Escorias industriales y desechos áridos del sector de la construcción activados con residuos de la industria textil, como la sosa cáustica, forman un conglomerado de reciclaje que, prescindiendo del cemento, logra similar resistencia y durabilidad que el hormigón armado tradicional.
Este hormigón ecológico, que minimiza la huella de carbono del material de construcción más utilizado y da una segunda vida útil a materiales destinados a los vertederos, está siendo formulado y testado en laboratorios de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
“En las pruebas mecánicos de compresión, tracci&oacut…