lo comentó el concejal Ángel Niño. «No podemos estar de espaldas a la tecnología. Se necesita un esfuerzo de aprendizaje importante. Es un reto interesante y apasionante para profesionales que hemos vivido lo analógico adaptarnos a este entorno”.
También explica que “los problemas de prueba de esos ílícitos que han señalado Alejandro Rivas-Vásquez y Cristina Muñoz Aycuens es otra de las cuestiones que rodea al metaverso. Las fuentes de pruebas tradicionales no tienen que variar tanto; las testificales de los agraviados y que hayan presenciado a través de esos avatares ese ilícito en el mundo virtual serán igualmente válidas”.
Junto a esto, considera que “se podrá pensar si hay una prueba criptográfica, videográfica o documental que soporte a su vez esas testificales. Sin duda son problemas fascinantes los que se avecinan”.
Impacto en las boutiques penalistas
Alfonso Trallero considera que todos estos avances tecnológicos pueden impactar en los despachos que trabajan en esta jurisdicción. “Es posible que nos tengamos que transformar en varios aspectos, igual lo hicimos tras la pandemia, con la asistencia a los juicios por videoconferencia que hace tres años era impensable y ahora es algo habitual”.
Desde su punto de vista considera que “vamos a tener que pensar de forma digital también en lo virtual y en el mundo del Metaverso. Ya se están incorporando en muchos despachos profesionales de otras áreas, como ingenieros, tecnólogos o peritos. El mundo que se investiga es tan complejo que es necesario contar con pruebas periciales bien fundamentadas”.
De hecho, este jurista no descarta que en el futuro “se creen despachos especializados en delitos tecnológicos. Ya hay algunos que están avanzando en estos aspectos, por eso parece razonable pensar que surjan este tipo de firmas focalizadas en esta actividad tecnológica”.
En su opinión, “el mundo jurídico penal es cada vez más complejo. Eso requiere una dedicación a conocer a fondo dicha materia. Eso hace que no todo el mundo se pueda especializar en esta materia. En 32 años de profesión he visto la eclosión del derecho penal y económico”.
Trallero, por último, recuerda sus tiempos trabajando con su mentor Miguel Bajo “en aquella época solo habría cuatro despachos especializados en esta práctica. Ahora la competencia esta en las grandes firmas que han creado sus estructuras, antes nos remitían asuntos. Pero los despachos especializados seguimos siendo pocos para los asuntos que hay. Cuando esta en juego la libertad o la reputación de una empresa se buscan referentes sólidos en materia penal”.
