«Es inexplicable que la señora Irene Montero, y su ‘pepito grillo’, la señora Victoria Rosell, hayan hecho una ley pretendiendo proteger a las mujeres y que la consecuencia efectiva sea que una violación tenga una sanción penal menor que con la anterior ley. ¿Será Irene Montero la mejor abogada de los agresores sexuales?». Así lo declara a Confilegal el abogado penalista Agustín Martínez Becerra, con 34 años de ejercicio, que ha llevado casos tan sonados como el de ‘La Manada’ y Arni.
«Con la nueva regulación de la ley del ‘sólo sí es sí’, toda persona que abuse sexualmente -por la terminología antigua-, que agreda sexualmente a una mujer, gracias a Irene Montero, va a tener una pena inferior», subraya este abogado, y manifiesta que «cualquier agresor sexual tiene que agradecer a Montero su generosidad a la hora de establecer el sistema punitivo».
Este letrado rechaza las declaraciones de la ministra de Igualdad atribuyendo la reducción de penas a violadores a que el machismo «puede hacer que haya jueces que apliquen erróneamente la ley o que la apliquen de forma defectuosa», y las de Victoria Rosell Aguilar, delegada del Gobierno contra la violencia de género -por Unidas Podemos- y magistrada en servicios especiales culpando de la rebaja de penas a violadores por esta ley a los jueces machistas.
Emplaza a Montero a aclarar «por qué se han bajado todos los mínimos de las penas», algo que considera «inexplicable y que no tiene ningún sentido»
«Lo que hay es una mala ley, basada exclusivamente en la propaganda y que ha intentado engañar a las mujeres, vendiéndose como que era una reforma muy positiva y centrándose en el elemento del consentimiento, cuando el consentimiento es el elemento primario que existía en el Código Penal anterior», sostiene este letrado sevillano.
A su juicio, lo que se ha hecho con la nueva Ley de Garantías de la Libertad Sexual es «absolutamente absurdo», y emplaza a la ministra Montero a aclarar «por qué se han bajado todos los mínimos de las penas», algo que considera «inexplicable y que no tiene ningún sentido» al punto de que se llega a «despenalizar algún tipo de delito, por más escandaloso que pueda resultar».
La delegada de Gobierno contra la violencia de Género, Victoria Rosell,. Foto: Confilegal.
«Es alucinante, desde el punto de vista de personas que pretenden defender los derechos de las mujeres, que a día de hoy sancionen con menos pena delitos que con la legislación anterior tenían un castigo superior», insiste.
Respecto a las críticas desde Podemos a los jueces tildándolos de «machistas», este letrado subraya que «no existen jueces machistas ni tampoco interpretaciones sesgadas, sino simplemente una mala ley».
Considera «inadmisible» que Rosell pudiera formar parte del CGPJ, y asegura que si eso se produjera, «las purgas estalinistas serían un juego de niños respecto a lo que ocurriría en la magistratura española»
Sobre que estas acusaciones provengan de una magistrada en servicios especiales, indica que «la señora Rosell es una persona sectaria».
Considera «inadmisible que pudiera formar parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)», y asegura que si eso se produjera, «las purgas estalinistas serían un juego de niños respecto a lo que ocurriría en la magistratura española».
«La Justicia se basa en un sistema de filtros, de recursos, y la señora Rosell basa su sistema en un sistema de purga, todo el que no esté de acuerdo con ella o no dicte una resolución acorde con su ideología es el enemigo. Y eso no es la administración de Justicia», sentencia Agustín Martínez.
PEDIRÁ ANTE LA AUDIENCIA DE NAVARRA LA REVISIÓN DE LA PENA PARA BOZA
Dicho lo anterior, Agustín Martínez pedirá una revisión de la pena para uno de los condenados de ‘La Manada’, Ángel Boza, en aplicación de la ley del ‘solo sí es sí’.
Está ya ultimando el recurso de revisión ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra.
Actualmente representa a cuatro de los miembros de ‘La Manada’.
Sólo uno de ellos ha decidido pedir la revisión, y «las consecuencias de la resolución que ocurra con él afectará a todos, porque el tribunal una vez que corrija, modifique, revise la sentencia, ésta tiene que afectar al resto».
